Desde ADHIF (Asociación defensora de Herbívoros Contra Incendios Forestales [email protected] ) deseamos que nuestra lucha por la naturaleza sea global; pues muchos aspectos influyen en que vayamos exterminando la fauna y que cada verano padezcamos demasiados incendios graves en España. Uno de estos problemas ambientales se originan en el glifosato y otros herbicidas que han […]
Desde ADHIF (Asociación defensora de Herbívoros Contra Incendios Forestales adhif_@hotmail.com ) deseamos que nuestra lucha por la naturaleza sea global; pues muchos aspectos influyen en que vayamos exterminando la fauna y que cada verano padezcamos demasiados incendios graves en España.
Uno de estos problemas ambientales se originan en el glifosato y otros herbicidas que han sido clasificados por la Organización Mundial de la Salud como probablemente cancerígenos para los seres humanos. Sí, pero aunque sea cancerígeno que seguramente lo es, se siguen utilizando intensivamente por interés de las multinacionales que los venden y por la inconsciencia de quienes los utilizan sin querer reconocer el daño que provocan a la naturaleza.
Hace cuarenta años, cuando no estaba generalizado el uso de estos productos hasta en jardines, urbanizaciones, etc., se veían en las sierras alicantinas innumerables mariposas, saltamontes, erizos, insectos, abejas; gorriones, abubillas… que hoy en día han desaparecido en un porcentaje alarmante. Estamos destruyendo los campos y los montes como ya lo hemos hecho con el Mar Mediterráneo: hace cuarenta años lleno de vida, cuando hoy, si buceas por una cala preciosa de Alicante, es una paraje bello pero casi muerto de peces, pulpos y otros animales tan habituales cuando yo era joven. Las montañas tampoco son el paraíso de antaño: antes repletas de pájaros, saltamontes, mariposas, etc, y hoy llenas de vidrios, escombros… y hasta de plásticos como los que están convirtiendo los mares en pocilgas.
Resulta muy rentable para los agricultores el fumigar con productos eficaces y a innumerables propietarios de fincas rústicas o en jardines el utilizar herbicidas potentes; sin embargo, que estamos provocando: destruir la cadena trófica necesaria para la vida: los fumigantes matan a los parásitos o no dejan crecer la hierba que no te interese, mas acaba también aniquilando a los insectos, a los pájaros que se alimentan de ellos, a las rapaces que se nutren de ellos; a los herbívoros salvajes que comen hierba contaminada… Por fin, llega a provocarnos cáncer a los seres humanos, lo animales más peligrosos de este planeta, que nos alimentamos de fruta, verdura, carne, pescado.. que antes nos hemos encargado de que estén bien atiborrados de pesticidas, mercurio y otros elementos nocivos.
Es una lástima que las llamadas personas estemos muriendo de éxito y si no paramos el crecimiento económico tan destructivo y la superpoblación humana tan agobiante para el planeta en general; habremos conseguido miles de millones de automóviles, millones de aviones de aquí para allá, 20.000 millones o más de humanos, guerras infinitas por el agua, y conflictos por huir de países convertidos en desiertos por el cambio climático.
Seremos poderosos, reyes del planeta; pero destruiremos gran parte de las plantas y de los animales; extinguiremos nuestra raza de «homo sapiens»; mas nunca lograremos aniquilar del todo este planeta; pues no lo puede destruir ningún ser humano ni falso dios, ya que su existencia se la debe a una estrella. Nuestra Tierra se originó de polvo y gas de nuestro dios Sol y cuando éste explote y se convierta en supernova, desaparecerá nuestro planeta para siempre. Antes de que eso suceda, respetemos la naturaleza y gocemos de ella sin tanta contaminación herbicida, atmosférica ni basura.
Raimundo Montero es Presidente de ADHIF
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