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En Argentina se calculó cuánto debería cobrar un ama de casa por su tarea diaria

¿Amas de qué?

Fuentes: RIMA

Desde Córdoba un sindicato anunció que había calculado cuánto debería cobrar las amas de casa por su tarea diaria y desató el debate: «quién les va a pagar. El estado no les paga a los que trabajan, les va a pagar a los que no trabajan» o «ahora los hombres van a reclamar que les […]

Desde Córdoba un sindicato anunció que había calculado cuánto debería cobrar las amas de casa por su tarea diaria y desató el debate: «quién les va a pagar. El estado no les paga a los que trabajan, les va a pagar a los que no trabajan» o «ahora los hombres van a reclamar que les paguen por cambiar los cueritos», fueron comentarios mediáticos y callejeros. Que exista un sueldo para las amas de casa ¿es un avance o un retroceso para las mujeres? ¿El anuncio debe quedar en lo simbólico o concretarse para la mayoría de las mujeres que trabajan las 24 horas a cambio de nada?

 

 

Buenos Aires: ¿Un salario para las amas de casa? El debate es tema de notas periodísticas en distintos medios del mundo occidental. Impulsado por una nueva mirada sobre los principios de igualdad de derechos y de oportunidades, la necesidad de reconocer de alguna manera el trabajo no remunerado que las mujeres realizan en sus hogares comienza a cobrar cuerpo, con demandas concretas. Las amas de casa son, sin duda, una fuerza laboral silenciosa y silenciada. Con la excusa del «amor por la familia», su larga jornada de trabajo y las múltiples tareas que cumplen durante la misma, muchas de manera simultánea, han sido consideradas parte de su «rol natural». Hasta se espera que la mujer «se sacrifique» para  desempeñar cabalmente las labores domésticas, sin esperar nada a cambio.

 

Las amas de casa, ¿trabajadoras?

 

Son numerosas las anécdotas que circulan sobre mujeres amas de casa que al ser preguntadas sobre si trabajan o no por encuestadores o en oficinas públicas, suelen contestar «no». Pero esta falta de conciencia de las mujeres sobre el valor del trabajo en el hogar va quedando paulatinamente atrás y cada vez son más las que lo reconocen,   como también el aporte sustancial  de las amas de casa al funcionamiento cotidiano de la sociedad.

 

En diversos estudios se llega a la conclusión de que las amas de casa ocupan el 75% de su tiempo en cuatro tareas fundamentales: el cuidado de los niños y los ancianos, la limpieza del hogar, la preparación de las comidas y las compras y administración de la casa. Se calcula que dedican unas siete horas diarias a esta tarea, que suelen aumentar hasta en un 50% los fines de semana. Para las mujeres que trabajan fuera del hogar, a las horas dedicadas al trabajo remunerado deben agregar un promedio de algo más de cuatro horas diarias de trabajo doméstico.

 

En un estudio realizado por María Lucila Colombo , actual presidenta del Consejo Nacional de la Mujer en Argentina, cuando ocupaba su cargo de legisladora en la Ciudad de Buenos Aires, se comprobó que el producto del  trabajo doméstico de las mujeres en esta metrópolis equivalía al 92,7% de los ingresos de los ocupados varones. El estudio agregaba que, si se sumara el monto producido por el trabajo no remunerado más el remunerado que realizan las mujeres, se obtendría que ellas producen 1,57 vez más que el trabajo remunerado de los varones.

 

Las conclusiones de esta investigación, que contó con la colaboración de Observatorio Urbano,  consideran que las mujeres producen el 60% de los bienes y servicios que consume la sociedad, mientras que los varones perciben el 61% de las remuneraciones. El objetivo de la investigación fue planificar políticas públicas para la igualdad de oportunidades de varones y mujeres. El reconocimiento del valor económico del trabajo en el hogar sería, entonces, un reconocimiento al aporte que hacen las mujeres no sólo a la economía familiar, sino también del país.

 

En la actualidad son 3,8 millones las mujeres que trabajan de amas de casa en la Argentina.  Según un estudio reciente de la Consultora Equis, si se calculara el aporte que hacen estas mujeres al Producto Bruto Interno (PBI) nacional, en base a datos oficiales, esta cifra llegaría a 16.000 millones de dólares, o sea el 10% del PBI. Todo este aporte, por supuesto, es «voluntario» y no recibe remuneración ni reconocimiento alguno.

 

Lo interesante del estudio de la Consultora Equis es que reconoce a la multifuncionalidad del trabajo del ama de casa como un plus que alcanzaría al 30%, y que también debería reconocerse económicamente, con el agregado de que las mujeres se dedican a esta tarea sin francos, ni vacaciones, de lunes a domingo.

 

Para dar una idea del valor del aporte de las amas de casa a la economía del país, el estudio señala que estos 16.000 millones de dólares equivalen a 4 presupuestos anuales de la provincia de Buenos Aires, la más poblada de Argentina.

 

Calculando los ingresos

 

Salary.net  es un sitio web dedicado a calcular los salarios y beneficios de trabajadores y trabajadoras en todos los rubros imaginables. El año pasado dedicó un artículo a considerar la situación  de las amas de casa y el valor económico de su trabajo. Desde una economía del primer mundo, como es la de los Estados Unidos, el estudio planteó que un ama de casa debería obtener un salario anual 131,471 dólares, considerando que por la multiplicidad de tareas que realiza, y muchas de manera simultánea, las amas de casa trabajan unas 100 horas semanales, 40 en «turno normal» y 60 como «horas extras».

 

Lo interesante de este estudio, que se realizó con 5,4 millones de amas de casa en los Estados Unidos, es que solicitó a estas mujeres que dijeran en qué títulos laborales podrían encajar las tareas que realizan habitualmente. Las mujeres dieron prioridad a: maestra de jardín maternal o de jardín de infantes, conductora, ama de llaves, cocinera, consejera delegada, enfermera y trabajadora de mantenimiento general. Cuando se les comunicó el salario calculado, la mayoría se mostró satisfecha, aunque dieron la impresión de que no precisaban de una valoración externa para reconocer su contribución a la economía familiar o a la sociedad.

 

En Argentina, existe un Sindicato de Amas de Casa que también se ha dedicado a este tema. Sus filiales de Córdoba y Santa Fe son las que más han logrado sobresalir en los medios, debido a su combatividad y la seriedad de sus aportes a esta discusión. Recientemente, la filial Córdoba  dio a conocer un estudio en el cual llega a la conclusión de que las amas de casa en Argentina deberían percibir un salario mensual de 1290 pesos, o sea unos 400 dólares, por una jornada calculada en 12 horas de trabajo.

 

Para llegar a esta cifra, el sindicato utilizó dos modalidades: tomó los ingresos de una empleada doméstica cama adentro y el de una ama de llaves y a ello agregó una comparación con los bienes y servicios disponibles en el mercado. El estudio advierte que el cálculo está hecho sobre la base de que se trata de tareas que se cumplen simultáneamente, porque de lo contrario la remuneración tendría que ser mucho más elevada. También reconoce que la tarea de ama de casa cuenta con valores agregados que no se pueden contabilizar fácilmente: el componente afectivo y la transmisión de valores.

 

Con algo más de modestia, el taller sobre «Trabajo invisible – amas de casa» que funcionó durante el XVIII Encuentro Nacional de Mujeres que se realizó en la ciudad de Rosario, Argentina, en 2003, llegó a la conclusión de que las mujeres merecen un salario equivalente a la denominada «canasta familiar» (que incluye los gastos básicos de una familia tipo), que en ese momento llegaba a unos 400 dólares. «Pero reconociendo la realidad económica del país, fijamos un monto de 600 pesos (200 dls) que los destinaremos a mejorar la calidad de vida de la familia»  

 

Como suele ocurrir, salió a flote el «espíritu de sacrificio» de las mujeres. Si bien es cierto que la crisis caló hondo en la economía argentina, su repercusión en los hogares provocó situaciones límite. El alto índice de desempleo, la pérdida de poder adquisitivo del salario y el crecimiento de la economía informal, llevó a muchas familias a la pobreza. Pero no hay duda de que, culturalmente, las mujeres están formadas para resignarse y dejar de lado sus intereses, pensando más en el bien común que en el propio.

 

El informe de este taller incluso señala que un grupo de participantes no estuvo de acuerdo con la existencia de un salario para las amas de casa. No hay duda de que hay mucho por recorrer para llegar a consensos sobre este tema, aún dentro del propio movimiento de mujeres.

 

Desde una posición más combativa, la filial Santa Fe del Sindicato de Amas de Casa adhirió en el año 2000 a la Campaña Internacional por un salario por el trabajo de cuidar, que es parte de las demandas de la Huelga Mundial de las Mujeres, que auspicia la Red Internacional «Las mujeres cuentan». Con motivo del 8 de marzo de 2004, esta filial envió una carta abierta al presidente Kirchner en la que expresa su posición y solicita una audiencia para tratar la cuestión de la jubilación para las amas de casa en la provincia de Santa Fe, que fue vetada parcialmente por el gobierno local.

 

En la carta, esta filial demanda que «se acabe el robo de la deuda externa que recae más duramente sobre las mujeres y las niñas» y que se cumplan con los compromisos asumidos por el gobierno al adherir a la Plataforma de Beijing, en la IV Conferencia Mundial de la Mujer en 1995, cuando firmó junto a otros 190 países del mundo la necesidad de  «medir y valorar el trabajo no asalariado del hogar, de cuidar» en las cuentas nacionales.

 

Iniciativas en América Latina

 

El presidente Hugo Chávez anunció en el mes de febrero la concreción de un salario para las amas de casa en situación de pobreza. Serán 200 mil las mujeres que percibirán este salario que equivale a un 80% del salario mínimo, o sea 180 dólares. En una primera etapa, serán 100 mil las mujeres beneficiadas, aunque por el momento sólo han comenzado a recibirlo 10 mil mujeres.

 

Las cifras señalan que en Venezuela existen unas dos millones y medio de mujeres que viven en situación de pobreza crítica. De ellas, el 75% realiza alguna tarea remunerada fuera del hogar, por lo que serían en realidad unas 500 mil mujeres las que precisan de la ayuda estatal para poder subsistir con sus familias.

 

El anuncio del presidente Chávez ha provocado un gran debate en las filas de las agrupaciones de mujeres. Los grupos antichavistas han reaccionado manifestando su rechazo absoluto a la medida, a la que consideran electoralista. Los que favorecen al gobierno, piensan que finalmente se reconoce el aporte de las mujeres a la subsistencia familiar. Otras piensan que , si la medida no se cumple plenamente y en tiempo adecuado, una vez más habrá una esperanza mutilada para las mujeres.

 

Luego de la crisis del 2001, se pusieron en marcha en Argentina los planes jefes y jefas de hogar, consistentes en subsidios de  150 pesos (50 dls) mensuales a las cabezas de familia desempleados o en situación de pobreza, fueran hombres o mujeres. Si bien la economía del país ha repuntado notoriamente, todavía son muchas las personas que no acceden a un trabajo digno y bien remunerado.

 

Diversos estudios gubernamentales consideran que existe una franja de la población que por sus condiciones sociales y educativas, tendrá grandes dificultades para insertarse en el mercado de trabajo actual. Para dar respuesta a esta situación se ha creado el Plan Familias por la Inclusión Social, en el cual se da un subsidio por más de 2 hijos que será cobrado por las madres. Ellas serán responsables de enviar a sus hijos a la escuela y cumplir con controles de salud obligatorias para los niños. A su vez, las mujeres recibirán capacitación laboral e información sobre sus derechos. Una vez más, las mujeres son identificadas por su rol de madres para recibir algún reconocimiento y ayuda para salir adelante.

 

«Creo que nuestra lucha debe estar en incorporar a las mujeres a la sociedad productiva, al trabajo genuino, y proveer a las madres que trabajan de buenos servicios de guarderías y jardines de infantes donde dejar a sus hijos», señala Carola Caride, de la «Librería de Mujeres». «Los subsidios pueden ser necesarios en momentos de crisis, pero que las mujeres se queden aisladas en las casas no es una solución. Ni los salarios especiales ni el trabajo en microemprendimientos, que también mantienen a la mujer en la casa, ayudan a la mujer a formar parte de la sociedad productiva real».

 

Para Lilian Heller, especializada en Management Femenino y Planificación y Desarrollo en la Universidad de Lulea, en Suecia, «se trata de un tema de doble filo porque la remuneración del trabajo de ama de casa podría contribuir a fortalecer el doble rol de las mujeres, recargando sus responsabilidades. Una remuneración tampoco aseguraría un reconocimiento social del valor real de esta tarea».

 

Con algo de humor, Monique Altschull, presidenta de la Fundación Mujeres en Igualdad, observó: «¡Puede que si pagan, ahora aparezcan los ‘amos de casa’!», para agregar que «lo importante sería democratizar el trabajo en la casa y que las tareas domésticas se compartan entre hombres y mujeres por igual. El pago de un salario hasta podría ser discriminador si se destina sólo a las amas de casa que son madres, por ejemplo. Siento que cada vez estamos más lejos del estado de bienestar y somos menos libres de tomar decisiones. Se depositan las tareas domésticas en las mujeres y en las niñas, a las que se les niega el acceso al descanso, al entretenimiento y al tiempo libre».

 

Como se ve, el debate está abierto pero no se vislumbran respuestas concretas en un futuro próximo. Las mujeres seguirán desempeñando su rol de amas de casa sin remuneración alguna y, lo que es peor, sin que se reconozca cabalmente su contribución concreta a la economía de sus países ni sus derechos a  disfrutar de una vida digna.