La maravillosa Greta Thunberg tiene cien veces razón cuando califica estas reuniones anuales de la COP de auténticos circos.
Por cierto que también son ferias comerciales y lugares de congregación de todos los lobbies o grupos de presión. Ahogan a los gobiernos dispuestos a actuar entre los que frenan y aquellos de los que no cabe esperar nada, como los países petroleros. La regla de la unanimidad que rige estas conferencias sirve para evitar lo que los capitalistas denominan la distorsión de la competencia: se trata de universalizar las políticas de manera que los países que actúan pierdan competitividad en el mercado mundial porque los demás se ahorran el coste de las medidas eficaces. La lucha contra el calentamiento climático no es buena para los negocios.