Unas quince personas, activistas antiglobalización, llevaron a cabo ayer una acción de protesta en el Instituto Italiano de Cultura de Madrid por las condenas a 24 personas a 102 años de cárcel, acusados de «saqueo y devastación», tras las manifestaciones de Génova (Italia) con motivo de la Cumbre del G8 en 2001. La acción consistió […]
Unas quince personas, activistas antiglobalización, llevaron a cabo ayer una acción de protesta en el Instituto Italiano de Cultura de Madrid por las condenas a 24 personas a 102 años de cárcel, acusados de «saqueo y devastación», tras las manifestaciones de Génova (Italia) con motivo de la Cumbre del G8 en 2001.
La acción consistió en una ocupación simbólica de la institución a las 12,15 horas de la mañana del martes. Mientras tanto, en la puerta del edificio otro grupo postaba una pancarta en la que podía leerse: «La Historia somos nosotr@s. Libertad a l@s 24 de Génova 2001».
El objetivo era el de protestar contra esas condenas y hacerlas visibles, en la medida en que no han sido recogidas por los medios de comunicación convencionales. Pretendiendo, además, denunciar que no se trata de un problema local (del Estado italiano), sino global, en la medida en que en la contracumbre de julio de 2001 en la ciudad italiana participaron activistas de numerosos países del planeta.
Durante más de una hora, el grupo que se había encerrado en el edificio se mantuvo en la primera planta del mismo, intentando negociar su estancia y la posibilidad de colgar alguna pancarta en el exterior del Instituto.
En de claraciones a Radio Rompamos el Silencio, un portavoz de los activistas declaró: «Queremos llamar la atención de la sociedad civil sobre el hecho de que la protestas en esa ciudad (Génova), así como las de Evian o Rostock, tienen carácter global. A Génova fuimos a protestar personas de todo el mundo y el juicio ahora se trata como si fuera una cuestión interna italiana. No es casualidad que todos los acusados sean italianos. Queremos dejar claro que este juicio es una cuestión global; que nos afecta a todos y todas y que l@s que nos manifestamos en Génova fuimos ciudadan@s de un montón de países del mundo, y que si las personas que estaban en la calle aquel 20 de julio son culpables, lo somos todos y todas. Esta sentencia es la culminación de una acto de injusticia. Convocamos a una concentración en la embajada italiana mañana (hoy miércoles); durante la misma se entregarán firmas de personas autoinculpad@s, ya que esperamos unir nuestra suerte a las de l@s 24 condenad@s».
Poco después, tras asomarse a un balcón y tirar numerosos panfletos sobre la calle, los activistas abandonaron el edificio y ofrecieron en el exterior una rueda de prensa. El colectivo explicó que sólo una compañera, aquella a la que se le pedía la pena más alta (16 años de reclusión), ha sido absuelta al no considerarse probado que participara en los hechos.
En diez de los casos se admite la tipificación de » saqueo y devastación «, mientras que al resto se les condena por acusaciones mas «usuales» como resistencia, atentado o desordenes públicos. En todos los casos las penas oscilan entre los 6 meses y los 11 años.
La Cumbre de Génova reunió en julio de 2001 a los siete países mas industrializados del mundo y a Rusia (G-8), y el encuentro, que duró cuatro días , estuvo marcado por la muerte de un joven italiano y cerca de 400 heridos durante los disturbios en que degeneraron las protestas antiglobalización y que reunieron a más de 150.000 personas