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A Rouco le sobraron más de 900 mil hostias

Fuentes: Rebelión

Según el diario Público, Monseñor Rouco Varela tenía preparadas un millón de formas para repartir ayer en la madrileña plaza de Lima, pese a que allí, si se hubiera llenado solo cabían 160.000 y no fueron ni la mitad. Se trataba del tercer año consecutivo (si no contamos la primera convocada por el foro por […]

Según el diario Público, Monseñor Rouco Varela tenía preparadas un millón de formas para repartir ayer en la madrileña plaza de Lima, pese a que allí, si se hubiera llenado solo cabían 160.000 y no fueron ni la mitad.

Se trataba del tercer año consecutivo (si no contamos la primera convocada por el foro por la familia), que los obispos convocaban en Madrid una manifestación-concentración de fieles en defensa de la familia porque -según ellos- hay una ofensiva para destruirla.

Pero lo de menos son los números, y por supuesto la aparente irreverencia del titular. Lo grave a mi juicio es seguir amenazando y dividiendo a los católicos, continuar queriendo influir de manera innoble en la política legislativa de un país, y tratar de imponer a toda una sociedad lo que serían solo mandatos para sus fieles.

Que el fundamentalista del cardenal Rouco afirme en su homilía que sin la familia cristiana -esa que dicen que está amenazada- Europa «se quedaría prácticamente sin hijos«, o que el neocatecumenal Kiko Argüello en la rueda de prensa afirmara que la gran asamblea «no tiene ningún móvil político», son barbaridades que les convierten en verdaderos «sacrílegos públicos» por usar la expresión del teólogo Glez Faus.

A la familia en general -no solo a la Cristiana- si algo o alguien la están amenazando, Sres. obispos, no son las leyes de matrimonios homosexuales, ni del divorcio ni tan siquiera la del aborto, sino Uds. mismos que con sus diatribas reaccionarias siguen tratando de embutir los miedos de antaño y de ver los pecados en todo. Si acaso, después de ello, la pueden amenazar, la manipuladora televisión, el impresentable consumismo, la falta de valores en la educación, los cinismos de sus pederastas prelados, y por supuesto la pobreza, el paro o la crisis tan injustamente gestionada.

Dejen ya de joder con estos belenes de misas que más tienen de concentraciones y manifestaciones que de verdaderas Eucaristías. ¿cómo si no, se pueden prohibir los supuestos abusos litúrgicos como los aplausos, las danzas, la presencia de chicas monaguillos y otras actividades supuestamente irreverentes en las eucaristías y aquí, en Cuzco o en Colón, valen los globitos de colores (que no condones), los bocatas para todos, los cantos contra el gobierno, o los vergonzosos anuncios para poner SMS con los que recaudar fondos para semejante despilfarro?

Sres Obispos, como muchas otras personas creyentes (redes cristianas, movimiento pro celibato opcional, foro de curas de Madrid, comunidades cristianas populares, iglesias de base, etc) cada día siento más vergüenza e indignación por esas conductas, actividades y afirmaciones que de ningún modo representan el sentir de la inmensa mayoría. Por mucho que jaleen los activos miembros del Opus Dei, Legionarios de Cristo, Comunión y Liberación, Camino Neocatecumenal o Kikos, Focolares y demás neocons españoles con la FAES del Sr Aznar a la cabeza o medios como la COPE o libertad digital. Así lo pienso y así queda escrito.

Rebelión ha publicado este artículo con permiso del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.