El pasado día 23 cerraba el plazo de participación pública del borrador del Plan Estatal Marco de Residuos, un documento de gran importancia para encaminar el modelo de gestión de residuos que regirá en nuestro país en los próximos años Cada vez es más urgente revisar la lamentable situación actual del estado español en gestión […]
El pasado día 23 cerraba el plazo de participación pública del borrador del Plan Estatal Marco de Residuos, un documento de gran importancia para encaminar el modelo de gestión de residuos que regirá en nuestro país en los próximos años
Cada vez es más urgente revisar la lamentable situación actual del estado español en gestión de residuos pues un 60% de los residuos municipales son vertidos, un 10% incinerados y un escaso 30% de residuos son reciclados y compostados. La Unión Europea exige alcanzar en 2020 un mínimo de 50% de preparación para la reutilización y reciclaje, por lo que el reto de este plan debe ser el incremento de 20 puntos de reciclaje para evitar las sanciones europeas.
Sin embargo, el borrador del Plan no es lo suficientemente ambicioso y concreto como para asegurar la evolución necesaria para alcanzar los objetivos europeos. En primer lugar, la jerarquía en la gestión de residuos dictada por la Unión Europea no se ve reflejada. No se incluyen aspectos de reducción en este plan, al existir una estrategia a este efecto. En cuanto a la preparación para la reutilización se marca un irrisorio 2%, mientras que para reciclaje sí se llega al 50% marcado por la directiva. En cambio, el borrador marca el elevado objetivo mínimo de incineración del 15%. Con respecto al vertido, el objetivo es máximo, del 35%.
Desde Amigos de la Tierra consideramos prioritario eliminar el porcentaje mínimo de incineración, ya que es el penúltimo paso de la jerarquía y sin embargo se le ha atribuido un porcentaje mayor que a los dos primeros (un 10% de reducción según la ley 22/11 y un 2% de preparación para la reutilización). Tanto la incineración como el vertido deben ser opciones a poner en marcha cuando se hayan agotado todos los esfuerzos en reducir, reutilizar y reciclar. No debería ponerse en el mercado aquello que no sea susceptible de ser reutilizado, reciclado o compostado.
Para alcanzar los elevados porcentajes de reciclaje requeridos, teniendo en cuenta el punto de partida, es ineludible la separación de la materia orgánica en origen y su compostaje. Para ello, el plan debería ir un paso más allá y plantear objetivos mínimos de separación en origen de la materia orgánica. Ésta supone un 42% de los residuos municipales y sin su separación no se puede avanzar en porcentajes de reciclaje.
Para el resto de residuos también es necesario ser ambicioso y plantear cambios de modelo. Los actuales han demostrado ser ineficaces, alcanzando un incremento de la tasa de reciclaje del 10% al 18% en una década, incremento insuficiente para el reto actual. La recogida selectiva es la clave para un reciclaje de calidad, por lo que instamos al ministerio a proponer modelos de recogida basados en los que ya se han puesto en marcha en algunos municipios, con resultados exitosos, como la recogida Puerta a Puerta o los Sistemas de Devolución, Depósito y Retorno.
Según Alodia Pérez Muñoz, responsable del área de recursos naturales de Amigos de la Tierra, «Es urgente cambiar el modelo actual de gestión de residuos para reducir los perjudiciales impactos generados por los vertederos e incineradoras, no tener que asumir más sanciones europeas y acabar con el despilfarro de escasos y valiosos recursos naturales«.
En Septiembre el Ministerio sacará una nueva versión del Plan teniendo en cuenta las aportaciones recibidas, que será el que aprobará el Consejo de Ministros. Desde Amigos de la Tierra esperamos que esta nueva versión sea más ambiciosa y acorde a los objetivos marcados por la Unión Europea, avance para alcanzar una economía circular y una mayor justicia social y ambiental.