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A la búsqueda de formas de reducir las emisiones contaminantes

Fuentes: IPS

   En 2017, Sri Lanka sufrió la peor sequía en 40 años, que obligó a miles de personas en Sri Lanka a abandonar su modo de vida para buscar trabajo en las ciudades. Crédito: Amantha Perera/IPS. NACIONES UNIDAS, 7 dic 2018 (IPS) – En el marco de la 24 Conferencia de las Partes (COP24) de […]

En 2017, Sri Lanka sufrió la peor sequía en 40 años, que obligó a miles de personas en Sri Lanka a abandonar su modo de vida para buscar trabajo en las ciudades. Crédito: Amantha Perera/IPS. 

 En 2017, Sri Lanka sufrió la peor sequía en 40 años, que obligó a miles de personas en Sri Lanka a abandonar su modo de vida para buscar trabajo en las ciudades. Crédito: Amantha Perera/IPS.

NACIONES UNIDAS, 7 dic 2018 (IPS) – En el marco de la 24 Conferencia de las Partes (COP24) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), muchos actores tratan de redoblar esfuerzos en la búsqueda de soluciones prácticas a la crisis climática, como es la propia tierra.

ONU Medio Ambiente presentó en la COP24, que se realiza del 3 al 14 de este mes en Katowice, un informe que alerta sobre que las promesas de la comunidad internacional bajo el Acuerdo de París, las llamadas contribuciones determinadas a nivel nacional, no bastan para mantener el aumento de temperatura global por debajo de los dos grados centígrados.

Las emisiones de gases invernadero ya tienen consecuencias visibles en todo el mundo, y se seguirán viendo en las próximas décadas, puntualizó Kelly Levin, especialista del Instituto de Recursos Mundiales (WRI, en inglés) y principal autora del informe ONU Medio Ambiente.

«La ambición de los actuales compromisos por país no son acordes al espíritu del Acuerdo de París. Si seguimos haciendo lo que hacemos ahora, la temperatura puede llegar a aumentar tres grados», observó.

«La urgencia y la necesidad de actuar nunca fueron tan grandes», añadió Levin.

El jefe de economía de recursos naturales del Fondo de Defensa Ambiental, Ruben Lubowski, y también autor del informe de ONU Medio Ambiente, coincidió: «Ahora no estamos ni cerca de donde necesitamos estar y debemos mejorar, tanto en términos de acompasar las CDN y aumentarlas con el tiempo para avanzar más allá de eso», añadió.

El Informe anual de Brecha de Emisiones de esa misma agencia, concluyó que los gobiernos deben triplicar esfuerzos, pues es necesario reducir una tercera parte de las emisiones contaminantes para 2030 para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los dos grados, y habrá que reducirlas a la mitad para alcanzar la meta de 1,5 grados.

No solo hay una brecha, sino que el informe también concluyó que hubo un aumento en las emisiones en 2017, a diferencia de los años anteriores.

Gran parte de la atención sigue estando en la necesidad de reducir el uso de combustibles fósiles, pero la recuperación y la reforestación suelen desestimarse como soluciones a la crisis.

«Creo que hay una falta de reconocimiento en la importancia que tiene la tierra, en particular; es una de las oportunidades disponibles de inmediato y a un costo relativamente bajo», explicó Lubowski.

Según la CMNUCC, la tierra es responsable de entre 25 y 30 por ciento de las emisiones globales.

Y la deforestación tropical representa ocho por ciento de las emisiones de dióxido de carbono mundial emitidas al año. Si fuera un país, sería el tercer mayor emisor del mundo.

Las emisiones liberadas por el cambio en el uso de la tierra permanecen relativamente estables, pero las acciones que están al alcance de la mano pueden acortar la brecha de emisiones liberadas en hasta 30 por ciento, observó Lubowski.

«Reducir la deforestación ya resultó ser la solución a gran escala más viable. Lo que se necesita es ir más allá de esos mojones justos y tratar de introducir algunas zanahorias en términos de incentivos positivos. Y ni siquiera nos acercamos a agotar esa oportunidad», añadió.

Moverse en torno al dinero

La reforma de la política fiscal está entre las herramientas más efectivas para crear incentivos para inversiones destinadas a iniciativas con bajas emisiones de carbono y reducir los gases contaminantes.

«Tanto las políticas fiscales tradicionales, así como la creación de esos mercados y programas de intercambio de emisiones tienen un gran papel que desempeñar en el uso de la tierra, en particular en la deforestación tropical», dijo Lubowski a IPS.

También señaló la transferencia fiscal ecológica como una de esas políticas, pues permite que los gobiernos locales reciban ingresos impositivos y recursos en función de su rendimiento en la conservación.

La inclusión de índices de conservación como parte de las decisiones en torno a la asignación fiscal se vuelve un incentivo para que las municipalidades locales protejan la tierra y las selvas, así como los recursos para ampliar esas protecciones.

Sin recursos, los gobiernos locales podrían verse obligados a destinar tierras a la agricultura, la industria y la construcción a fin de generar ingresos.

Muy pocos países implementaron esa política; Brasil que fue el primero en aprovecharse de las oportunidades.

Esto llevó a un aumento de 165 por ciento en la extensión de áreas de conservación entre 1992 y 2000, equivalente a un aumento de más de un millón de hectáreas de áreas protegidas.

Por ejemplo, el sureño estado brasileño de Paraná destinó cinco por ciento de los impuestos municipales a la protección de áreas de conservación de la biodiversidad y a cuencas, y desde entonces logró ampliar las áreas protegidas.

Los esfuerzos de Brasil para reducir la deforestación llevaron a una disminución de casi 30 por ciento de las emisiones contaminantes.

Pero se teme que el presidente electo, Jair Bolsonaro, revierta la tendencia tras abogar por reducir las áreas de conservación, aumentar la minería en la Amazonia e, incluso, eliminar el Ministerio de Ambiente.

La vecina Colombia asumió un enfoque ligeramente diferente al de Brasil al implementar un impuesto por cada tonelada de dióxido de carbono emitida por una compañía.

Los ingresos de ese impuesto se destinaron a la preservación de la tierra y al desarrollo sostenible de las comunidades rurales.

La política fiscal también representa un incentivo para las compañías, pues estas pueden exonerar impuestos al carbón si se vuelven carbono neutral o realizar actividades de compensación como proyectos ambientales.

También se diseña un enfoque similar para reducir y compensar emisiones para la industria de la aviación, que podría ser responsable de alrededor de cinco por ciento de las emisiones contaminantes del mundo para 2050.

El futuro son los árboles

Como el sector de la tierra representa alrededor de entre 20 y 25 por ciento de las CDN, es cada vez más importante implementar políticas que permitan la recuperación y la conservación, señaló Lubowski.

Levin y Lubowski coincidieron en que no será suficiente para reducir la brecha de emisiones y revertir la tendencia.

«Necesitamos acciones en cada sector. Necesitamos alejarnos de las fuentes de combustibles fósiles y de avanzar hacia fuentes de energías limpias, frenar la deforestación y recuperar tierras, reducir las emisiones de la agricultura, atender la situación del transporte y tener ciudades con energía cero», subrayó Levin.

Según el informe de ONU Medio Ambiente, si todos los subsidios a los combustibles fósiles se retiran de forma progresiva, llevará a una reducción de las emisiones de 10 por ciento para 2030.

«Conocemos los ingredientes para el éxito, sabemos hacer esto. No va a costar mucho y tendrá, de hecho, beneficios significativos; solo es una cuestión de abocarse a ello», añadió Levin.

«Me preocupa dónde estamos, en especial si pensamos en (no superar el aumento de) 1,5 grados, el sector de la tierra se vuelve cada vez más importante, no solo en términos de reducir las emisiones, que son esenciales, sino en pasar al negativo», explicó Lubowski.

Reclamamos más cooperación internacional para reducir las emisiones y una mayor focalización en la silvicultura, como forma de mejorar la ambición de forma rentable, indicó.

Levin subrayó la necesidad de que los países redoblen sus compromisos para 2020 y que la COP redoble su esfuerzo.

La COP «será un momento importante para reafirmar el proceso para los países. Es la primera prueba sobre el espíritu del Acuerdo de París y necesita enviar un mensaje realmente clave sobre mejorar la ambición», declaró.

Traducción: Verónica Firme

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2018/12/a-la-busqueda-de-formas-de-reducir-las-emisiones-contaminantes/