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Abolir el PEIT: una de las medidas más efectivas contra la desertificación en España

Fuentes: Ecologistas en Acción

  La consecuencia más indeseable de la desertificación es la pérdida de suelo fértil. En España uno de los principales factores de pérdida de estos valiosos suelos es la construcción de infraestructuras de transporte. En los últimos años, la pérdida de suelo por este motivo ha sido enorme, como denuncia Ecologistas en Acción. La consecuencia […]

 

La consecuencia más indeseable de la desertificación es la pérdida de suelo fértil. En España uno de los principales factores de pérdida de estos valiosos suelos es la construcción de infraestructuras de transporte. En los últimos años, la pérdida de suelo por este motivo ha sido enorme, como denuncia Ecologistas en Acción.

La consecuencia más indeseable de la desertificación es la pérdida de suelo fértil. En España uno de los principales factores de pérdida de estos valiosos suelos es la construcción de infraestructuras de transporte. En los últimos años, la pérdida de suelo por este motivo ha sido enorme, como denuncia Ecologistas en Acción.

Mientras se celebra en Madrid la octava reunión de la Convención de Naciones Unidas contra la Desertificación, Ecologistas en Acción quiere enfatizar el papel de las infraestructuras de transporte en este grave problema. Según los datos del proyecto europeo Corine Land Cover, que analiza los cambios en el uso del suelo en toda Europa a partir de fotos satélite, la construcción de autovías es la responsable en España de la pérdida de más de 1/5 de todo el suelo que se ha convertido a artificial entre 1987-2000.

Efectivamente, durante este periodo, la superficie ocupada por autopistas y autovías ha pasado de 36.749 hectáreas a 91.427. Es decir, se ha multiplicado por un factor de 2,5. Además, es claro que esta dinámica constructiva se ha acelerado a partir del año 2000, aunque aún no se dispone de los datos de ocupación de suelo durante este periodo.

Según las estadísticas de Fomento, en 1987 había unos 3.500 km de autovías y autopistas en España, mientras que en 2000 se llegó a 10.443 km. Si en este periodo se registró una pérdida de suelo fértil tan grande como la mencionada, podemos imaginar lo que va a suponer que a los 13.156 km existentes en 2005 se les sumen ahora los 6.000 nuevos kilómetros de autovías que tiene previstos el PEIT (Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte 2005-2020, del Ministerio de Fomento). Sin olvidar los nuevos trazados que están desarrollando las diferentes Comunidades Autónomas, las cuales están cobrando un papel creciente en la construcción de viario de alta capacidad.

El PEIT, asimismo, plantea un gran incremento de kilómetros de otro gran devorador de suelos fértiles: el tren de alta velocidad. Efectivamente, prevé construir 9.000 nuevos kilómetros de alta velocidad ferroviaria, que por sus características constructivas y de trazado también suponen la ocupación de una amplia banda de terreno.

En este sentido, el PEIT dedica la parte más importante de su presupuesto precisamente a desarrollar las infraestructuras lineales que más terreno ocupan. De un presupuesto total de 248.892 millones de euros, el PEIT destina un 33,5% al desarrollo de los 9.000 km mencionados de alta velocidad ferroviaria, y un 12,9% a los 6.000 nuevos kilómetros de autovía.

Conviene recordar que a menudo estas infraestructuras lineales se trazan aprovechando los mejores terrenos agrícolas (las vegas), por lo que su impacto en la pérdida de suelo fértil es aún más grave. También es necesario señalar que estas obras ni siquiera tienen justificación desde el punto de vista del transporte: la mayor parte de las nuevas autovías se plantean en itinerarios que no llegan ni a la mitad del tráfico mínimo aconsejable para abordar un desdoblamiento de calzada.

Ecologistas en Acción considera, por lo tanto, que la mejor estrategia para luchar contra la desertificación, y en particular contra la pérdida de suelo fértil, pasa por abolir en PEIT y poner las bases para una movilidad sostenible, al tiempo que se contiene el desmesurado crecimiento urbanístico. Sin olvidar la responsabilidad de las Administraciones autonómicas, que hoy por hoy mantienen unos criterios en el desarrollo de infraestructuras de transportes similares a los obsoletos e insostenibles que aplica el Ministerio de Fomento.

Prensa y Medios de Comunicación – Ecologistas en Acción
http://www.ecologistasenaccion.org/