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Al crimen de lesa humanidad, al abandonar en el desierto a cientos de personas, Marruecos añade otro contra el medio ambiente

Acaban con los bosques que rodean Ceuta y Melilla para eliminar inmigrantes

Fuentes: Argenpress

Al crimen de lesa humanidad cometido al abandonar a su suerte a cientos de personas en el desierto sin agua ni alimentos, Marruecos añade hoy otro contra el medio ambiente al talar los bosques que rodean Ceuta y Melilla. Taladros y excavadoras derriban pinos y eucaliptos en un verdadero ecocidio con el incierto y poco […]

Al crimen de lesa humanidad cometido al abandonar a su suerte a cientos de personas en el desierto sin agua ni alimentos, Marruecos añade hoy otro contra el medio ambiente al talar los bosques que rodean Ceuta y Melilla.

Taladros y excavadoras derriban pinos y eucaliptos en un verdadero ecocidio con el incierto y poco probable propósito de eliminar el hábitat provisional de cientos de inmigrantes subsaharianos que huyen del hambre en sus países.

Voceros de Médicos sin Fronteras denunciaron que no es matando bosques ni a la naturaleza como se acaba con la inmigración, sino matando el hambre y la miseria que empuja a los subsaharianos a un éxodo masivo hacia los países ricos donde creen que pueden salvarse.

El Ejército marroquí despeja la zona a marchas forzadas, explica un oficial, para gozar de una mayor visibilidad y otorgar a las fuerzas del orden más espacio para maniobrar si los subsaharianos llevan a cabo nuevos asaltos.

Precisamente a ese ejército se le responsabiliza con el asesinato de una decena de subsaharianos cazados a tiros en sus intentos de saltar una valla de seis metros de alturas puesta por España en sus fronteras con Marruecos, las cuales, sin embargo, no han detenido las avalanchas.

El bosque de Rostrogordo lo están eliminando, pese a que allí están concentrados la mayoría de los dos mil 750 soldados que custodian la cerca del lado marroquí. Allí están reagrupados también los prisioneros subsaharianos atrapados en el monte.

Un coronel que comanda la plaza de Nador se siente satisfecho de acabar tanto con el bosque como con quienes se esconden en él y revela que ‘los subsaharianos tienen miedo y se entregan al comprobar que somos muchos y no estamos de paso’.

Opinó que después de arrasado el bosque y tras el fracaso del último asalto a la cerca el jueves pasado en Melilla, cuando murieron varios de ellos, no habrá más intentonas masivas de saltar la alambrada.

La gobernación de Nador se vanagloria de que en las últimas 24 horas capturaron en esa provincia 252 personas y, desde principios de año, seis mil 764, un ‘récord absoluto’.

España, recuerda Bendhaiba, gobernador de Nador, trazó hace años un pasillo despejado y ahora nosotros hacemos otro tanto. No lo vamos a asfaltar pero, además de ganar visibilidad, los vehículos de los antidisturbios podrán circular rápidamente por sus 20 metros de ancho.

Un inmigrante preso se negó a responder qué cantidad de inmigrantes quedan en los alrededores de Ceuta y Melilla, pero aseguró que ante la tala de bosques y la represión militar ya no hay campamentos estables.