Cronopiando Ahora, precisamente ahora, en que nadie puede sospechar un gesto, un precio, una contrapartida; cuando las negociaciones están rotas y nadie va a suponer acuerdos de aposento; cuando nadie tiene ya nada que ceder ante el «chantaje terrorista» porque ya no hay proceso de paz en el País Vasco; cuado se habla en nombre […]
Ahora, precisamente ahora, en que nadie puede sospechar un gesto, un precio, una contrapartida; cuando las negociaciones están rotas y nadie va a suponer acuerdos de aposento; cuando nadie tiene ya nada que ceder ante el «chantaje terrorista» porque ya no hay proceso de paz en el País Vasco; cuado se habla en nombre de la paz, se invoca el estado de derecho y se exige justicia, ahora, precisamente ahora, es el momento de que cese ya la violencia de la tortura en las cárceles y la impunidad de los torturadores; ahora es el momento de que termine la violencia de la política penitenciaria con los presos y se cumplan las propias leyes españolas al respecto, que prohíben la dispersión y que ha sido una demanda secular de la sociedad vasca en su conjunto, incluyendo al clero; ahora es el momento de que Juana de Chaos salga de la cárcel, cumplida su condena y su anatema, y que el ministro de Justicia no confunda la ley con sus demonios; ahora es el momento de que desaparezca la Audiencia Nacional con todos sus fantasmas y la justicia recupere parte de su vergüenza; ahora es el momento de que el pueblo vasco en su conjunto termine de saber que existe una vía no violenta, ahora es el momento de hacer posible la paz, la justicia y… hasta el estado de derecho que dicen reclamar todos.