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El deshielo de Groenlandia, un altavoz del cambio global y sus impactos

Fuentes: The Conversation

Aunque quizás haya sobrevolado Groenlandia en un vuelo hacia Estados Unidos sin prestarle demasiada atención, es probable que en los últimos meses haya oído hablar más de esta isla que en el resto de su vida. Pero más allá de los debates geopolíticos o sobre la explotación de sus recursos naturales, Groenlandia es clave para la investigación climática y ambiental.

En las últimas décadas, este territorio, cubierto de hielo en más del 80 % de su superficie, ha registrado una pérdida de masa helada que ha superado en un 20 % las estimaciones previas. Esta acelerada reducción no solo tiene consecuencias directas para sus aproximadamente 56 000 habitantes, sino que repercute a escala global, influyendo en el aumento del nivel del mar y en los equilibrios climáticos del planeta. El deshielo de Groenlandia, un altavoz del cambio global y sus impactos

Un viaje del pasado al futuro

Comprender la dinámica actual de pérdida de hielo y el retroceso de los glaciares exige una mirada de largo plazo. Esta debe relacionar los cambios actuales con las condiciones climáticas y ambientales de hace miles de años.

Desde la ciencia podemos reconstruir estas dinámicas pasadas a partir de diversas fuentes de información, como los testigos de hielo extraídos del casquete glaciar o las dataciones de rocas transportadas y depositadas por antiguos glaciares. Los sedimentos acumulados en los lagos árticos también ofrecen datos valiosos para identificar variaciones naturales y antropogénicas del clima a lo largo del tiempo.

Tener información sobre el funcionamiento de los ecosistemas sin intervención humana es fundamental para contextualizar su evolución actual. Los datos obtenidos sobre el terreno permiten calcular el espesor que alcanzó el hielo en distintos momentos y reconstruir sus transformaciones ambientales frente a los cambios climáticos.

Además de aportar una visión del pasado, estos datos contribuyen a proyectar escenarios futuros más precisos. Las observaciones directas, combinadas con herramientas como la teledetección y la modelización, permiten anticipar cómo podrían evolucionar los ecosistemas frente al incremento de las temperaturas. Esta integración resulta clave para la planificación territorial y la adaptación, no solo en las regiones polares, sino también en nuestros entornos más cercanos.

Del hielo a un nuevo litoral

La costa de Groenlandia está siendo redefinida por los cambios en la extensión del hielo superficial y en los glaciares que desembocan en el mar. Entre 2000 y 2020, el retroceso de estos glaciares en el hemisferio norte ha provocado un incremento de 2 500 km en la longitud de la costa ártica. Precisamente en Groenlandia es donde se concentra la mayor parte de las nuevas áreas libres de hielo.

A este retroceso glaciar en tierra firme se suma, en el entorno costero, la disminución tanto en la extensión como en la duración del hielo marino (banquisa). Su reducción espacial y temporal en estas latitudes intensifica la erosión costera, con retrocesos de hasta 20 metros anuales.

Estas transformaciones tienen un impacto significativo sobre el terreno permanentemente congelado (permafrost), que se ve más expuesto a la acción de los temporales marinos, acelerando su degradación. Esta nueva dinámica no solo facilita la liberación de grandes cantidades de gases de efecto invernadero, sino que también incrementa la vulnerabilidad de las

Cambios polares, consecuencias globales

La investigación científica es esencial en el contexto actual de las rápidas transformaciones ambientales que afectan a regiones polares como Groenlandia.

Fenómenos como el retroceso de los glaciares, la descongelación del permafrost o la redefinición de la línea de costa están ocurriendo a un ritmo acelerado. Estos procesos no solo alteran el paisaje, sino que también impactan profundamente en las comunidades locales. Sin embargo, sus consecuencias trascienden el ámbito regional: afectan al Atlántico norte y tienen repercusiones a escala global, influyendo en la subida del nivel del mar, en los patrones climáticos y en la dinámica de las corrientes oceánicas.

Más allá de los efectos sobre el medio natural, como la pérdida de zonas costeras o de biodiversidad, estas transformaciones conllevan importantes consecuencias sociales y económicas. Entre ellas, destaca el coste creciente de la adaptación frente al aumento e intensificación de los temporales, que incrementan la vulnerabilidad de los territorios y sus habitantes.

Un laboratorio en Groenlandia

Frente al retroceso generalizado de los glaciares polares y la previsible deglaciación de amplias zonas del Ártico, resulta fundamental comprender los procesos y ritmos de transformación que siguen a la desaparición del hielo.

En este contexto, el proyecto GRELARCTIC da continuidad a las investigaciones desarrolladas en Groenlandia en los últimos años sobre la evolución postglacial o las posibles dinámicas vinculadas al cambio global.

En esta nueva fase, se estudiarán los cambios desde el interior glaciar hasta la línea de costa. Asimismo, se abordarán cuestiones clave como la colonización vegetal para comprender cuáles son las especies que se asientan con mayor rapidez en las zonas abandonadas por el hielo, la evolución del manto nival para analizar dinámicas anuales y tendencias a largo plazo y las transformaciones en los cursos fluviales y su impacto en el entorno.

Estos datos son esenciales para entender cómo responden los ecosistemas árticos a las variaciones ambientales. Groenlandia no solo refleja el cambio climático: lo anticipa. Comprender cómo se adapta esta región a un clima más cálido ofrece pistas cruciales para anticipar las transformaciones en otras partes del planeta.

Autores:

Alejandro Gómez Pazo. Profesor Ayudante Doctor. Departamento de Geografía y Geología, Universidad de León

Marc Oliva. Profesor, Departamento de Geografía, Universitat de Barcelona

Xosé Lois Otero Pérez. Catedrático del Centro Singular CRETUS. Departamento de Edafoloxía e Química Agrícola, Universidade de Santiago de Compostela

Fuente: https://theconversation.com/el-deshielo-de-groenlandia-un-altavoz-del-cambio-global-y-sus-impactos-253075