1.- Introducción
El capitalismo para cubrir las lacras que genera y evitar conflictos sociales y políticos que le puedan llevar a un derrocamiento definitivo, lanza salvavidas a quienes se ahogan en el océano de miseria y pobreza que va generando día a día. Las penurias y escaseces a las que está dispuesto atender el Estado con sus presupuestos son las mínimas e imprescindibles para la estabilidad social, la necesaria que no comprometa el pellejo de la burguesía, especialmente la financiera que es la que manda en España y en la Unión Europea. Este diminuto gasto social, también sirve en un plano educativo-pedagógico para adoctrinar a amplios sectores sociales en la bendición al sistema capitalista, al mismo tiempo que consolida y acentúa las desigualdades sociales
En este orden de cosas, se encuentran las ayudas de alimentos, las prestaciones de desempleo y los subsidios, las pensione no contributivas, etc. Hoy nos centramos en las modificaciones que realiza el gobierno en dos ámbitos de la pobreza, en la asistencia caritativa de alimentos a las personas más necesitadas y en los subsidios de desempleo a las más precarias. El Estado tiene que ahorrar, necesita dinero para el aparato militar y la guerra, para lo cual aminora los gastos sociales para los pobres, cambiando normas ya aprobadas, pero vendiéndolas a la opinión pública como imprescindibles para mejorar las condiciones de bienestar de la vida de quienes están ya muy estrujadas.
La alternativa a todo este cúmulo de miserias es el Estado Obrero, la toma del poder por la clase obrera para modificar las relaciones de producción y acabar con el sistema de explotación salarial que es el que da lugar al paro, a la pobreza y a las penurias que sufre la clase obrera. Las miserias que genera la enorme contradicción del poder del capital sobre el mundo del trabajo se resolverán, cuando la riqueza de la sociedad, las tierras, las fábricas, los recursos energéticos, etc. estén en manos de quien los ha generado, el pueblo trabajador. Sin embargo, no avanzaremos mucho mientras no dispongamos de un partido revolucionario que en lo nacional e internacional sea capaz de movilizar a la población trabajadora y arrojar del poder a esta burguesía que nos gobierna bajo el paraguas de la monarquía y la UE.
2.- Las bolsas de alimentos.
En estos días, Asociaciones de reparto de alimentos hemos recibido comunicación de la Cruz Roja en la que nos anuncian que desaparece la distribución de alimentos que tradicionalmente se ha llevado a cabo por el FEGA. Este procedimiento se sustituirá por la concesión de unas tarjetas a las que accederán sólo las familias con menores a su cargo. Con esta forma de proceder se deja sin ayudas alimentarias a muchas personas individualmente, y parejas sin hijos que carecen o reciben ayudas sociales mínimas, pensiones no contributivas, de viudedad o cobran por incapacidades laborales cantidades que apenas dan para vivir; con las bolsas de alimentos tenían un complemento vital importante para subsistir. El gobierno más progresista del mundo mundial es insensible a las carencias y necesidades de los más pobres y actúa con toda la dureza y sin menoscabos contra ellos.
Este recorte en las bolsas de alimentos se acentuó en el año 2022. La reducción de alimentos pasó de tres distribuciones anuales a dos en el 2023, con menos cantidades y sin leche, ni aceite. En todo caso, un gobierno que se llama el más progresista de la historia de la democracia española abandona y castiga a los más pobres, mientras que trata con plata y fina delicadeza los intereses de la burguesía. El PSOE y sus fieles ayudantes de SUMAR, no tienen preocupaciones éticas ni morales dejando hundidos en la miseria a los sectores sociales con más necesidades. Las guerras necesitan dinero y hay que ahorrar a costa de los más desamparados.
A continuación, comentamos algunos aspectos de la reforma del subsidio
3.- Los subsidios de desempleo, calderilla para la clase obrera.
El Estado capitalista no para de reformar, a veces de forma enrevesada sus propias normas y leyes. La tendencia es la de recortar el gasto público y afinar en la defensa de los intereses de la patronal; estos objetivos se ocultan detrás de proyectos alienantes y falsamente solidarias que anuncian hasta la saciedad mejoras en la vida de la gente, especialmente de los más desamparados económica y socialmente.
En este orden de cosas, recientemente se ha aprobado el Real Decreto-ley 7/2023, de 19 de diciembre, que viene a reformar el subsidio de desempleo. Los medios de comunicación afines nos venden las migajas que se conceden a los pobres como si fueran monedas de oro que se otorgan gracias a la bondad del presidente del gobierno y de sus ministros /as. La tribuna parlamentaria del reformismo y la falsa izquierda aplaude con agradecimiento la buena voluntad del “diálogo social” del que son protagonistas la ministra del ramo y los empresarios. Los sindicatos callan, aceptan en silencio la decisión del gobierno que los alimenta. La calderilla para el parado/a que lleva consigo la reforma se presenta como un triunfo que aliviará, a partir del 1 de junio de 2024, la carga de la vida a los que más sufren precariedad y desamparo.
4.- La desvergüenza de los representantes de la burguesía que aplauden a manos llena la cuantía de los subsidios.
La ministra divulga en sus serviles telediarios, con hipócrita satisfacción, lo que considera como mejoras en la protección a los desempleados. La reforma sube la cuantía del subsidio durante los 180 primeros días al 95 % del IPREM (570 euros), el 90 % del IPREM en los siguientes desde el 181 hasta el 360, y el 80 % a partir del 361. en la actualidad el IPREM es de 600 euros.
Resulta vergonzoso la cuantía que cobra un obrero en el subsidio de desempleo. Es un insulto y una burla a la población trabajadora que diputados y diputadas que pueden cobrar hasta 5.000 o 6.000 euros al mes celebren como un progreso venerable la aprobación de una subida de 30 euros respecto a los 480 euros mensuales, el 80 % del IPREM, como promedio del incremento en los 30 meses de duración máxima del subsidio de desempleo. Con esta cuantía y su incremento (si no hay minoraciones en las cantidades mensuales por trabajos a tiempo parcial) no es mucho el bienestar del que se puede disfrutar; pocos bienes se pueden comprar cuando la espiral de los precios de los alimentos y de otros productos necesarios e imprescindibles para la vida no paran de subir; además, cómo atender el alquiler de la vivienda o habitación, la luz, el agua, y satisfacer el placer material, intelectual y cultural que es una necesidad para las personas.
Sin embargo, las cantidades que se cobren no son las que se anuncian, dependerán de las horas trabajadas en los últimos 180 días del periodo de ocupación cotizados para el acceso a la prestación. Así lo expresa el apartado del decreto referido a la cuantía del subsidio que dice lo siguiente: “a)No obstante, cuando se acceda al subsidio por agotamiento de una prestación contributiva, las cuantías anteriores se minorarán en función del promedio de las horas trabajadas durante los últimos 180 días del periodo de ocupación cotizada acreditado para el acceso a la prestación contributiva de la que trae causa el subsidio, ponderándose tal promedio en relación con los días en cada empleo a tiempo parcial o completo durante dicho período.
b)En el caso de que se acceda al subsidio por cotizaciones insuficientes para el acceso a la prestación por desempleo y se hayan realizado trabajos a tiempo parcial, las cuantías anteriores se minorarán de forma proporcional al promedio de las horas trabajadas durante el período de los últimos 180 días cotizados antes de la situación legal de desempleo o, en su caso, el periodo inferior acreditado, ponderándose tal promedio en función de los días trabajados en cada empleo a tiempo parcial o completo durante dicho período.”
Un buen número de trabajadores y trabajadoras la cuantía que cobrarán será menor que las establecidas en el caso de que se haya tenido un empleo parcial, en este caso las horas trabajadas habrán sido menos que si fueran a jornada completa, aunque a los efectos de la seguridad social para el cobro de la prestación contributiva una persona que trabaje, por ejemplo, 4 horas diarias, cotizará lo mismo que la persona que trabaje 8 horas. Tanto un día trabajado a jornada a completa, como un día trabajado a jornada parcial, computan como un día cotizado. Pero no computarán lo mismo para la cuantía del subsidio, pues dependerán de las horas trabajadas en los últimos 180 días.
5.- Incorpora a los menores de 45 años sin cargas familiares
El Decreto incorpora al subsidio a los menores de 45 años sin cargas familiares. Tendrán derecho al mismo durante 6 meses; antes tienen que haber agotado la prestación por desempleo durante un año. Es decir, deberán haber cotizado a la Seguridad Social durante tres años. Nos parece que si hubiera voluntad política por parte de la ministra de trabajo se habría facilitado el acceso al subsidio sin exigir tanto tiempo de cotización a la seguridad social. Las condiciones de empleo en nuestra comunidad y el tiempo exigido determinarán que muchas personas trabajadoras tengan difícil el acceso a este subsidio.
6.- Compatibilidad con el trabajo por cuenta ajena
Otra cuestión importante es el guiño que la ministra hace a los empresarios al permitir que se pueda compatibilizar el trabajo por cuenta ajena con el subsidio de desempleo o la prestación contributiva. En este caso, se establece lo que se denomina complemento de apoyo al empleo. Serán porcentajes variables de los subsidios que podrán cobrarse durante 180 días por aquellos trabajadores que sean contratados a tiempo completo o parcial. En el caso del cobro de una prestación contributiva esta será compatible con el trabajo a tiempo parcial; en el caso del subsidio de desempleo la compatibilidad puede ser con la realización de un trabajo a tiempo parcial o completo, se estimula el trabajo a tiempo completo. En la prestación y el subsidio, se reduce la parte proporcional de la cuantía al tiempo del contrato de trabajo, según tabla del decreto (pag 25 Real Decreto-ley 7/2023, de 19 de diciembre)
7.- Los subsidios para mayores de 45 años, ayuda familiar, emigrantes retornados, liberados de prisión, la Renta Activa de Inserción (RAI) y el subsidio extraordinario por desempleo, desaparecerán. Estos subsidios tenían una duración máxima de 18 meses. Después de la fecha de entrada en vigor de la reforma, las personas que antes los cobraban tendrán que solicitar uno de los tres subsidios que quedan aprobados o el IMV. Pensamos que deberán solicitar el IMV porque no cumplan los requisitos para el subsidio de desempleo, cotización de tres meses o seis si no tienen cargas familiares; tendrán que esperar con paciencia la decisión de la Seguridad Social respecto a la aprobación o no de esta ayuda social. La respuesta del Ministerio suele tardar bastantes meses. Mientras tanto, resulta difícil pensar de qué van a comer todas estas personas; hasta la fecha, aunque con un mes de espera, podían acceder a algunos de aquellos subsidios.
Esta política va en sintonía con las anteriores ya que se dice que se quiere la unificación de todos los subsidios, pero no hay que dejar de lado, la reducción del gasto público al reducir la cuantía de los subsidios y llevar fuerza de trabajo al mercado para los empresarios. El empleo de los parados que cobran prestaciones y subsidios crecerá particularmente a base de contratos parciales. El gobierno quiere quedar bien con las organizaciones empresariales acrecentando el ejército de parados que presionará con más potencia los salarios a la baja, además de que los contratos parciales implican un plus de explotación laboral, muchos trabajadores, aunque firman contratos parciales a la hora de la verdad realizan tareas durante un horario completo.
8.- Cotizaciones a la Seguridad Social.
La reforma tendrá sus efectos negativos en las pensiones de jubilación al disminuir las cotizaciones a la seguridad social desde el momento en que entre en vigor la reforma aprobada para los nuevos subsidios para mayores de 52 años. El resto de parados que cobran subsidio de desempleo no cotizan a la seguridad social, excepto los fijos discontinuos que lo hacen si el hecho causante ha tenido lugar antes del 2 de marzo del 2022.
Las consecuencias en la pensión de jubilación lo aclaran los párrafos del decreto que se refieren a la cotización a la seguridad social para la jubilación “La entidad gestora cotizará por la contingencia de jubilación durante la percepción del subsidio por desempleo para trabajadores mayores de cincuenta y dos años”, y sigue “A efectos de determinar la cotización se tomará como base de cotización el 100 por cien de la base mínima de cotización en el Régimen General de la Seguridad Social, vigente en cada momento. En caso de percibir el complemento de apoyo al empleo, la base por la que deberá cotizarse se reducirá en proporción a la jornada trabajada”. En el caso de los nuevos perceptores del subsidio para mayores de 52 años, a partir del 1 de junio de 2024, la base de cotización a la seguridad social disminuirá progresivamente desde el 120 % de la base mínima de cotización del Régimen General de la Seguridad Social vigente en cada momento hasta el 105 % de la base mínima de cotización que será en 2027. Para los perceptores anteriores al 1 de junio de 2024 la base de cotización seguirá siendo la del 125 % de la base mínima.
9.- La inmigración. Los últimos acuerdos de Bruselas según los expertos endurecerán la presencia de inmigrantes en el territorio nacional y en Europa. Los empresarios necesitan a la inmigración para disponer de fuerza de trabajo. En nuestra región, la mano de obra inmigrante se emplea en trabajos pocos cualificados de la agricultura y los servicios domésticos, pero sectores empresariales claman por mano de obra cualificada, técnicos con una formación profesional en nuevas y modernas tareas laborales que no aporta suficientemente la inmigración. Hay una crítica constante a la escasez de inversiones (muy insuficientes para las necesidades de profesionales con cualificación) realizadas por la administración pública educativa en formación profesional. La clase dominante necesita a la inmigración para sus fines explotadores, pero también para provocar la división entre los propios trabajadores y trabajadoras regionales y nacionales; el rechazo al inmigrante penetra con más intensidad, especialmente entre quienes tienen menor conciencia de clase y están más alienadas por el sistema. El caso es que para implementar esa política de “inmigrantes en España, pero fuera de los españoles”, es ideal tener a un Vox haciendo mucha demagogia españolista y embarrando las conciencias (Ernesto Martin https://insurgente.org/ernesto-martin-y-si-el-remedio-a-la-inestabilidad-diera-mas-inseguridad-por-las-alturas?)
10.- Las políticas que propician el avance del fascismo
Los gobiernos socio liberales y socialdemócratas con las políticas de recortes salariales y de las ayudas sociales, de privatización y reducción de los servicios públicos, empujan hacia la extrema derecha a amplios sectores de las clases trabajadoras. En este contexto político y social de crisis, la derecha y la extrema derecha hacen todo el ruido posible gritando que España se rompe, la economía se hunde, los inmigrantes acaban con nuestra cultura y se aprovechan de nuestros servicios públicos, y culpabiliza de todo lo que ocurre, aunque suene a broma, a lo que ellos llaman gobiernos social comunistas. Sin embargo, hoy, las grandes empresas del IBEX prefieren gobiernos del PSOE y sus apoyos socialdemócratas puesto que defienden plenamente sus intereses y dan una mayor estabilidad social al país que la que pueden dar los gobiernos reaccionarios con sus ideas tradicionalistas y retrogradas.
No obstante, sectores de la derecha aprenden a gran velocidad las dinámicas del poder. El gobierno regional de Extremadura es un ejemplo claro de cómo la derecha se aplica firmando acuerdos con los sindicatos y las organizaciones empresariales para llevar adelante sus políticas contra la población trabajadora. El gobierno del PP-VOX se desenvuelve en lo que llaman “Diálogo Social” de la mano de UGT y CCOO. Estos acuerdos y planes inconcretos que se publicitan diariamente anulan la capacidad de la clase trabajadora para reclamar mejoras salariales o sociales que superen la inflación e impidan los recortes de los servicios públicos, (Diario.es: Junta, sindicatos y patronal incluyen un plan de infraestructuras en el acuerdo por el diálogo social en Extremadura. El pacto incluye la creación o renovación de una veintena de planes y estrategias)
Es una necesidad trabajar en la construcción de un movimiento revolucionario que impulse el desarrollo de herramientas políticas, culturales e ideológicas capaz de desenmascarar al reformismo y frenar los grupos de derecha y extrema derecha que tratan de instalarnos en una sociedad con mandamientos ideológicos y prácticos opresivos y retrógrados. .
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