En mayo pasado murió un trabajador por cáncer de pleura, causado por el contacto con amianto durante los ocho años que trabajo en una empresa de Alicante. Por esta misma causa murió el histórico dirigente de CCOO, Manuel Amor Deus (Ferrol) tan sólo un mes más tarde. Las estimaciones son que ocurrirán unas 1.321 muertes […]
En mayo pasado murió un trabajador por cáncer de pleura, causado por el contacto con amianto durante los ocho años que trabajo en una empresa de Alicante. Por esta misma causa murió el histórico dirigente de CCOO, Manuel Amor Deus (Ferrol) tan sólo un mes más tarde. Las estimaciones son que ocurrirán unas 1.321 muertes por mesotelioma entre 2007 y 2016.
En la actualidad caben pocas dudas sobre la relación entre la exposición a amianto y enfermedades como el mesotelioma pleural. Sin embargo, el número de casos reconocidos en España por la Seguridad Social dista mucho de la realidad: 6 casos en 2003 y 5 en 2005. Ello a pesar que son ya varias las comunidades autónomas que han puesto en marcha programas de vigilancia postocupacional de la salud de trabajadores que estuvieron expuestos a amianto con el objetivo de favorecer el reconocimiento de estas enfermedades y su indemnización como enfermedades profesionales. Un programa que, aunque es de obligado cumplimiento, aún no ha sido desarrollado en algunas Comunidades Autónomas, habiendo dejado pasar años sin hacer nada. Analizando los datos de mortalidad por cáncer pleural (del que alrededor del 80% son mesoteliomas) entre 1977 y 2001, encontramos que 2.929 personas murieron por cáncer pleural en España: un 65,8% de las cuales eran hombres. Como se observa en la figura 1, la tasa de mortalidad en hombres ha ido aumentando progresivamente de 0,82 muertes/100.000 durante el período 1977-1981 hasta 1,26 muertes/100.000 durante 1997-2001. En mujeres, la tasa fue menor y ha ido disminuyendo en los últimos años. Aunque la exposición a amianto es mayoritariamente laboral y se concentra en una serie de actividades bien descritas y más comunes en hombres que en mujeres, es conocida la exposición ambiental que sufrieron durante el mismo período vecinos de lugares cercanos a las industrias manipuladoras de amianto, o parientes que convivían con trabajadores de las mismas industrias, afectando esta última en mayor proporción a mujeres que a hombres.
Las predicciones realizadas por nuestro grupo para hombres indican que el incremento de casos de mesotelioma continuará al menos hasta el año 2016, estimando que ocurrirán unas 1.321 muertes por mesotelioma entre 2007 y 2016.
En otros países, donde se han realizado también estimaciones, esperan igualmente incrementos en el número de casos de mesotelioma. Estas estimaciones dependen en gran medida de la cantidad y tipo de amianto utilizado, de la introducción de medidas reguladoras y su cumplimiento, etc. El primer país en realizar una predicción de casos de mesotelioma fue el Reino Unido, donde se estiman 3.300 casos anuales alrededor del año 2029. En Japón, uno de los últimos países en prohibir el amianto (2003), el incremento previsto supera los 100.000 casos para el período 2000-2039.
En conclusión, aún estaremos viendo las consecuencias mortales de la exposición al amianto durante varias décadas. Por ello, una vez prohibida su utilización, resulta evidente la necesidad de poner en marcha iniciativas que aseguren el reconocimiento legal de estas enfermedades profesionales, para lo cual es imprescindible desarrollar programas activos de vigilancia de la salud de los trabajadores que estuvieron expuestos, tal y como está regulado.
*Silvia Pitarque, Fernando G. Benavides son miembros de la Unitat de Recerca de Salut Laboral de la Universitat Pompeu Fabra