El empobrecimiento de la población está «estrechamente ligado» a unas políticas de recortes sociales «centradas en el pago de la deuda y no en las necesidades de las personas», que han generado destrucción de empleo, caída de salarios, precarización y desprotección de los trabajadores y recortes de los derechos y recursos sociales. Un informe del […]
El empobrecimiento de la población está «estrechamente ligado» a unas políticas de recortes sociales «centradas en el pago de la deuda y no en las necesidades de las personas», que han generado destrucción de empleo, caída de salarios, precarización y desprotección de los trabajadores y recortes de los derechos y recursos sociales.
Un informe del sindicato Comisiones Obreras (CCOO) sitúa a las trabajadoras y trabajadores españoles entre los más empobrecidos de la Unión Europea, superados sólo por los de Grecia y Rumanía.
El 12,3% de los trabajadores se encuentra por debajo del umbral de la pobreza, lo que significa que el trabajo remunerado ya no representa una salvaguarda ante la pobreza en España.
El informe sobre «Pobreza y trabajadores pobres en España», elaborado por la Fundación 1 de Mayo (que pertenece a CCOO), sitúa a los trabajadores y trabajadoras españolas entre los más pobres de la Unión Europea superados por rumanos (19,1%) y griegos (15,1%).
Este informe, con motivo de la celebración el pasado 17 de octubre del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, trata de detallar cuáles son las circunstancias que repercuten en un mayor riesgo de pobreza en España donde, «no sólo cada vez hay más pobres, si no que lo son en mayor grado».
Explica que la pobreza incide con más intensidad entre los trabajadores con menores a su cargo, los autónomos, los jóvenes, los que tienen contrato temporal, jornada parcial, menos de un año de antigüedad o con bajo nivel formativo.
En el caso de los trabajadores con menores a su cargo, el estudio -que recoge datos de Eurostat, la oficina comunitaria de estadística,- explica que en 2012 su tasa de pobreza prácticamente duplicaba (con el 16% del total) a la de aquellos ocupados que no tenían personas económicamente dependientes (8,8%).
Y es que, la existencia o inexistencia de menores dependientes en el hogar «es uno de los factores que más incide a la hora de examinar la pobreza», dice el estudio, que sitúa a España entre los países con un mayor porcentaje de hogares de trabajadores con hijos menores que son pobres, sólo superada por Rumanía y Grecia.
También tienen mayor riesgo los trabajadores españoles por cuenta propia, cuya tasa de pobreza era del 35,5% en 2012, superior a la del total de personas ocupadas (12,3%) y a la de la media de autónomos de la UE (23%), y sólo superada por los rumanos.
Además el volumen de personas con contrato temporal que se encontraba en 2012 por debajo del umbral de pobreza era del 16,2%, frente al 5,4% de los que tenían contrato indefinido; mientras que la tasa de pobreza entre aquellos que tienen una jornada a tiempo parcial es ocho puntos superior a la de aquellos que tienen jornada completa (11%).
Los españoles ocupados de 18 a 24 años tienen un mayor riesgo de pobreza que alcanza ya al 12,4% de ellos, tasa superior a la media registrada por los jóvenes europeos (11,9%); en tanto que la tasa de pobreza es menor entre aquellos trabajadores que tienen mayor formación.
También hay un mayor porcentaje de pobres en España entre los empleados con menos de un año de antigüedad, que asciende al 20,2 %, frente al 17,3% de la UE, si bien, una vez superado el primer año en el puesto de trabajo, la tasa se reduce al 11,7 % en España y al 8,6% en Europa.
El estudio explica que, hoy en día, la existencia de trabajadores pobres en España es una realidad que, por supuesto, llega más allá, ya que uno de cada tres españoles se encuentra en situación de pobreza y exclusión social y 740.000 hogares no tienen ningún tipo de ingresos.
Esto de debe, según el informe, a que las prestaciones por desempleo son «insuficientes», a que sólo el 44% de la población en edad de trabajar está ocupada actualmente y a que hay 5,6 millones de personas que buscan un empleo pero no lo consiguen.
A juicio de la Fundación 1 de Mayo, el empobrecimiento de la población está «estrechamente ligado» a unas políticas de recortes sociales «centradas en el pago de la deuda y no en las necesidades de las personas», que han generado destrucción de empleo, caída de salarios, precarización y desprotección de los trabajadores y recortes de los derechos y recursos sociales.