Desde mediados de los ´90, con la creación del Proyecto IIRSA (Infraestructura para la Integración Regional de Sud América), se da un paulatino traslado de las llamadas industrias sucias desde los países centrales hacia el sur del planeta. A partir de allí, la penetración imperialista comienza a ser canalizada mediante dos vías complementarias: por un […]
Desde mediados de los ´90, con la creación del Proyecto IIRSA (Infraestructura para la Integración Regional de Sud América), se da un paulatino traslado de las llamadas industrias sucias desde los países centrales hacia el sur del planeta. A partir de allí, la penetración imperialista comienza a ser canalizada mediante dos vías complementarias: por un lado, la extracción directa de los recursos naturales; por el otro, la enajenación indirecta de la mano de entidades filantrópicas multinacionales como la Fundación AVINA. En el siguiente informe, el doctor Daniel Verzeñassi, integrante del Foro Ecologista de Paraná, realiza un análisis que lleva a preguntarnos cómo es que tanta ayuda económica «desinteresada», lejos de convertirnos en pueblos dignos y soberanos nos encuentra cada vez más dependientes y miserables.
Cuando en marzo de 1996 Enrique Iglesias, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, anunciaba en las conclusiones de la 37º Reunión Anual de Gobernadores del BID reunida en Buenos Aires que «se imponía en la próxima década, invertir en América Latina en infraestructuras para la integración, a razón de 15 a 20 mil millones de dólares anuales»* (1), pocos pensaban que eran números dichos en serio. Y de esos pocos creyentes(unos menos), los que aún aceptan como verdad el desarrollo propuesto, los no comprometidos con negociados y enjuagues acostumbrados, más que pensar en los alcances de lo dicho, soñaban con esa bondad inversora, habilitante a crecimientos y arranques regionales que alejaran miserias y pobrezas de estas tierras. Sin embargo, aquel aviso era un anticipo; fue la primer aparición en escena del Proyecto IIRSA (Infraestructuras para la Integración Regional de Sud América)- que comenzaría oficialmente en el año 2000-, como proyecto de los gobiernos sudamericanos. Cinco años antes de la reunión del BID en Buenos Aires, en noviembre de 1991, Lawrence Summers, jefe de asesores económicos del Banco Mundial que presidía James Wolfensohn, presentaba un Memorandun al organismo financiero recomendando el traslado de la industria sucia al Tercer Mundo.*(2)
Lawrence Summers fue uno de los internacionales presentes en ese encuentro de «notables» de las finanzas del mundo, en aquel comienzo de otoño rioplatense, allá por 1996. Entre sus apariciones públicas es registrada en los periódicos de esos días, una visita a la Bolsa de Comercio que motivó agasajos a la «distinguida» presencia. «Mirar con quién te abrazas, y aproximar para donde piensas», diría algún abuelo. Seguramente en esos encuentros se charlarían las superficies agrícolas de sojas transgénicas, las producciones mineras en la cordillera, la hidrovía artificial Paraná-Paraguay o forestaciones y pasteras de celulosa, entre otras «joyas» que hoy saludan y promueven las Bolsas de Comercios en Argentina. Dijera Manuel Belgrano a su paso por nuestra ciudad agradeciéndole la donación a Doña Gregoria Pérez: «… y su gesto debiera ser ejemplo para los poderosos, que miran a la Patria con frialdad».
Cuando el uruguayo Enrique Iglesias precisó las áreas de infraestructuras para las inversiones propuestas, aparecieron las cuatro básicas necesarias en un proceso de semejante anuncio agrícola e industrial, sucio y contaminante, en marcha: energía, comunicaciones, transportes, agua y saneamiento. El Memorandun Summers había comenzado su marcha política en el sur del continente americano. A paso firme, con decisiones tomadas entonces y fundando condicionamientos a pueblos y gobiernos para los años siguientes.
Las reubicaciones productivas mundiales, o traslados industriales propuestos hacen nacer las nuevas geografías ambientales iniciando un juego de direccionalidad múltiple y variada, con una orientación de pista mayor decidida: los flujos principales de inversiones para la «producción de escala» se dirigen del norte al sur del planeta.
En realidad, lo que se está definiendo es la disponibilidad y posibilidad de acceso al agua dulce confiable que le va quedando al planeta, después de tanto despropósito e irresponsabilidad en sus usos y abusos.
Procesos industriales de escala global, aguas servidas de ciudades sin tratamientos, lixiviados de basuras urbanas dispuestas a cielo abierto y en cantidades imparables, escurrimientos de superficies rurales intoxicadas por agrotóxicos en las producciones de commodities de exportación y granos transgénicos para los forrajes del norte, aguas de lavado o «colados de la minería»(entre tantas razones), con el agravante de sequías alternadas por inundaciones, en espacios con regímenes de lluvias cambiantes por cambio climático, desforestaciones o endicamientos por represas, han generado los insumos contundentes para la información intencionada que se difunde sobre el inevitable «stress hídrico» en proximidades de tiempo, a escala planetaria.
Nos están imponiendo un escenario que no era el nuestro. Los que dicen ser poderosos y ricos, son los caminantes sin frenos hacia colapsos, sus fuerzas avasallantes de abusos y destrucción de espacios naturales en nombre de dineros, cotizaciones y bolsas, construyeron el artificio de sus «fuertes», y a la vez, construyeron también la realidad inocultable de sus «quiebres». No eran nuestros los ríos envenenados con bifenilos policlorados, con combustibles y compuestos orgánicos persistentes. No eran nuestras lluvias las faltantes a la cita periódica de las estaciones y sus incesantes ciclos con las montañas, hielos, selvas y humedales. Ellos noquearon su acuífero Ogallala en las planicies centro-oeste de los EE.UU.; ellos contaminaron sus Grandes Lagos con PCB’s; ellos tuvieron la gran sequía del Valle Central de California de cinco años en los finales de los ’80; ellos comprometieron en Europa el Rhin por el derrame de Basilea en 1987; ellos ensuciaron el Báltico con las pasteras de celulosa; diezmaron sus bosques y diversidad biológica. Desde aquellas latitudes arrancan los primeros avisos de «Primaveras silenciosas» de Rachel Carson, los comienzos de enfermedades degenerativas azotando como epidemias inesperadas, de alteraciones endocrinas, en progenies y daños congénitos en sus nacimientos. Son estudios en las poblaciones festejantes de la «revolución verde» de los años ’60 los que evidenciaron la reducción del 50% de los recuentos espermáticos y el consecuente compromiso de la fertilidad masculina.
Y desde esa realidad comienza esta historia de industrializar el Sur, en un intento de progresivo recupero de las biohabitabilidades perdidas en el Norte. Las radicaciones y ampliaciones industriales de estos crecimientos de PBI en nuestras economías no son resultantes de lo que quisimos ser y hacer. Comienzan en otras lógicas y necesidades, no están a la vista. Son mucho más que decisiones económicas o cálculos de ganancias. Sin modificar su pensar y comprender, ni revisar su cosmovisión, el industrialismo(extractivo, reduccionista, un poco maquillado y más presentable en algunos casos) elige sus nuevos parques industriales en el mundo, alejados de sus territorios, puestos a recuperar para la permanencia.
El IIRSA como Proyecto de «necesidad y urgencia» de las corporaciones
Las amenazas para nuestras aguas en el futuro, no son nuestros despilfarros y vicios; tampoco el caminar a través de la imposición cultural del derroche que a cada segundo promueve el consumismo o la lógica instalada; copia embriagada de fastuosidades ajenas… que, por otro lado, deberemos modificar y rápidamente. La amenaza mayor es el índice de crecimiento industrial que saludamos y festejamos; son los récords de cosechas sojeras, anunciadas con entusiasmo (causantes de la desaparición de millones de hectáreas de bosques, selvas y montes) son las escalas de producción industrial y agro industrial que se instalan. ¿Cuánta agua se lleva una tonelada de pasta de celulosa?¿Cuánto demanda una tonelada de acero?¿Cuánto la extracción minera de Pascua Lama- Veladero, de Bajo La Alumbrera, de Repsol -YPF en Rincón de los Sauces? ¿Y la industria automotriz, frigoríficos y curtiembres? ¿Y los mantos freáticos y aguas de superficie en proximidades de crianzas a corral o Feed Loot?..Y entonces sí, vamos hacia el camino en abandono, hacia el camino del que retornan los arrepentidos industriales y agricultores de ayer, contaminados de hoy, y en intentos de recuperación para mañana.
Es impostergable reflexionar, intercambiar y cruzar saberes acerca de la escala de producción. Es preciso problematizar este hacer global productivo de extracción de recursos y bienes de una región, para abastecer al resto del mundo, de localizar polos de producción para las contaminantes principales: polos de foresto-celulosa en la cuenca del Uruguay, polos petroquímicos, polos de siderurgias, polos de automotrices, la «república unida de la soja» propuesta por la publicidad de la empresa Syngenta, una agresión a la soberanía de las naciones involucradas no denunciada ni condenada por nadie ante semejante proyecto geopolítico y de finales de permanencia de poblaciones en regiones enteras. No vienen a resolver pobrezas sociales ajenas; vienen a resolver pobrezas ambientales propias, anticipando pobrezas socio-ambientales nuestras.
Las agendas políticas del mundo resaltan con letras sobre impresas un tema central y dominante: el agua dulce. Su manejo es determinante para las pretendidas regulaciones poblacionales del llamado tercer mundo. Sin agua dulce no es posible proceso biológico alguno. Decidir sobre el manejo del agua y sus asignaciones y ordenamientos, es manejar la vida,…y quien maneja la vida,…maneja la Tierra. Eso pretenden.
Entonces, o miles de miles, millones, en formas democráticas y democratizantes, nos hacemos capaces de fortalecer confianzas y quitar sospechas entre las organizaciones de los sectores sociales no vinculadas al interés corporativo (por eso insospechadas), para impedir la barbarie de semejante despojo; o serán los conocidos de siempre( la Suez, Vivendi, Betchel, Coca Cola, Pepsi Cola, Nestlé) sedientos y al acecho; o los no tan conocidos, pero mejor presentados, los fabricantes de ductos para traslados de fluidos(Amanco), ofreciéndose como alternativa a ellos mismos. No hay procesos limpios ni tecnologías limpias posibles para estas escalas industriales propuestas. No se trata de presentaciones amigables con rostros renovados. No hay mecanismos de desarrollo limpio. Hay escalas pequeñas, amigables, democráticas, locales o de pequeñas regiones. O sino la otra, la propuesta de los «suplementos económicos», de los periodismos «especializados», emprolijada, presentable, seduciendo con lenguajes aprendidos de los propios reclamos sociales, ahora reciclados en discursos verdes de las corporaciones. Es la producción de las corporaciones, la de las «fusiones». El «gran poder económico», sabiendo la magnitud del desastre provocado, hace sus jugadas. El premio Nóbel de Economía del año 2005, Thomas Schelling, ha señalado sin dudar, al calentamiento global como la mayor preocupación económica.*(3) Los problemas ambientales son de profunda traza en la economía. Se están tomando decisiones de una trascendencia enorme. La necesidad empuja, y los anticipos de «expertos» apuran.
IIRSA es un proyecto de necesidad y urgencia de las corporaciones. Son las infraestructuras necesarias para el traslado industrial de las contaminantes al sur del planeta. Pero el agua dulce ha enseñado que, a diferencia de otros bienes comunes que han sido saqueados a los pueblos, el significado de vida que tiene, ha provocado rebeldías irreductibles.
Por eso andan en otras estrategias. Es demasiado burdo y hostil arrebatar el agua dulce de una región, o decidir su destino. Es demasiado evidente que se apropian de la vida del lugar. Los gobiernos corrompibles ya no aseguran certezas de arreglos y negocios para este tema.
Las sociedades se manifiestan, rechazan cada vez mas las formas políticas del descaro y se producen cambios progresivos en las maneras de participar y cuestionar, de reaccionar y proponer, de pensar y repensar.
La Fundación Avina dentro del Proyecto IIRSA
Las organizaciones intermedias, no gubernamentales (ecologistas, autoconvocados, ambientalistas) han iniciado un tránsito aún sin destino cierto, pero van andando, produciendo confianzas en sus vecindades, desde sus decires y haceres. Insospechados de interés sectorial o mezquino, van dando muestras, muchas veces, de desprendimientos ejemplares. Para las corporaciones, el acompañarse con ellas, es una presentación. Legitima la recepción en la sociedad a la que se acercan.
Entonces aparecen los donantes, los socios, los colaboradores internacionales. En los primeros pasos, sin pedir nada a cambio, hasta que algún «indicador » enciende alarmas no siempre fáciles de advertir. Y allí comienzan las historias de los inciertos, las desconfianzas e impredecibles, entre quienes se advierten, y los otros. Y nuestras organizaciones son impactadas, se conmocionan y sacuden.
El Foro Ecologista de Paraná tuvo lo suyo. Decidió no continuar con la Fundación AVINA como donante para sus proyectos de trabajo cuando sus integrantes fueron convocados al diseño de una estrategia sobre Bordes Costeros y Recursos Hídricos en América Latina que dicha Fundación estaba elaborando.
AVINA es una fundación filantrópica, de origen suizo, cuyo fundador es el empresario de esa nacionalidad, el abogado Stephan Schmidheiny. Esta fundación maneja y gestiona fondos que surgen de la actividad empresaria de Schmidheiny, cuya tracción económica es el Grupo Nueva, que nuclea en América Latina empresas de dos rubros principales: forestales-Masisa Terranova-, y de tuberías para transporte de fluidos, AMANCO. El presidente ejecutivo de AMANCO, el Sr. Roberto Salas, ha manifestado la importancia de la conferencia llevada a cabo en Washington, D.C., el 3º Latin American Leadership Forum,*(4) patrocinado por CG/LA, donde se mencionó un potencial de US$25.000 a $35.000 millones en proyectos pendientes de infraestructura para Latinoamérica. Y en ese mismo foro se reconoce a IIRSA como el proyecto estratégico de los empresarios líderes.* (5)
Es decir que el proyecto IIRSA, identificado y denunciado por el Foro Ecologista de Paraná como el proyecto de las infraestructuras necesarias para la expoliación de bienes comunes (comúnmente llamados recursos naturales) y el traslado industrial de Lawrence Summers, era el proyecto marco para la estrategia de la Fundación AVINA sobre recursos hídricos y bordes costeros en América Latina.
Así también aparece AVINA en Perú, acompañando con fondos un proyecto en Cajamarca de estímulo a la iniciativa IIRSA, promoviendo los corredores bioceánicos del eje Amazonas, y la construcción de carreteras transversales y longitudinales en Sierras, para el comercio internacional.
Desde el año 2000, año de anuncio oficial de IIRSA, se reúne por su lado el Foro Mundial del Agua que es la institución desde la que pretenden legitimarse los movimientos de las corporaciones interesadas por el agua dulce. Antes se creó la GWP, que es principal organizadora y patrocinante de los foros Mundiales del Agua. Maude Barlow (2001)*(6), explica con claridad la naturaleza de GWP: «En 1996, se asistió a la creación de un nuevo organismo internacional del agua, que se componía más o menos de los mismos actores. El Global Water Partnership (GWP) se describe a sí mismo como una «red encaminada a la acción» de organismos interesados en cuestiones relativas al agua y cuya misión consiste en encontrar las «herramientas necesarias en la práctica» para resolver los problemas del agua, sobre todo en los países del Tercer Mundo. Entre sus afiliados figuran numerosas ONG, organizaciones gubernamentales (tales como la Agencia de Desarrollo Internacional del Canadá, cuya ex-presidenta Margaret Catley-Carlson acaba de ser nombrada presidenta del GWP), bancos multilaterales y el sector privado). René Coulomb de la Suez Lyonnaise des Eaux forma parte del consejo de administración, en el que también figuran representantes del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible, con sede en Suiza, y del Banco Mundial. Otro representante de la Suez Lyonnaise des Eaux, Ivan Cheret, forma parte del Comité Consultivo Técnico del GWP…,… La organización tiene por principio que el agua es una «mercancía económica» que tiene un «valor económico en todos sus usos competitivos», y sirve para asentar las bases de la prioridad que concede el GWP a la privatización de los servicios de abastecimiento de este recurso». Stephan Schmidheiny es fundador del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible.
El 4º Foro Mundial del Agua, reunido en Méjico en marzo de este año, no aceptó incorporar el derecho de acceso al agua potable, como derecho humano…Y la Fundación AVINA apoyó la representación institucional en dicho Foro junto a la Agencia del Gobierno de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la organización Alianza Mejicana por una NUEVA CULTURA DEL AGUA.
NUEVA CULTURA DEL AGUA, un sello de la Fundación AVINA, venido de España de la mano de un socio líder de dicha Fundación, que la Municipalidad de Paraná ha tomado como propio, promoviendo sus mensajes y símbolos en nuestras escuelas. Con los antecedentes señalados sobre un tema de tal significado político presente y futuro, creemos que es un error por descuido. Es una señal muy fuerte, que se impronta en nuestros niños y jóvenes.
Pocos días atrás, los Vecinos de Andalgalá en Defensa de la Vida reclamaron al gobierno de Catamarca por permitir la entrega de medallas a los niños de una escuela de cordillera con la inscripción de la empresa Bajo La Alumbrera en una de sus caras.
La Botnia practica formas parecidas en Fray Bentos; Monsanto lo hace en las escuelas rurales de las áreas condenadas a los desiertos verdes y envenenadas por sus químicas biocidas. Naturalizan sus presencias y llegadas. Son imposiciones culturales con costos políticos impredecibles.
Son tiempos de saber y volver a saber. Tenemos derecho a la información de lo que pasa y decide en nuestras vidas, y la responsabilidad de ejercerlo.
Debemos saber quién es Nestlé en el comercio del agua en el mundo. Saber que Schmidheiny fue presidente del directorio de Nestlé en el año 1.999. Saber qué razones existen para que el fundador de AVINA integre el Consejo Asesor del Canal de Panamá y quienes lo acompañan en ese organismo. Saber si existe el Club Bilderberg, como espacio de encuentro del «Poder oculto del mundo» (ya no tan oculto por otro lado), integrado por notables del establishment, contando entre sus miembros a Wolfensohn, Rockefeller, Kissinger, Schmidheiny y los banqueros Rostchild, Saber que el agua dulce es tema de esas agendas ocultas, con sus Libres Comercios, y Acuerdos Bilaterales de Protección de Inversiones Recíprocas, como los firmado por Uruguay con Finlandia. También saber acerca de las financiaciones de las organizaciones políticas y sociales. Eso también es derecho a la información pública, tal como lo proclama Poder Ciudadano, una institución que desde su página de información virtual («INFOCIVICA, donde la información de las ONG ahora es noticia»), nos entera que su difusión gratuita es posible gracias al apoyo de la Embajada Británica, la Embajada de Finlandia, la Fundación Ford, TELECOM. Debemos saber que uno de los referentes principales de «AVINA Argentina» actual, fue el anterior presidente de Poder Ciudadano. Necesitamos escuchar razones y reflexionarlas con quien corresponda, acerca del interés del gobierno suizo en el libro «Gobernanza del Agua en América del Sur: dimensión ambiental»(publicado por la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), Suiza, con el auspicio del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) de Suiza) presentado por el Dr. Daniel Sabsay, de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales(FARN) ¿Es una publicación de análisis, o de propuestas?. En cualquiera de los casos, ¿qué hace Suiza en el tema aguas en Latinoamérica?¿Hay alguna vinculación con Nestlé, o AMANCO, o con quién sea? Si existe preocupación sincera por nuestros ríos, nuestras vidas y entornos, teniendo tal capacidad de llegada a los espacios europeos, ¿cómo no se escuchó ningún decir ni reclamar con firmezas en Foro ninguno, a estos nombres tan encumbrados en el poder económico mundial, ante la instalación de las pasteras de celulosa? ¿o sobre las plantaciones de eucaliptus transgénicos? Si ocurrieron, deben publicarse. Y si no ocurren, también deben publicarse y reclamarse. Estas son también noticias. Los silencios dicen. Todo esto debe ser también información pública.
Nuestros gobiernos democráticos son criticables en tantos capítulos. En muchos. Pero si los recelos son mayores con ellos que con los británicos, o los finlandeses, estamos mal o peor.
Los enormes desequilibrios de todo tipo que se presentan a nivel planetario aseguran transformaciones también enormes en los hombres y mujeres del mundo. Sucederán en lo insondable y misterioso del alma humana. No son posibles de análisis alguno. Los seres humanos somos impredecibles, azarosos, inesperados. Tal vez pueda escucharse como ingenuo el pensar en aquellos que vivieron de codicias y cálculos de ganancias, gestando ahora saltos descomunales de conciencia y sabiduría. Nosotros, en cambio, pensamos que habrán de ocurrir.
Pero creemos que los impulsos vendrán de las urgencias de los tiempos, por una parte, de tantos insondables dando vueltas por otras, …y , sobre todo, vendrán esos impulsos desde inmensas mayorías que habiendo gestado confianzas y despejes de sospechas de los terrenos del entendimiento necesario, los ofrecerán para los nuevos diálogos emergentes, a los nuevos iguales/diferentes planetarios.
Volveremos a escucharnos. Debemos volver a escucharnos. Los mensajes e intentos hegemónicos, han fracasado. El Grito de la Tierra, es el grito de los Pobres, transformándose en llamada. La Tierra nos llama, la tierra se llama. Somos la Tierra. Volveremos a escucharnos.
*(1) El Diario de Paraná 24/ 03/ 96
*(2) El Diario de Paraná 05/02/92
*(3) The Wall Street Journal Américas (La Nación)07/11/05
*(4) 3rd Annual Latin American Leadership Forum -CG/LA-
Ritz Carlton 22 y 23 de marzo del 20 Washington, DC
*(5)3rd Annual Latin American Leadership Forum: Strategic _-CG/LA-
*(6)Maude Barlow, presidenta nacional del Council of Canadians (Consejo de Canadienses) Coautora del libro Oro azul: la batalla contra el robo del agua del mundo por las corporaciones
Publicado en Boletín quincenal Nº45- Prensa del Frente – http://www.prensadefrente.org/