Miembros de organizaciones no gubernamentales que participaron en el Foro Internacional en Defensa del Agua, en instalaciones del sindicato de telefonistas Foto María Luisa Severiano Integrantes de la campaña mundial que encabeza la organización War on Want para boicotear a la empresa Coca-Cola lanzaron un llamado de alerta ante el uso «abusivo e insustentable» del […]
Miembros de organizaciones no gubernamentales que participaron en el Foro Internacional en Defensa del Agua, en instalaciones del sindicato de telefonistas Foto María Luisa Severiano
Integrantes de la campaña mundial que encabeza la organización War on Want para boicotear a la empresa Coca-Cola lanzaron un llamado de alerta ante el uso «abusivo e insustentable» del agua y la contaminación que ocasionan sus plantas embotelladoras en ríos y manantiales, además de la «sistemática violación a los derechos humanos y laborales de los trabajadores».
El «monopolio hídrico» que pretende construir la multinacional, afirmaron al participar en el Foro Internacional en Defensa del Agua, le permite acceder a 283 mil millones de litros cada año, «cantidad que podría abastecer por 10 días a toda la población mundial, incluidos los mil 600 millones de personas sin acceso a fuentes seguras de líquido».
Joe Zacune, de War on Want, indicó que en el tercer informe mundial alternativo, en el que se analiza la responsabilidad social empresarial, «se hace evidente que Coca-Cola, que actualmente vende 400 marcas en 200 países, pretende asumirse como defensor de la naturaleza y los recursos, cuando en realidad las historias de los pueblos donde llegan sus embotelladoras cuentan otra cosa».
La creciente contaminación de ríos, acuíferos y manantiales por los desechos tóxicos de sus plantas embotelladoras demuestra efectos nocivos no sólo sobre la calidad del líquido, sino también mayor escasez, pues la mayor parte de los tres litros de agua que utiliza para producir un litro de Coca-Cola se van al desagüe, contaminados con químicos empleados para limpiar botellas y maquinaria.
Al respecto, Amit Srivaytana, de India Resource Center, organización que lucha por los derechos humanos y laborales en el país asiático, señaló que la mayoría de las embotelladoras se han instalado en pequeñas comunidades rurales, «a las que roban el agua, por lo que se genera una rápida escasez del líquido y un grave daño ambiental».
En India, Coca-Cola extrae un millón de litros del recurso al día, mientras la mayoría de la población vive en comunidades donde no tiene agua potable y debe obtenerla de pozos que «ahora están sobrexplotados».
Javier Correa, presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de Alimentos de Colombia, destacó que el único lenguaje que «puede entender Coca-Cola es el de las ganancias, por eso se ha iniciado una gran campaña para boicotearla, ya que no sólo ha violado de forma sistemática los derechos laborales de los trabajadores colombianos, sino también ataca el derecho humano al líquido en muchas comunidades del mundo».