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Nucleares

Algunos en Cataluña investigan antes de actuar

Fuentes: Rebelión

Faltan tres años para el 2020, parece algo lejano, pero en términos de energía nuclear, el 2020 está, como se dice vulgarmente, «a la vuelta de la esquina», nos explicamos. Entre el 2020 y el 2021, seis de los siete reactores nucleares que funcionan en España han de renovar el permiso para continuar durante 10 […]

Faltan tres años para el 2020, parece algo lejano, pero en términos de energía nuclear, el 2020 está, como se dice vulgarmente, «a la vuelta de la esquina», nos explicamos.

Entre el 2020 y el 2021, seis de los siete reactores nucleares que funcionan en España han de renovar el permiso para continuar durante 10 años más. De acuerdo con la normativa vigente pueden solicitar el permiso con 36 meses de antelación, es decir, casi pasado mañana.

La industria nuclear y sus partidarios gozan de un blindaje normativo, el   procedimiento para renovar el permiso está pensado para que casi no exista intervención política y, aunque se trata de algo que puede afectar a toda la población,anular cualquier tipo de intervención social .

Si consiguen renovar sus permisos, las empresas eléctricas, sus beneficiarios y los partidarios de la industria nuclear tendrán el camino libre para imponer lo que vienen reivindicando desde hace años: alargar el funcionamiento de las centrales atómicas hasta los 60 años…, como mínimo. Tendríamos a esos peligrosos artefactos funcionando hasta el 2047, eso si los partidarios de llegar a los 80 años no aprovechan la ocasión y se salen con la suya.

Sabemos que u n accidente en cualquiera de esos 7 reactores puede evolucionar rápidamente hacia una catástrofe ambiental y social irreversible, sólo hay que recordar Fukushima y Chernobyl, de los que se habla muy poco, pero cuyas consecuencias sufrimos en contaminación radioactiva de aire, agua, suelo y alimentos.

Sin contar con aspectos muy poco explicados como, por ejemplo, la contaminación radioactiva que emiten cada día los reactores y sus efectos en el medio ambiente y la salud; el miedo a una catástrofe crece a medida que los reactores se deterioran. En Portugal, un país que no tiene nucleares en su territorio, crece la preocupación por la central más cercana, Almaraz, pero en realidad un accidente que se convirtiese en catástrofe tendría consecuencias en toda la Península Ibérica, sea en Almaraz, en Ascó, Vandellós, Trillo o Cofrents.

Aparentemente bastaría un acto de voluntad política para denegar la renovación de esos permisos, pero no nos engañemos , esa voluntad política se enfrenta a los políticos favorables a los intereses de la industria nuclear y a los seguidores de dicha industria (académicos, empresas y bancos). Sin apoyo ciudadano las fuerzas políticas que defiendan no renovarlos no podrán resistir las presiones que sufrirán el cierre.

El único mecanismo eficaz para lograr que se perciba la resistencia ciudadana a esa renovación es promover una iniciativa legislativa POPULAR (ILP) , un mecanismo vigente en todos los países democráticos para incidir directamente en el Parlamento, la institución que debe controlar al gobierno del estado, que es el responsable de conceder o denegar los permisos.

Y aquí surge una duda, ¿existirá base social para promover y ganar una ILP? La industria nuclear y sus seguidores llevan desde 2011 desarrollando una estrategia eficaz de ocultamiento, mentiras evidentes, medias verdades, inventando chantajes económicos y desplegando falacias. ¿Habrá logrado esa estrategia ocultar el peligro y hacer olvidar que tenemos siete potenciales Fukushimas o Chernóbiles aquí mismo?

Por eso, antes de lanzarnos a una ILP es necesario evaluar las posibilidades de éxito que tendrá, y p ara eso un grupo de personas y organizaciones hemos creado el GRUPO PROMOTOR ILP POR UN 2020 LIBRE DE NUCLEARES .

Funcionaremos sólo hasta finales de noviembre, y sólo en Cataluña, en ese tiempo difundiremos, haremos entrevistas y pasaremos un cuestionario a entidades sociales y culturales, colectivos diversos, agrupaciones de comerciantes, cooperativas, secciones sindicales, agrupaciones políticas de base, y a todas las personas que muestren interés por su futuro. El cuestionario explica las ventajas de no renovar los permisos de funcionamiento de las nucleares, y hace preguntas sobre el nivel de apoyo a una ILP.

Una vez acabado ese trabajo el GRUPO PROMOTOR convocará una asamblea abierta para valorar el resultado obtenido, de allí saldrán dos opciones: abandonar el proyecto de la ILP si el resultado es negativo o insuficiente, comunicándolo a las personas que han participado en las encuestas; o presentarlo en la asamblea del Movimiento Ibérico Antinuclear (MIA) s i el resultado es positivo y, proponer que se haga la ILP o sondeos previos, y que todo ello se realice sin interferencias en las acciones de denuncia de la energía nuclear previstas para colectivos y ONGs.

Miguel Muñiz, Miembro del GRUPO PROMOTOR ILP POR UN 2020 LIBRE DE NUCLEARES, mantiene la página de divulgación energética http://sirenovablesnuclearno.org/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.