Sindicatos, AMPAS y estudiantes responden al veto del Ejecutivo regional y exigen el cese de la retirada de símbolos y banderas en apoyo al pueblo palestino en colegios e institutos de la Comunidad de Madrid
Sindicatos, Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) y estudiantes han respondido al veto que se conoció este miércoles, impulsado desde el Gobierno de Ayuso, para retirar símbolos y cancelar actividades de solidaridad con Palestina en colegios e institutos públicos y concertados de la Comunidad de Madrid. La comunidad educativa se ha movilizado para exigir a la Consejería de Educación una rectificación y el cese de las presiones para silenciar las voces de la enseñanza que claman por un alto el fuego y que defienden los derechos humanos en las aulas.
Esta respuesta de los profesores la lidera el sindicato minoritario Stem, que este miércoles recordó a la Consejería que toda limitación de la libertad de cátedra debe tener una “base legal justificada y proporcionada”; y la plataforma de profesores Menos Lectivas, que ha lanzado este jueves una campaña de llamamiento a la docencia madrileña para que acudan a clase portando símbolos palestinos como la sandía, la kufiya o los colores de la bandera.
“No nos vamos a callar ante el genocidio. ¡Viva la educación pública, viva Palestina libre!”, anima Menos Lectivas en el comunicado.

A su vez, más de 70 asociaciones de madres y padres de centros públicos y concertados han firmado este jueves un texto de condena al “hostigamiento de la Consejería de Educación a equipos docentes y familias por mostrar su apoyo a la población palestina”. En este comunicado, firmado por AMPAS de colegios e institutos de toda la región, exigen “que se respete la libertad de expresión de toda la comunidad educativa”.
“Educar en derechos humanos no es adoctrinamiento, es uno de los principios básicos de nuestro sistema educativo y de todo nuestro sistema democrático. Por ello, apoyaremos e incentivaremos aquellas iniciativas que, tanto dentro como fuera de los centros educativos se lleven a cabo, para alzar la voz contra este genocidio”, añaden.
Sin embargo, la posición de la Consejería permenece en la negativa de permitir estas inciativas, a pesar de que en 2022 se colocaron símbolos en los mismos centros en favor de la población ucraniana que sufre la invasión rusa. Este miércoles la presidenta madrileña justificó estas acciones represivas con el objetivo de “no politizar” los colegios, a pesar de que la educación en derechos humanos está incluida en el currículo por el que se rige la enseñanza madrileña. “Dejen de intentar adoctrinar”, zanjó Ayuso.
Este jueves han salido nuevos testimonios de visitas o llamadas de Inspección que ordenan retirar banderas o carteles. El ayuntamiento de Rivas, uno de los municipios afectados, se ha rebelado contra estas restricciones y su alcaldesa, Aída Castillejo, ha recordado al Gobierno regional que los colegios son de titularidad municipal, y que la Comunidad de Madrid solo regula la parte curricular y, por tanto, está fuera de su legitimidad decidir sobre estas actividades: “Es evidente que Ayuso y el Gobierno regional solo buscan imponer y recortar la libertad de los centros educativos para educar en valores y derechos humanos”, asegura en una nota hecha pública esta tarde, una carta enviada enviada a los centros educativos y a las AFA de la ciudad en la que destaca que los centros escolares “son espacios donde el conjunto de la comunidad educativa trabaja cada día para construir modelos de convivencia basados en la igualdad, la solidaridad y el respeto a los derechos humanos”.
Por su parte, los estudiantes tampoco permanecen impasibles. Varios adolescentes que tenían programada una reunión este jueves con la ministra de Infancia y Juventud, Sira Rego, critican las prohibiciones. Su instituto, comprometido con el genocidio en Gaza, continúa en lucha defendiendo estas muestras de apoyo. “No hay ningún tipo de opinión, solo exponemos los hechos, que son brutales y cada uno con su criterio que saque las conclusiones”, dice una de estas estudiantes.