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Algo falla en la sociedad: 15 mujeres españolas fueron asesinadas por violencia de género durante este año

Fuentes: Glocalia

Quince mujeres fueron asesinadas por violencia de género en lo que va de año en España. Las dos últimas víctimas mortales se registraron en Barcelona Pontevedra, informó el reporte especial de Prensa Latina, Mujeres del Tercer Milenio. El 16 de febrero pasado se cumplieron 10 años de la creación del Fondo de Naciones Unidas para […]

Quince mujeres fueron asesinadas por violencia de género en lo que va de año en España. Las dos últimas víctimas mortales se registraron en Barcelona Pontevedra, informó el reporte especial de Prensa Latina, Mujeres del Tercer Milenio.

El 16 de febrero pasado se cumplieron 10 años de la creación del Fondo de Naciones Unidas para el Desarrollo de las Mujeres (Unifem), pero una década de esfuerzos, dirigidos fundamentalmente a países en desarrollo, no impiden que continúe la ocurrencia de estos hechos, de los cuales España apenas es un botón de muestra.

Según expresó la directora del área de Violencia de Género de la Federación de Mujeres Progresistas (FMP), Covadonga Naredo, a la prensa local, «algo falla en la sociedad para que siga ocurriendo este tipo de cosas». Observó que la FMP ha iniciado una campaña con el lema «Si eres profesional, para el golpe», a fin de que los profesionales tomen conciencia para que detecten las mujeres maltratadas, situaciones que pueden terminar en muertes violentas.

De acuerdo con el informe divulgado por el Servicio de Inspección del Consejo General del Poder Judicial, en España murieron 91 personas en el 2006 por violencia de género, un incremento del 19.2 por ciento respecto al 2005. Cinco víctimas eran menores de edad y de las 77 mujeres fallecidas 62 perdieron la vida en el ámbito de la pareja o ex pareja, pero el 72.7 por ciento de ellas nunca había denunciado a su agresor.

Perfil de víctimas y homicidas

De las mujeres fallecidas de muerte violenta en el 2006, 62 mantenían o habían mantenido vínculo matrimonial o sentimental con su asesino, por encima del 2005 cuando fueron 52 mujeres.

Las comunidades autónomas donde más casos se produjeron, por índice de población, fueron Aragón, Asturias y Castilla la Mancha.

Contrariamente a la idea general de que muchos casos involucran a extranjeros o emigrantes, el porcentaje en que agresor y/o víctima eran foráneos supuso sólo el 18.2 por ciento del total, pues en el 70.5 por ciento ambos eran de nacionalidad española.

Finalmente, en el 14.8 por ciento de los casos, el agresor se suicidó después de la comisión del hecho.

Medidas y campañas

Todos los años se proponen medidas y campañas tendientes a reducir y eliminar este viejo problema en la sociedad española, que alcanza proporciones alarmantes en los últimos tiempos, pues por cada muerte violenta puede haber centenares de mujeres que son maltratadas físicamente por sus esposos o parejas, y la mayoría nunca llega a denunciarlo.

Las asociaciones femeninas y ciudadanas enfatizan la necesidad de que las mujeres maltratadas efectúen las denuncias antes que sea demasiado tarde.

Pero el presidente de la Audiencia Provincial de Madrid, Francisco Javier Vieira Morante, señaló que aún cuando la justicia se enfrenta a los problemas de violencia de género, no se ve que esté contribuyendo a resolverlos. Da la sensación de que nuestras decisiones no solucionan los problemas de fondo, señaló.

El funcionario opinó que es utópico creer que con denuncias va a desaparecer el problema, pues en los casos más graves el maltratador no frena su agresión por la posibilidad de ser enviado a la cárcel, y en muchas ocasiones, cuando el hombre mata a su esposa, acaba suicidándose.

Al respecto, Vieira Morante manifestó a la prensa local que deben buscarse soluciones alternativas, no en las situaciones más graves, pero sí en su inicio, y propuso la creación de un servicio público, previo al poder judicial, para una labor de control y seguimiento de la violencia en las parejas.

Añadió que el servicio, formado por psicólogos y especialistas, podría realizar controles periódicos al hombre para ver si ha mejorado, e indicó que podría lograrse así que cambiara las conductas agresivas con su mujer, para reanudar la convivencia sin repetir las violencias.

No obstante, puntualizó que si el organismo público confirmase que continúa el maltrato, se deberían tomar medidas penales estrictas y duras, si después de haber tratado al hombre con cursos y terapias éste no cambia su actitud.

Autobuses contra la violencia

Una forma original de combatir el problema es el «Autobús contra la violencia», que aloja al Centro Mujer 24 Horas Itinerante. Su objetivo: hacer conciente a la población en la lucha contra el maltrato a la mujer, bajo el lema «ante los malos tratos, tolerancia cero», y ofrecer información sobre todos los recursos existentes para acabar con la violencia de género.

El Centro, surgido por la colaboración entre la Comunidad Valenciana y Fundar, Fundación de la Solidaridad y el Voluntariado, tiene previsto visitar este año 63 municipios de la Generalitat con un equipo de profesionales, encabezado por una psicóloga y una trabajadora social.

El ómnibus complementa la labor de los tres Centros Mujer 24 Horas, uno en cada provincia de la Comunidad, los cuales ofrecen charlas de formación en los municipios sobre la tolerancia cero hacia los malos tratos, atención profesional privada a los ciudadanos que lo soliciten y un espacio multimedia con información sobre el maltrato, donde se puede firmar electrónicamente el manifiesto contra la violencia de género.

Este es el segundo año consecutivo que la Consejería de Bienestar Social pone en marcha esta campaña, la cual en el 2006 llegó a más de 60 mil personas de la Comunidad. Mientras tanto, continúan las manifestaciones periódicas contra la violencia de género.

A pesar de la actividad ciudadana y de las instituciones, otro dato preocupante es que en muchos de los casos concluidos con muertes violentas en el 2006, en el 45.2 por ciento de los procedimientos iniciados no se solicitaron ni adoptaron medidas cautelares para proteger a la víctima, según el informe citado.

Sólo en el 42.9 por ciento de las denuncias con anterioridad a las muertes de 2006 se adoptaron medidas de protección, pero una vez tomadas éstas, en casi un 30 por ciento de los casos consta la renuncia de la víctima al mantenimiento de la misma.

En un 4.8 por ciento, la agredida se negó a pedirla, con lo cual, de las 77 mujeres muertas por violencia de género, menos de 1% contaban realmente con medidas protectoras, pero donde se tomaron, no impidieron que las muertes fueran consumadas.