Haré aquí referencia, en primer lugar, al contenido de uno de mis anteriores trabajos publicados: Francisco Báez Baquet El laberinto del amianto , “Rebelión”, 24/11/2022, https://rebelion.org/wp-content/uploads/2022/11/El-laberinto-del-amianto2.pdf
En el mismo pasaba revista a todas las patologías asbesto-relacionadas, en relación con las distintas ubicaciones corporales reconocidas para las mismas, con especial referencias a aquellas expresamente reconocidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Recientemente, en Brasil ha sido postulada una nueva e hipotética relación causal -etiológica- entre la exposición continuada al amianto y el presunto nuevo “inquilino” del susodicho “laberinto” (el cáncer nasofaríngeo), con base, al parecer, en los siguientes argumentos:
a) Prolongado y estrecho contacto laboral con el amianto, durante muchos años y en jornada completa.
b) Ausencia, al parecer debidamente comprobada, de hábito de consumo de tabaco, por parte del fallecido.
c) Ausencia, igualmente confirmada, de hábito de consumo regular de alcohol.
d) Identificación, como presunta nueva patología asbesto-relacionada, inédita hasta ahora en los registros, consistente en el susodicho cáncer nasofaríngeo.
De todo lo cual hemos tenido debido conocimiento, a través de la información recibida, mediante comunicación personal, de nuestra estimada amiga informante, Fernanda Giannasi:
“En ‘Migajas’: la familia de un empleado, víctima del amianto, será indemnizada con medio millón. El TST entendió que existe un vínculo causal entre el cáncer de nasofaringe y el contacto con amianto, relacionado con el trabajo”.
Se trata, evidentemente, de un argumento falaz, porque del hecho de que estén ausentes otros posibles contaminantes, y de que sí esté presente el amianto, no puede inferirse, en modo alguno, que la concreta patología maligna -un cáncer- así surgida, tenga que ser, en concreto, la que se manifieste, y la que el amianto haya podido originar, siendo específicamente la surgida, y no otra, pues el nexo causal lo evidencia, o lo sugiere, la acumulación estadística de casos coincidentes, y no un único caso así surgido.
Fuente relacionada: https://www.migalhas.com.br/quentes/393221/familia-de-empregado-vitima-do-amianto-sera-indenizada-em-meio-milhao
Al margen de los mencionados antecedentes, y en mi propia indagación en el “Google Académico”, en su versión en el idioma inglés, sobre el nexo causal: “nasopharyngeal cancer” + “asbestos”, localizo un total de 6.280 resultados, de los cuales seguidamente ofrecemos una selección, de dos ejemplos de tales referencias bibliográficas:
Primero:
Binggan Wei et al.: Impactos del uso de la tierra en la distribución espacial de las tasas de mortalidad por cánceres causados por el asbesto natural
Resumen:
Este estudio investigó las distribuciones espaciales de las tasas de mortalidad de seis cánceres: mesotelioma, cáncer de pulmón, cáncer intestinal, cáncer de nasofaringe y laringe, cáncer de hígado y cáncer de estómago, en Dayao, utilizando sistemas de información geográfica.
Los coeficientes de correlación de Pearson investigaron las relaciones entre las tasas de mortalidad de los seis cánceres y los patrones de uso de la tierra.
Los resultados indicaron que las tasas de mortalidad por cáncer de nasofaringe y laringe, cáncer de pulmón, cáncer intestinal y mesotelioma se asociaron significativamente con el afloramiento de asbesto.
Tanto las proporciones de tierras de cultivo como de áreas urbanas se relacionaron positivamente con las tasas de mortalidad por cáncer de nasofaringe y laringe, cáncer de pulmón, cáncer intestinal y mesotelioma, y se encontraron correlaciones negativas significativas entre la proporción de tierras forestales y cáncer de nasofaringe, laringe y cáncer intestinal.
Se puede concluir que el amianto de origen natural puede elevar significativamente las tasas de mortalidad por cáncer de nasofaringe y laringe, cáncer intestinal, cáncer de pulmón y mesotelioma.
Además, mayores proporciones de tierras agrícolas, áreas urbanas y menores proporciones de tierras forestales, pueden elevar la tasa de mortalidad de los cuatro cánceres”.
Segundo:
Wei-Te Wu et al.: Mortalidad entre los trabajadores de desguace de barcos en Taiwán: un estudio de cohorte retrospectivo de 1985 a 2008
“Entre los trabajadores varones, se observó un aumento estadísticamente significativo de la SMR para todas las causas (SMR = 1,28), todos los cánceres (SMR = 1,26; particularmente notable para las lesiones de la cavidad oral y nasofaríngea: SMR 2,03”…
Haciendo análoga búsqueda, respecto de la versión en castellano del “Google Académico”, obtengo un total de 61 referencias bibliográficas, con “amianto”, y 75, con “asbesto”, advirtiéndosenos de que se trata de resultados meramente aproximados, pero pudiéndose advertir por mi parte, además, que muchos de los trabajos así censados, no guardan relación alguna, con la finalidad de mi pesquisa.
Por ejemplo: cuando el estudio censado, tiene por temática, pongamos por caso, “la asociación del cáncer nasofaríngeo, en relación con diversos virus, y sin mención alguna del amianto o asbesto, o, en otro ejemplo similar, cuando la temática abordada, es la de la relación etiológica entre el susodicho cáncer nasofaríngeo, con el consumo de carnes procesadas, y sin mención alguna del antedicho mineral maldito, etc.
Finalmente, por mi parte, agradecería el que por quienes estén en posesión de la adecuada formación académica -médica, fundamentalmente-, se me informara de cualquier posible antecedente de la pretendida relación causal entre amianto y cáncer nasofaríngeo, contactando conmigo exclusivamente a través de mi dirección de correo electrónico, por cuya amable atención les adelanto ya, mi más efusivo reconocimiento: Francisco Báez Baquet [email protected]
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