A J.K.Rowling [1], al contrario que a muchos de los contribuyentes, no le importa pagar impuestos. Es más, el gesto (dice) le hace feliz. La escritora, que declara todos sus ingresos en Reino Unido y evita cualquier estructura diseñada para eludir impuestos, pagó en 2019 más de 57,4 millones de euros al fisco. Mientras en […]
A J.K.Rowling [1], al contrario que a muchos de los contribuyentes, no le importa pagar impuestos. Es más, el gesto (dice) le hace feliz. La escritora, que declara todos sus ingresos en Reino Unido y evita cualquier estructura diseñada para eludir impuestos, pagó en 2019 más de 57,4 millones de euros al fisco.
Mientras en España, los llamados fondos buitre que no pagan impuestos [2] en dicho Estado, en Madrid (no solamente en esta ciudad), se venden a bajo precio una parte importante de las viviendas de protección oficial, pagadas por todos, y vampirizadas, y regaladas a los conocidos como Fondos de Inversión Buitre (uno de sus accionistas directivos es Alejandro Agag [3], yerno del expresidente español José Mª Aznar [4]); estos fondos de inversión no tienen ningún tipo de obligación de mantener los acuerdos contractuales firmados es su momento entre inquilinos y organismos oficiales. Esta fue una operación privatizadora efectuada por los cargos municipales y comunitarios del PP en esos momentos. La Iglesia también se vio implicada en estas acciones por poner a la venta propiedades que -según los deseos de los legatarios a la Iglesia- debían ser utilizados benéficamente.
Ante algunas protestas de afectados, llega Ignacio Aguado, lumbreras del partido conservador Ciudadanos en Madrid, y tapando toda la corrupción que se mueve en torno a la propiedad de los pisos en alquiler, su fiscalización, y regulación de los alquileres, afirma que [5] ha dejado la solución en manos del padre del liberalismo económico Adam Smith para confiar en que «la ley de la oferta y la demanda siga resolviendo problemas en el siglo XXI», ya que «todo está inventado» respecto a las políticas de alquiler. «Si pones palos en la rueda a los propietarios, les complicas la vida y les haces que sea más difícil poner en alquiler su vivienda lo que estás haciendo es restringir la oferta y elevar los precios», manifiesta liberalmente Aguado.
Al parecer sus lecturas del economista liberal Adam Smith se quedan en una memorización interesada de algunos de sus argumentos a favor del libre mercado. Partiendo de que su primera premisa (de A. Smith), es falsa, porque este economista lo basa todo en la libre competencia y esta nunca ha existido, pasa olímpicamente (Aguado), e interesadamente, por encima de pensamientos de dicho economista/pensador, como: «No es por la benevolencia del carnicero, del cervecero y del panadero que podemos contar con nuestra cena, sino por su propio interés». «No puede haber una sociedad floreciente y feliz cuando la mayor parte de sus miembros son pobres y desdichados». «El verdadero precio de todo, lo que realmente le cuesta al hombre que quiere adquirirlo, es el esfuerzo y la complicación de adquirirlo». «Nadie ha visto nunca a un perro hacer un intercambio justo y deliberado de un hueso por otro con otro perro. Nadie ha visto a un animal que, con gestos y sonidos naturales, indique a otro: esto es mío y esto es tuyo; estoy dispuesto a darte esto a cambio de eso» [6].
Pero este desconocimiento de lo dicho por un pensador clásico (siglo XVIII) por los que le citan como seguidores en la actualidad, es normalidad entre los abstrusos -y obtusos- seguidores del liberalismo económico.
Son gente que solo piensa en el beneficio inmediato, ni siquiera en su propia estabilidad futura, y mientras el Parlamento berlinés aprueba la ley propuesta por el Gobierno regional para congelar los arrendamientos durante cinco años, y establecer, además, un tope al precio de la vivienda de alquiler de 9,80 euros por metro cuadrado para inmuebles listos para ser habitados antes de 2014, y aunque según Dregger ( presidente del grupo parlamentario conservador, ) » no serán los ciudadanos con menos ingresos los que se beneficiarán del tope al alquiler , sino los que más ingresan» supuestamente, porque les costara menos, en España, el precio medio del alquiler subió un 15,1% el año pasado en la Comunidad de Madrid respecto a 2017, hasta los 10,7 euros/m2; en Cataluña subió al 6,7% y se situó en 8,7 euros [7].
De acuerdo con sus premisas liberales cortoplacistas, (como no), el independiente Banco de España rechaza limitar los precios del alquiler, argumentando este organismo que es: «Para evitar que los ricos paguen un alquiler no acorde a su vivienda de lujo, lo que le quita la opción a las cooperativas y a otros de construir vivienda asequible y social».
Lo cierto en que en Alemania, el diputado de La Izquierda, Harald Wolf, defendió la ley y señaló que si el mercado no da una respuesta a esta «necesidad básica «que es la vivienda, «la política debe intervenir». En España el número dos de Ábalos (ministro de Fomento) ha señalado que la normativa avala por sentencia que los contratos de alquiler obligatorios pasen de tres a cinco años y de tres a siete años en el caso de que el arrendador sea una persona jurídica, pero no limita el precio ni las subidas del alquiler.
Veremos cómo legisla el Gobierno de coalición más allá de lo ya legislado, y con carácter urgente.
Ante esto los conservadores protestan alegando preocupación social, porque lo que pasa es que, siendo el porcentaje de viviendas el que es, hay que tener en cuenta que en España el 95% de las viviendas están en manos de la clase media [8] trabajadora. Según las estadísticas, el 97% de los inmuebles en alquiler también está concentrado en los particulares. Entre un 3% y un 5% pertenece a los fondos de inversión. Esto es una realidad, como lo es que los «representantes» de esos propietarios de pisos que se aprovechan de la necesidad de tener un techo, más o menos digno, diga -estigmatice como radical comunista a la formación política Podemos, a la que acusa de que, «por su ansia de destrucción de las empresas, compara contextos socio-económicos dispares para defender sus tesis intervencionistas». A estas clases medias con patrimonio (en algunas ciudades no se pagan impuestos por este), hay que decirles que, hacerse rico (enriquecerse, y poder legar un capital en patrimonio y rentas) a costa de las penurias de los demás, no es una opción.
No hace falta que venga un Observador de la ONU para levantar acta de que la pobreza se ha disparado en España, o que la asistencia a las personas dependientes se está anulando, o que los fondos buitre y propietarios en general de pisos en alquiler están esquilmando a la población que se ve forzada a vivir en viviendas en régimen de alquiler; esta observación es solo un lavado de cara del sistema, del capitalismo en España en particular, y los políticos (de cualquier partido político), lo saben.
Notas:
[1] Escritora britanica, autora de la saga Harry Potter
[2] Mercedes Revuelta Entrevista en Nueva Tribuna de 03/02/2020 En España, no solo no se está legislando, sino que se reforman leyes, como por ejemplo en 2013 la ley de arrendamientos urbanos, que no hace sino beneficiar a estos fondos porque reduce el tiempo de alquilar de un piso de 5 años mínimo a 3 años. Se les deja que no paguen el impuesto de sociedades: una sola inmobiliaria que se llama Continental ha dejado de pagar 100 millones al Estado desde que se registró la ley de SOCIMIS. ¿Cuántos miles de millones estamos dejando de cobrar como estado español porque los gobernantes están haciendo leyes que benefician descaradamente a fondos buitre?
[3] https://0pinionpublica.
[4] Alejandro Agag casado con Ana Aznar Botella, hija del ex presidente José María Aznar y de la ex alcaldesa de Madrid. Esta última también fue imputada por la venta de propiedades de protección oficial a fondos buitres, donde también participó su hijo José María Aznar Botella como consejero de Promontoria Plataforma S.L. filial de Cerberus Capital que finalmente se quedaron con gran parte de las viviendas desahuciadas por los fondos buitre en todo el estado español.
[5] https://www.publico.es/
[6] «Naturaleza y causa de la riqueza de las naciones». A Smith.
[8] Según la economía clásica, clase media es el grado de la estratificación de clase social que se aplica a las personas con un nivel socioeconómico medio que se sitúa entre la clase obrera/trabajadora (clase baja) y la clase alta. Otros sociólogos y economistas la definen como pequeña-burguesía y a la clase alta como burguesía-capitalista.
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