Las autoridades de la India se han comprometido a seguir adelante con un controvertido megaproyecto urbanístico, a pesar de las advertencias de los expertos de que destruirá a un pueblo indígena no contactado.
El megapuerto valorado en 5.000 millones de dólares proyectado en la isla Gran Nicobar, en el océano Índico, al que se sumará un plan de «desarrollo» asociado con una nueva ciudad, una base militar, zonas industriales, un aeropuerto y una central eléctrica, destruirá por completo al pueblo indígena shompen. Los shompen, junto a sus vecinos más conocidos los sentineleses, son los dos pueblos indígenas no contactados de la India que rehúyen el contacto con foráneos.
Numerosos expertos, entre ellos 87 ex altos cargos y funcionarios del país, han pedido al Gobierno que abandone el proyecto. Como los shompen no pueden dar su consentimiento libre, previo e informado, el plan es ilegal según el derecho internacional.
El proyecto aún no cuenta con todas las aprobaciones necesarias, pero en una serie de reuniones informativas las autoridades indias han dejado claro que continuarán con él. Tienen previsto transformar la pequeña isla natal de los shompen en el «Hong Kong de la India», con una nueva ciudad de unos 650.000 habitantes como uno de los componentes del proyecto.
Según ha declarado Caroline Pearce, directora de Survival International:
“Este proyecto devastará la selva de Gran Nicobar, donde viven los shompen, y con ella a los propios shompen. Sobrevivieron al tsunami de 2004, pero es imposible que puedan sobrevivir a esta catastrófica destrucción de todo su mundo.
No solo su medio de vida será arrasado, sino que, como les sucede a todos los pueblos indígenas no contactados, pueden resultar aniquilados por enfermedades frente a las que no tienen inmunidad. Será un genocidio. Pedimos al Gobierno indio que descarte urgentemente este plan: destruirá a los shompen si sigue adelante.”
Información adicional: Entre 100 y 400 shompen viven en la isla Gran Nicobar, como cazadores-recolectores nómadas. La isla es su hogar desde tiempos inmemoriales y sobrevivieron al tsunami de 2004, cuyo epicentro estuvo cerca. Algunos shompen mantienen un contacto limitado con funcionarios indios, pero la mayoría viven aislados en la selva.