Este año que termina, como todos, ha estado cargado de acontecimientos en España y en el ámbito internacional, que han marcado el devenir de los días y de alguna u otra manera el de nuestras vidas. Vamos a repasar algunos de ellos, como la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa o la condena al […]
Este año que termina, como todos, ha estado cargado de acontecimientos en España y en el ámbito internacional, que han marcado el devenir de los días y de alguna u otra manera el de nuestras vidas.
Vamos a repasar algunos de ellos, como la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa o la condena al Partido Popular por corrupción en el caso Gürtel. La dimisión de Cristina Cifuentes o la de dos ministros antes de que se cumplieran los 100 días de Gobierno. Y que me dicen de la retirada de Raúl Castro en Cuba. Se ha celebrado la primera cumbre entre un presidente estadounidense y un líder norcoreano desde el fin de la guerra en 1953; el brutal asesinato del periodista saudí Yamal Jashogi en el consulado de su país en Estambul, que todo parece ordenado por el amigo de nuestro rey emérito; el Brexit en Reino Unido, la caravana de migrantes hacia Estados Unidos o el acoso a Macron por los «chalecos amarillos».
El líder del PSOE ganó la moción de censura con el apoyo de ocho partidos, que puso fin al mandato de Mariano Rajoy, por 180 votos a favor, 169 en contra y la abstención de Coalición Canaria. Inmediatamente el PP anticipó que haría una dura oposición al nuevo Gobierno, como así está ocurriendo. Es la primera vez en España que el partido que gobierna tiene menos diputados que el principal grupo de la oposición. Tampoco nunca antes había cambiado el color del Gobierno en mitad de la legislatura y sorpresivamente ocurrido en una sola semana.
Pedro Sánchez es el único presidente del Gobierno que no es diputado en el Congreso. Llegó a la Moncloa después de perder una investidura en marzo de 2016, fracasó en dos elecciones generales con los peores resultados de su partido, dimitió de la secretaría general del PSOE, abandonó su acta de diputado y volvió tras unas difíciles primarias. Pese a tanta «debilidad», Pedro Sánchez ha hecho balance de sus primeros siete meses en el Gobierno de España, insistiendo en que la «vocación» del Ejecutivo sigue siendo agotar la legislatura, que concluye en 2020. «En 7 meses el Gobierno ha subido el SMI, ha recuperado la sanidad universal, revertido los recortes educativos, impulsado el pacto contra la Violencia de Género, revalorizado las pensiones y reconocido nuevos derechos a los autónomos», fue su balance.
Otro acontecimiento que marcó el ámbito de la Justicia con repercusiones directas en la política, fue la condena al PP por corrupción. La condena por un gran escándalo de corrupción provocó un torbellino político, cuando la Audiencia Nacional declaró que el Partido Popular en el gobierno, se benefició con la mayor trama de sobornos en cuatro décadas de régimen democrático. El fallo supuso un duro revés para el PP. Ciudadanos, que hasta entonces le había apoyado en el Congreso, anunció que estudiaría la modificación de su posición «porque la sentencia lo cambia todo». El tiempo todo lo cura y la memoria es selectiva. Ahora Ciudadanos apoya al PP en la formación del nuevo Gobierno en Andalucía.
La dimisión de Cristina Cifuentes como presidenta de la Comunidad de Madrid, marcó la política madrileña. La dimisión, aunque esperada, llegó de forma precipitada por otras razones. Cristina Cifuentes hizo frente a las dudas sobre su máster en la Universidad Rey Juan Carlos, pero no pudo combatir la publicación de unos vídeos en los que aparecía tras sustraer, presuntamente, unas cremas de un supermercado. Ángel Garrido se hizo cargo de una Comunidad de Madrid en la que ha tenido que pactar con Ciudadanos hasta el último momento para sacar adelante sus presupuestos.
Dos ministros dimitidos y varios conatos de crisis en apenas 100 días de Gobierno. La información sobre varias supuestas irregularidades en el máster que cursó la ministra de Sanidad, Carmen Montón, organizado por el Instituto de Derecho Público de la URJC, el mismo de los polémicos postgrados de Cristina Cifuentes y Pablo Casado, desencadenó la crisis en el Gobierno, saldada en dos días con la dimisión de la ministra. Fue el segundo gran varapalo que recibía el Gobierno de Pedro Sánchez en apenas 100 días de existencia, después de la renuncia exprés que protagonizó el ministro de Cultura, Màxim Huerta, con tan solo seis días en el cargo, al conocerse que había cometido un fraude fiscal entre 2006 y 2008.
En este simbólico período «de gracia» y cortesía para los gobiernos debutantes, la oposición ha pedido la dimisión de otros dos ministros: el titular de Agricultura, Luis Planas, hasta que fue desimputado de un delito ecológico por una trama de robo de agua en el entorno de Doñana; y la de la titular de Justicia, Dolores Delgado, por sus declaraciones sobre cómo defendería el Ejecutivo al juez Pablo Llarena ante la Justicia belga o las grabaciones en una comida con el comisario Villarejo. La polémica también afectó a la ministra de Defensa, Margarita Robles, sobre la paralización de la venta de 400 bombas de precisión a Arabia Saudí ante la posibilidad de que fueran usadas contra la población civil en Yemen. Tubo que enmendarse a si misma ante las consecuencias que podría acarrear la anulación del encargo de Arabia de cinco corbetas al astillero de San Fernando en Cádiz.
En el ámbito internacional, el 19 de abril se produjo un relevo histórico en Cuba. Raúl Castro cedió el poder a Miguel Díaz-Canel. Raúl había sucedido en 2008 a Fidel, que murió ocho años después, lo que le permitió explorar una tímida apertura que interrumpió la crisis internacional. Ahora todos los ojos están puestos en Díaz-Canel. De momento, ejerce un liderazgo más cercano, con paseos «espontáneos» y sus mensajes en Twitter. La oposición ha rebajado las expectativas de cambio, porque Raúl Castro se mantendrá como jefe del Partido Comunista hasta 2021.
El 12 de junio Singapur acogió una cumbre histórica, entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el dirigente norcoreano, Kim Jong Un. El encuentro fue el primero entre los mandatarios de ambos países desde el fin de la guerra de Corea en 1953 y, pese al optimismo inicial y los elogios que se prodigaron, no se ha registrado grandes avances. Kim ha expresado su compromiso con la desnuclearización de la Península y ha reclamado a EEUU el levantamiento de las sanciones contra su país, algo por lo que Trump no está dispuesto a pasar, hasta comprobar que el líder norcoreano cumple con su palabra.
En Estambul, el 2 de octubre, fue asesinado el periodista saudí Yamal Jashogi. Su desaparición, negada inicialmente por Riad, resultó ser un cruento asesinato en el que el cuerpo del reportero, crítico con la casa real y autoexiliado en Estados Unidos, habría sido descuartizado. Casi una veintena de personas han sido detenidas en relación con el asesinato, incluido el comando que viajó expresamente a Estambul, con la intención de convencer a Jashogi de su vuelta. Aunque Riad ha negado que el príncipe Mohamed o el rey Salmán estuvieran al tanto de los planes, el joven príncipe ha quedado señalado; incluso el Senado estadounidense no duda de su implicación en el asesinato.
La negociación del Brexit se ha convertido en una carrera de obstáculos para la primera ministra británica, Theresa May, quien se ha visto obligada a lidiar con el ala más euroescéptico de su partido. Tras arduas negociaciones, May conseguía cerrar a finales de noviembre el acuerdo con Bruselas, que rápidamente generó críticas tanto desde la oposición como desde los «brexiters» de su gabinete. Acorralada, ha defendido con firmeza el pacto, asegurando que es el mejor posible, y ha tratado de buscar nuevas garantías de sus socios. Pese a ello, a sabiendas de que el acuerdo no conseguiría el respaldo del Parlamento el 11 de diciembre, decidió aplazar la votación, desencadenando una moción de confianza en las filas de su partido de la que consiguió salir airosa. May debe someter a votación el Acuerdo de Retirada antes del 21 de enero o Reino Unido se arriesga a una salida a ciegas de la UE el próximo 29 de marzo.
El presidente francés terminado el año en una situación delicada. El 17 de noviembre, miles de franceses se echaron a las calles en protesta por los planes del Gobierno de aumentar los impuestos a los hidrocarburos, iniciando un movimiento de protesta que fue ganando en participación y virulencia. Ataviados con chalecos amarillos, los manifestantes se vienen concentrando durante varios sábados seguidos en distintas ciudades, protagonizando altercados especialmente virulentos en París, donde hubo decenas de heridos y detenidos y se provocaron importantes daños materiales. El Gobierno dio marcha atrás a su propuesta y anunció otra serie de medidas con el fin de aplacar los ánimos. Sin embargo, la crisis no parece estar solventada del todo. Pese a que el movimiento de los «chalecos amarillos» va perdiendo fuerza, Emmanuel Macron ha visto su popularidad hundirse a niveles mínimos.
Por último me referiré a la caravana de migrantes centroamericanos, rumbo a Estados Unidos. Unas 1.300 personas partieron a mediados de octubre de la ciudad hondureña de San Pedro Sula. A su paso por Honduras, Guatemala y México se sumaron otras muchas hasta conformar una gran caravana de migrantes nunca vista en la región. Los expertos hablan de una nueva dinámica migratoria que consiste en viajar en grupo para evitar los peligros del camino. Donald Trump ha ordenado un despliegue militar sin precedentes en la frontera sur para frenar lo que considera una «invasión». La ONU y las ONG piden un Plan Marshall para la región. (Fuente Europa Press)
Hay más historias que iremos contando en los próximos días. Mientras tanto, deseo a todas y a todos, el mayor bienestar posible para los años venideros.
@caval100
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