Aminattou Haidar, símbolo de la lucha del pueblo saharaui Previsión informativa La defensora de los derechos humanos Aminattou Haidar, símbolo de la lucha pacífica por los derechos nacionales del pueblo saharaui, comparecerá ante la prensa el 8 de mayo en Madrid. Haidar, ganadora del V Premio Juan María Bandrés a la Defensa del Derecho de […]
La defensora de los derechos humanos Aminattou Haidar, símbolo de la lucha pacífica por los derechos nacionales del pueblo saharaui, comparecerá ante la prensa el 8 de mayo en Madrid. Haidar, ganadora del V Premio Juan María Bandrés a la Defensa del Derecho de Asilo y la Solidaridad con los Refugiados, que otorgan CEAR y la Fundación CEAR, recorrerá varias ciudades españolas invitada por estas organizaciones y se reunirá con instituciones políticas estatales y autonómicas. El mismo 8 de mayo recibirá el V Premio Bandrés en un acto público que tendrá lugar en el auditorio de Comisiones Obreras de Madrid (c/ Lope de Vega, 40) a partir de las siete de la tarde.
Luchadora incansable
Aminattou Haidar es un símbolo de la lucha pacífica por los derechos nacionales del pueblo saharaui. Esta activista, de 39 años y madre de dos hijos, fue detenida por primera vez en 1987 por participar en una protesta contra la ocupación del Sáhara Occidental cuando una comisión de la ONU visitaba la zona. Desaparecida y torturada durante casi cuatro años, a pesar de sufrir posteriormente numerosas detenciones y vejaciones por parte de las autoridades marroquíes no ha dejado de luchar de manera pacífica para que se haga realidad el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui, reconocido por la ONU.
Haidar ha participado en importantes iniciativas, como el Comité de Coordinación de las Víctimas de Desapariciones Forzadas y de Detenidos del Sáhara, en 1994; el Comité para la Liberación de Sidi Mohmed Daddach y todos los Detenidos Saharauis, en 2001; el Comité Preparatorio de Información sobre Desaparecidos Saharauis, en 2002; o el Comité por la Liberación de Ali Salem Tamek y los Detenidos Saharauis, en 2003.
En mayo de 2005, participó en las manifestaciones para denunciar el aumento de la represión marroquí, que ha causado centenares de detenidos, encarcelados, torturados y al menos un asesinado, y por ello fue apaleada brutalmente por la policía y encarcelada. Como ella misma expresó: «Mi crimen es haber ejercido mi derecho a manifestar mi condena y mi protesta contra la represión y la arbitrariedad de las fuerzas de ocupación marroquíes contra los civiles saharauis que expresan desde hace tantos años su rechazo a la ocupación, reivindicando de manera pacífica el respeto de los derechos humanos en el Sáhara Occidental, la liberación de los presos de opinión y la vuelta de los desaparecidos vivos o muertos».
El 13 de diciembre de 2005 un tribunal marroquí le condenó a siete meses de prisión y a sus trece compañeros a penas de hasta tres años de presidio, en unos procesos claramente irregulares según los observadores internacionales presentes, entre ellos Amnistía Internacional y una comisión del Consejo General de la Abogacía Española. Tras meses de presión sobre el gobierno de Marruecos, en los que numerosas organizaciones de todo el mundo exigieron la liberación de Aminattou Haidar y de muchos otros prisioneros políticos recluidos en las cárceles marroquíes, la dirigente saharaui fue liberada en enero de 2006, sin que las torturas y el encierro cambiaran sus posiciones ni sus exigencias, que son las del pueblo saharaui: el ejercicio del derecho de autodeterminación; el esclarecimiento del destino de miles de desaparecidos; el cese de la persecución de los defensores de los derechos humanos; la condena de los culpables, así como la retirada de las unidades militares desplegadas en las calles de las ciudades ocupadas y la libre entrada y circulación de los observadores internacionales y de los medios de comunicación a los territorios ocupados. En definitiva, exigen el cumplimiento por parte de Marruecos de la legalidad internacional.
Cuando ya se han cumplido tres décadas de la ocupación del Sáhara Occidental y del exilio de buena parte de sus ciudadanos en la Hamada argelina, la concesión del V Premio Juan María Bandrés a Haidar es un reconocimiento a la dignidad.
Aminattou Haidar expresó hace unos meses, desde la cárcel, su determinación: «… Es un milagro que siga con vida, porque soy una mujer agotada físicamente de tantos años de desaparición y encarcelamiento, tanta tortura y tantas vejaciones. Pero aquí estoy y seguiré luchando con todas mis fuerzas, sabiendo que estáis allí luchando por nosotros. Estoy tan segura de vosotros como lo estoy del mar que me espera a 25 kilómetros, tan segura como lo estoy de que esos niños saharauis refugiados en Argelia volverán a su tierra liberada. Estoy tan segura de vosotros como lo estoy de la mirada cariñosa de mis dos hijos, Mohamed y Hayat, a quienes añoro tanto…».