Desde finales del siglo XX y todo lo que llevamos del siglo XXI, la derecha, sus voceros económicos y periodísticos junto a los llamados influencers derechosos, nos anuncian catástrofes para los pensionistas y las pensiones.
Fíjense en la prensa de derechas y en los elementos de derechas que participan en tertulias y verán que siempre atacan al sistema público de pensiones y nos señalan como causantes de los males de la actual juventud.
Los problemas empezaron a surgir ya, a finales del siglo XX, cuando el antiguo Banco Bilbao planteó la quiebra de las pensiones, debido a la demografía.
Según sus cálculos la población española en el año 2010 iba a ser de 39 millones de habitantes y en consecuencia el sistema iba a quebrar. La realidad fue bien distinta, España pasó de cuarenta millones y medio de habitantes a cuarenta y seis millones ochocientos mil habitantes.
¿Cómo es posible semejante error en solo diez años? Como verán, siempre emplean la demografía como arma para justificar políticas de jubilación retrógradas, pero siempre con grandes errores.
Veamos ahora un poco de historia de las pensiones y datos que nadie dice. La actual forma de las pensiones públicas proviene del Real Decreto Ley 36/1978 y supuso una reforma surgida de los Pactos de la Moncloa, creándose un sistema de participación institucional de los agentes sociales, marcando una nueva fase en el sistema de pensiones.
Uno de los momentos claves fue la creación del llamado Pacto de Toledo, siendo este, aprobado por el pleno del Congreso de los Diputados de España durante la sesión del seis de abril del año 1995, del documento previamente aprobado por la Comisión de Presupuestos el treinta de marzo del año 1995, referente al “análisis de los problemas estructurales del sistema de seguridad social y de las principales reformas que deberán acometerse”.
Una de las propuestas realizadas en el Pacto de Toledo era que se establecía la necesidad de separar las fuentes de financiación para una mayor sostenibilidad del sistema de pensiones.
La Ley 35/2002, que reformó el sistema, incluyó la separación de fuentes de financiación mediante aportaciones del Estado para cubrir los complementos mínimos, lo que supuso un primer paso hacia la separación total.
Sin embargo, fue en el año 2013 cuando, mediante una importante aportación del Estado, se completó esta separación, permitiendo que el sistema de la Seguridad Social se financiara únicamente con cotizaciones y que el gasto de las pensiones no contributivas fuera sufragado por los Presupuestos Generales del Estado.
Las pensiones no contributivas son gestionadas por las Comunidades Autónomas y financiadas directamente con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, lo que las distingue claramente de las pensiones contributivas del sistema de la Seguridad Social.
Esta medida supone que las prestaciones contributivas se financien con las cotizaciones a la Seguridad Social de empresarios y trabajadores, mientras que las prestaciones no contributivas, los gastos sanitarios y asistenciales se financian a través de los Presupuestos Generales del Estado, vía impuestos generales.
Hoy hay tres clases de pensiones:
- Las pensiones contributivas pagadas por la Seguridad Social.
- Las pensiones no contributivas, financiadas por los presupuestos generales del Estado y abonadas por las comunidades autónomas.
- Las pensiones generales de jubilación de los funcionarios pagadas por el ministerio de Hacienda cuyo número es de unos 650.000 jubilados.
Distinguir esto es importante, porque se habla de las pensiones en general mezclando conceptos muy diferentes y es aquí donde nos vamos a llevar la primera gran sorpresa.
Desde el año 1978 hasta el año 2013, la Seguridad Social con las pensiones contributivas, ha estado pagando las suyas y las que correspondían pagar al Estado y que se las ha estado ahorrando.
No estamos hablando de una cantidad pequeña sino según cálculos rondan los 300.000 millones de euros, que la Seguridad Social ha dado al Estado al asumir unas pensiones que no le correspondían pagar.
Según el informe del Tribunal de Cuentas en su “Informe de fiscalización sobre la evolución económica financiera de la Seguridad Social” emitido el treinta y uno de diciembre del año 2018, dice lo siguiente:
“La demora en la asunción por el Estado de la totalidad de sus compromisos ha causado un serio perjuicio al sistema de la Seguridad Social, puesto que ha tenido que soportar con cargo a sus recursos, fundamentalmente cotizaciones sociales, la parte del coste no asumido por el Estado, siendo está una de las causas fundamentales de la situación de endeudamiento y de las tensiones de liquidez que han afectado y afecta actualmente a la Seguridad Social”.
Por eso, que haya gente de derecha que llame a los jubilados insolidarios y que les estamos robando el futuro, es justo lo contrario de lo que ha sucedido. Gracias a ese dinero, el Estado pudo llevar a cabo políticas educativas y sanitarias que favorecieron a todos.
Segundo aspecto muy importante, es el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, que es un fondo soberano de inversión ideado en el Pacto de Toledo e institucionalizado en la Ley 24/1997, de quince de julio, de Consolidación y Racionalización del Sistema de la Seguridad Social. La primera aportación se realizó en el año 2000 durante el gobierno de José María Aznar.
El Fondo de Reserva de las pensiones llegó a tener 66.815 millones de euros, a esa cantidad habría que añadirle unos 25.000 millones de euros de intereses generados por el Fondo de reserva. Estamos hablando de más de 92.000 millones de euros.
En caso de crisis, la ley determina que el Gobierno podrá retirar parte del fondo. La cantidad límite que se puede extraer cada año no puede ser superior al 3% del gasto hecho en pensiones contributivas.
No obstante, ese límite se suspendió en el año 2012 por el Gobierno de Mariano Rajoy, que dispuso por decreto que el Gobierno podría disponer durante cinco ejercicios del dinero necesario, previa notificación al Congreso de los Diputados.
En efecto, entre los años 2012 y 2017 el fondo de reserva disminuyó su capital desde 66.815 millones hasta 8.095 millones. El año más sangrante fue 2016, cuando el Gobierno de Mariano Rajoy sacó de la hucha de las pensiones 20.136 millones. En octubre del año 2018, trascendió que el Fondo de Reserva había perdido 24 millones de euros al invertir en letras del Tesoro.
En diciembre del año 2018, el Gobierno de Pedro Sánchez retiró del Fondo de Reserva 3.000 millones de euros para atender la paga extra de Navidad, dejando así la hucha en su mínimo histórico. Al año siguiente, retiró 2.900 millones, dejándolo en 2.153 millones.
Si seguimos los comentarios de la prensa española sobre lo que estaba pasando con el Fondo de Pensiones fue el silencio absoluto.
Sin embargo, para la prensa internacional estábamos ante el mayor desfalco de la historia de España y probablemente de Europa. Consideran que el saqueo del sistema financiero español, con Bankia a la cabeza se queda pequeño, en relación a lo que sucede con el Fondo de Reserva de las Pensiones. Veamos:
El gobierno del PP de Rajoy está usando hasta el 97,4% de los fondos de reserva del sistema de pensiones en comprar deuda pública. Es decir, el Estado español pone en el mercado deuda soberana, pero el único que la compra es el propio Estado español, que se adquiere a sí mismo la deuda que emite, usando para ello los fondos que garantiza las pensiones futuras.
El diario económico alemán Deutche Wirtchafts Nachwischten, titulaba así un artículo el día cuatro de enero del año 2013 “Saqueo de los fondos de pensiones para comprar bonos del Gobierno de España” y en dicho artículo decía “al menos el 90% de los activos totales de los fondos de pensiones del Estado español convertidas en bonos de España. Especula con el dinero de sus jubilados, arriesgando más que sus ahorros”.
El diario The Wall Street Journal, que defiende los intereses económicos y financieros de los norteamericanos, publicó un artículo el tres de enero del año 2013, titulado “España usa fondos que respaldan el pago de pensiones para comprar deuda soberana”.
El artículo decía “España ha estado vaciando sigilosamente la mayor alcancía del país, El Fondo de Reserva de la seguridad Social, que ha usado como comprador de última instancia de los bonos del gobierno, una operación dudosa sobre el papel del fondo como garante de las futuras pensiones. La maniobra, que ha pasado desapercibida, está por concluir ya que queda muy poco dinero disponible. Al menos el 90% del fondo de 65.000 millones de euros, unos 85.700 millones de dólares, ha sido invertido en deuda española con cada vez más riesgo, de acuerdo con cifras oficiales y el gobierno ha empleado para realizar pagos de emergencia”.
El conocido diario Financial Times calificaba a Mariano Rajoy como “político provinciano” y a Luis de Guindos como “el peor ministro de economía de Europa”.

El semanario alemán Der Spiegel considera que el gobierno español está saqueando el fondo de reserva de las pensiones. “España ha saqueado en silencio la hucha más grande del país, el fondo de reserva de la seguridad social debido a sus dificultades financieras”.
Esta transferencia de fondos se ha llevado a cabo en secreto, y por supuesto no ha sido conocida ni menos autorizada por los integrantes del llamado Pacto de Toledo, que regula cuanto se refiere al sistema público de pensiones de España, ni desde luego por el Parlamento español, órgano supremo de la soberanía nacional.
Resulta escandaloso que el único comprador es el propio Estado español, que se adquiere a sí mismo la deuda que emite, usando para ello los fondos que garantizan las pensiones futuras. No deja de ser un engaño contable con la deuda pública española dado que el deudor y el acreedor del fondo de reserva de la Seguridad Social es la misma entidad.
A partir del año 2022 se ha vuelto a meter dinero y a finales del año 2024 ya eran 9.377 millones de euros. Se estima que en agosto del año 2025 ya dispone de unos 14.000 millones de euros.
Julia López catedrática de Derecho y de la Seguridad Social por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona analizó lo sucedido en el Fondo de Reserva de las pensiones y decía: “Lo que se ha producido es un expolio de las pensiones, se está sacando dinero del Fondo de Reserva, que tiene una asignación directa finalista y se está utilizando para otras cosas. Hay un incumplimiento del Pacto de Toledo, que dice que el Fondo sirve para garantizar algo que está en la Constitución (los poderes públicos mantendrán un sistema público de pensiones). Por tanto, lo primero que hay que hacer es devolver ese dinero”.
Las políticas de empleo desarrolladas en sus cinco años de gobierno del PP, las conocidas exenciones sociales, los famosos “low cost”, o la exención de los primeros 500 euros, han supuesto un gasto en este periodo unos 16.000 millones de euros, que han ido a parar a las manos empresariales, sin coste alguno para el Estado y es un dinero que han pagado los pensionistas directamente a los empresarios,
Julia López dice al respecto “se han utilizado la deducción de cotizaciones para crear entre comillas empleo, un tipo de empleo precario que mete a la Seguridad Social en un ciclo vicioso: primero porque no paga cotizaciones y luego porque no genera recursos. La Seguridad Social no puede ser un instrumento para alimentar las políticas de empleo. Estamos conectando la Seguridad Social con el mercado de trabajo de forma viciosa, mientras no rompamos eso, no arreglaremos el problema. La Seguridad Social tiene que recuperar su autonomía.
Si analizamos lo que dicen los economistas del PP y las campañas que realizan sin descanso los voceros periodísticos de la derecha y ultraderecha española, veremos cómo van a llevarnos a una desregulación del mercado del trabajo. Cuyas consecuencias van a llevarnos a un empobrecimiento de los trabajadores y clases medias y asistiremos a un enriquecimiento exagerada como ya se está observando en Argentina y Estados Unidos.
Deben de saber que, si llega el PP al gobierno, subirá el gasto en Defensa al 5%, es decir unos 45.000 millones de euros y además deberá cumplir las normas europeas de control del déficit. Lo que va a suceder en España si no lo remediamos, lo estamos viendo en la Francia de Macron.
Macron al llegar al poder propuso una reducción de impuestos a los ricos por una cantidad de 60.000 millones de euros, como consecuencia de ello tiene un déficit desbocado. Como lo soluciona el señor Macron, pues muy sencillo, los ricos siguen engrosando sus bolsillos con sus 60.000 millones de euros, a las clases bajas y medias francesas plantea una reducción de gasto de 44.000 millones de euros, provenientes de tres sectores, pensiones, educación y sanidad.
Si leen las últimas declaraciones del representante económico del PP ,el neoliberal Alberto Nadal que ya estaba con Rajoy, dice que lo primero que harán será bajar los impuestos a los ricos como hace Ayuso, con lo cual la recaudación disminuirá. A ello deberemos añadir, los más de 45.000 millones extras de defensa, por lo cual las cuentas son imposibles de cuadrar, pues se han comprometido llevar el gasto militar al 5%.
¿Saben a quién van a cargar estas políticas económicas tan maravillosas del PP?
EL MODELO DE LAS PENSIONES PRIVADAS
Los economistas neoliberales nos ponen como ejemplo de lo bien que funcionan los sistemas privados en Chile y Suecia.
Suecia, antiguo paraíso de la socialdemocracia, con un sistema de bienestar social impecable, decide hace diez años, con la llegada de los conservadores al poder, iniciar el proceso de privatización de sectores del Estado. Se privatizaron amplios sectores de la educación y de las pensiones públicas.
En el año 2005, Suecia y Finlandia ocupaban los primeros lugares mundiales en educación. En el año 2015, Suecia está detrás de la denostada educación pública española. ¿Este es el gran éxito sueco de la privatización? Del sector privado de las pensiones no ha dado tiempo para valorarlo pues deben pasar varias décadas.
El otro país que mencionan los economistas es Chile, y este si se puede valorar y sacando las consecuencias pertinentes. Bajo el gobierno del dictador Augusto Pinochet, en el año 1981, se inicia el proceso de privatización de las pensiones.
En ese momento, el trabajador chileno tiene que optar por continuar en el sistema público o irse a uno privado. Veamos cuál es el resultado de ambas elecciones. Hablamos de dos técnicos de laboratorio, que cobran 730 dólares mensuales y se retiran con la misma edad y años de cotización. Uno se apunta al sistema público y el otro al privado.
El que eligió el sistema privado le queda una pensión de 240 dólares mensuales y la duración de su pensión es de veinte años. Si ese trabajador vive más de veinte años desde que se jubila se queda sin nada. El que eligió el sistema público de pensiones le queda una pensión de 540 dólares y por toda la vida.
¿Cuál elegiría usted? Esto es lo que nos ofrecen los bancos españoles. ¿Por qué no explican esto los economistas neoliberales? ¿Por qué nunca explican los datos de las pensiones privadas en nuestro país?
Pero hay mucho más, el Estado chileno tuvo que pagar el 8% de su PIB a los bancos privados, así que el negocio es redondo para los bancos. Un alto cargo de la derecha chilena dice:
“El sistema privado de pensiones es bueno para el país, pero muy malo para la mayoría de los chilenos” y acaba diciendo: “Si la mayoría de los chilenos tuviera de verdad libertad de elección, el 90% volvería al sistema público”. La presidenta chilena Michel Bachelet califica en su mandato que el sistema privado de pensiones chileno era un escándalo.
¡Sorprendidos! Saquen ustedes las consecuencias. La defensa de las pensiones públicas es vital para la mayoría de los españoles. Aprendamos de la experiencia chilena y sueca.
LAS PENSIONES Y EL SISTEMA FISCAL
Hablar de pensiones y no tocar el sistema fiscal español es no entender que está pensado, para favorecer a los ricos y ahí tienen la culpa los dos partidos de gobierno, PP y PSOE. Esto lo vamos a entender enseguida.
Si escuchamos a los tertulianos de derechas, a su prensa y a la derecha en general nos dicen que en España se pagan muchos impuestos ¿Es esto real o es una mentira más?
La presión media de la Unión Europea en el año 2023, según cifras de Eurostat era del 41,2%, mientras que en España es el 38,3%. Hay un hecho cierto y es que las clase trabajadoras y las clases medias españolas están al mismo nivel que la media europea, la diferencia en recaudación se debe fundamentalmente a que las clases adineradas pagan muy pocos impuestos. De ahí la idea de injusticia del sistema fiscal español y por lo que se debería ajustar mucho más. Veamos los datos escandalosos que tienes este sistema fiscal.
- Se calcula que hay una defraudación fiscal anual de 90.000 millones de euros, de los cuales se calcula que el 75% provienen de las 35 empresas del IBEX. Unos 20.000 millones de defraudación del IRPF. Otros 40.000 millones en IVA.
- La elusión fiscal se calcula que suponen a la Hacienda unos 36.000 millones.
- La economía sumergida supone un 24% del PIB, y sólo nos adelantan en Europa, Grecia con el 36% e Italia con el 31%.
- Se calcula que rebajando un 10% esa economía sumergida, provocaría un aumento de 45.000 millones a la Hacienda. Debemos saber que la economía sumergida en la Unión Europea está en el 12%.
Después de estos datos, podemos decir, que si el Estado funcionara bien no debería haber ninguna dificultad para las pensiones ni para la educación o sanidad.
Pero es que hay más y entenderán mejor esta injusticia, porque también es posible mejorar la recaudación en las pensiones públicas contributivas. No todos los afiliados a la Seguridad Social pagan igual. Existe un tope a partir de 4.909,5 euros que ya no pagan. Si todos pagaran en la proporción, es decir, destoparán el máximo, aumentaría la recaudación en unos 7.000 millones de euros anuales.
Se debería de dejar de subvencionar los fondos de pensiones privados, que suponen a las arcas del Estado unos 1.200 millones de euros.
Hoy podemos decir, que la Seguridad Social en pensiones no contributivas no tiene déficit. El déficit que se achaca a la Seguridad Social son transferencias de dinero, para que pague las pensiones no contributivas que no le corresponden pagar y que lo hace actualmente el Estado mediante estas transferencias y de ahí que se diga que el déficit sea de la Seguridad Social.
Hoy ni los medios de comunicación hablan de las pensiones, haciendo un totum revolutum que lleva a mentir y a confundir y a no entender lo que pasa. Se piensa que las pensiones deben pagarse siempre con las contribuciones de los afiliados. La realidad es que en la inmensa mayoría de los países tienen un sistema mixto para poder pagas las pensiones, es decir, contribuciones y el Estado.
Como dice Juan José Torres, Catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Sevilla sobre los economistas neoliberales: “Esos análisis nunca han acertado. Es un concepto que se plantea mal, porque no tienen en cuenta todas las variables y se manipulan aquellas que permitirían afirmar que se pueden sostener perfectamente las pensiones. No se puede hacer trampa”.
¿Tienen ya claro el tema de las pensiones? Ahora les toca a ustedes defender sus derechos. La cuestión de las pensiones no es un problema económico simplemente es político. Por eso debemos mantener siempre el derecho y la lucha por a una pensión justa.