Tres días antes del encuentro, 27 de septiembre, se había recordado el 36 aniversario de los últimos asesinatos del franquismo. Uno de ellos, el Txiki, fue «ejecutado» en Barcelona. No fue ese, desde luego, el motivo del encuentro en el Círculo. Tampoco hubo ninguna referencia a ello. La memoria del Círculo de Economía de Barcelona […]
Tres días antes del encuentro, 27 de septiembre, se había recordado el 36 aniversario de los últimos asesinatos del franquismo. Uno de ellos, el Txiki, fue «ejecutado» en Barcelona. No fue ese, desde luego, el motivo del encuentro en el Círculo. Tampoco hubo ninguna referencia a ello. La memoria del Círculo de Economía de Barcelona no acuña esas monedas.
El pasado 30 de septiembre de 2011, Andreu Mas-Colell, consejero de Economía y Conocimiento del gobierno de la Generalitat de Catalunya, realizó una intervención en el Círculo: sin entrar en muchos detalles concretos, una exposición de su programa económico, de su filosofía económica de claro y explícito marchamo neoliberal. Toda una declaración de intenciones.
Fue la conferencia inaugural del curso académico 2011-2012. ¿Una conferencia que inaugura un curso académico impartida en una asociación empresarial que dice ser algo más que un lobby de presión? Si no ando errado, tal como han leído. La vida intelectual de las élites da siempre sorpresas.
El texto de la conferencia, que ha sido editado por el departamento que el propio Mas-Colell dirige [1], consta de una breve introducción y de tres apartados «Europa», «Espanya» y «Catalunya». Algunas conclusiones y propuestas (y una muy curiosa y significativa cita de Claudio Boada) se deslizan en las últimas líneas.
Antes de entrar en materia, algunos datos sobre el escenario y los principales artistas. Empecemos por la opinión del protagonista de la tarde-noche sobre el marco y la institución empresarial. Le cito traducido de su propia conferencia: «[…] el Círculo de Economía, una institución que recoge el latido de la sociedad civil y económica catalana, que siempre ha sido sensible al debate de ideas, y que es creadora de opinión». Una organización empresarial, añade el señor conseller, que es más que un grupo de presión y que tiene «los intereses del país» como máxima finalidad. El enamoramiento, según cuentan, es mutuo. Qué significa tener los «intereses del país» (de Catalunya, por supuesto) como máxima finalidad no fue aclarado por Mas-Colell [AMC] ni tampoco fue documentado que la proclamada finalidad sea algo más que mero (y engañoso) slogan publicitario. Por lo demás, que el Círculo recoja el latido de la sociedad civil y económica catalana es clara señal del (férreo) corazón del empresariado del país.
Algunos datos extraídos de la propia página del círculo sobre el Círculo, nada críticos por supuesto. Se fundó el Cercle d’Economia en Barcelona en 1958, un año antes del plan de estabilización. Nació el círculo con el «objetivo de contribuir a modernizar la vida económica y social española, fomentando los deseos de liberalización y apertura y de favorecer la integración de nuestro país en la nueva Comunidad Europea…» Con menos palabras: para fomentar el capitalismo y las relaciones con la Europa del capital. La figura del profesor e historiador Jaume Vicens Vives, señalan, fue determinante en la agrupación de los jóvenes universitarios y empresarios barceloneses que se agruparon en el Club Comodín, antecesor del Círculo. Habría que estudiarlo con calma.
El círculo, dato de alta tensión enormemente significativo, tiene a gala actualmente recordar el comunicado de apoyo a la permanencia de España en la OTAN de marzo de 1986, reafirmando, dicen, «la vocación europea e internacional de la Institución». Nos vale para entenderlos mejor.
Salvador Alemany es figura clave de la institución. Es el actual presidente de Abertis y del Círculo de Economía de Barcelona. Se licenció en Economía por la Universidad de Barcelona y cursó un MBA en el IESE. También es profesor mercantil y censor jurado de cuentas. Currículo práctico, nada de pérdidas humanistas de tiempo. Los forman a su estilo y maneras. Presidió la selección de baloncesto del FC Barcelona de 1986 a 2003 y ocupó una de las vicepresidencias del club. ¡El Barça, como señalaba el no olvidado Vázquez Montalbán que conoció muy de cerca al personal en cuestión,és més que un club! ¡Y tanto!
Fue miembro Alemany del patronato de la Fundación Bosch Gimpera de la Universidad de Barcelona, y consejero de Aucat, de Saba Aparcamientos y vicepresidente de Ibérica de Autopistas y del Parque Logístico de la zona franca. No solo eso: fue también presidente de Cruz Roja Barcelona y vicepresidente de Cruz Roja de Cataluña. Dinero y caridad, uno al lado del otro. La democracia cristiana tiene su propio partido en Catalunya: el tinglado de Duran i Lleida.
Se afirma en corrillos (que extienden la voz) que en diciembre de 2010, Artur Mas le ofreció ser consejero de Economía, el puesto que ahora ocupa Mas-Colell. Puede ser. Su nombre ha sonado también como ministro de Economía del primer gobierno Rajoy. LB y FAES han ganado la apuesta. Por el momento.
Un apunte sobre el protagonista de la noche: Andreu Mas-Colell, el poderoso conseller de Economía, es profesor (catedrático) de Economía en la Universitat Pompeu Fabra, donde intentó ser rector sin conseguirlo, en situación de excedencia. Algunos datos de su currículum extraídos de la página web de la UPF [3]. Fue profesor de Economía y Matemáticas en la Universidad de California (Berkeley) (1972-80), catedrático de Economía en la Universidad de Harvard desde 1981 a 96 y presidente de la Barcelona Graduate School of Economics entre 2006 y 10. Ha sido editor del Journal of Mathematical Economics (1985-88) y de Econometrica (1988-92). En 1997 fue elegido Foreign Associate de la National Academy of Sciences de EEUU y Foreign Honorary Member de la American Economic Association. Ha sido también presidente de la Asociación Española de Economía y de la European Economic Association.
De 2000 a 2003 fue Consejero de Universidades, Investigación y Sociedad de la Información de la Generalitat de Catalunya en el último gobierno Pujol, con Mas como conseller en cap. La ambición política es nota destacada en sus últimos años. Ha sido también miembro del Consejo Asesor del Servicio de Estudios de «La Caixa», presidente del Consejo Científico Asesor de Telefónica, Investigación y Desarrollo y, para que se vean las estudiadas redes sociales de las elites dirigentes, miembro de la Junta Directiva del Cercle d’Economia.
AMC ha escrito más de 100 trabajos de investigación sobre temas que abarcan desde la teoría abstracta del equilibrio general y la estructura de los mercados financieros hasta políticas de precio para empresas públicas pasando por la teoría de los juegos de estrategia. Es autor del ensayo The Theory of General Economic Equilibrium: A Differentiable Approach (Cambridge University Press, 1985) y coautor del libro de texto Microeconomic Theory (Oxford University Press, 1994).
Fue también galardonado con el premio Rey Don Juan Carlos I de Economía (1988), la Medalla Narcís Monturiol de la Generalitat de Catalunya (1990), el premio de la Fundació Catalana per a la Recerca (1994), el Premio Nacional de Investigación Pascual Madoz (2006), la Creu de Sant Jordi (2006), el Reconocimiento al Progreso Empresarial de la CECOT (2008), el premio Cercle d’Economia (2008) y el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Economía, Finanzas y Gestión de Empresas, compartido con H. Sonnenschein, en 2009.
Aunque no figure en el currículum de la UPF, de joven, cuando estudió economía en la Universidad de Barcelona, AMC fue un cuadro universitario de PSUC y alumno de Manuel Sacristán, quien, desde luego, consideró siempre su privilegiada cabeza. Muchos años después, en los ochenta, Sacristán se refirió a él en algunas clases de Metodología de las Ciencias Sociales.
En la introducción de la conferencia, Andreu Mas-Colell delimita los márgenes de su intervención: no va a hablar de temas importantes como el pacto fiscal, la política industrial o las políticas de agilización y disminución del sector público administrativo (de hecho, algo dice de esto último aunque sea en términos generales). Esos temas, anuncia, merecerán su atención en otro momento.
Mas-Colell señala a continuación, sin justificarlo ni documentarlo, como dato de partida al que parece hay que someterse, un mensaje que él cree esencial: en las actuales circunstancias mundiales «tenemos poco margen de maniobra en la gestión de nuestros asuntos colectivos» pero, en todo caso, el reducido margen existente es «decisivo para marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso». No se debe dejar pasar, pues, una oportunidad que puede ser transformadora. ¿Transformadora? ¿En qué sentido? Lo aclara posteriormente.
Tras esta breve incursión en la retórica política estimulante, se centra AMC en Europa. Nuestro próximo punto de análisis. No olvidemos, eso sí, que mientras tanto, en el haber del conseller, está la ley de sucesiones (un infame regalo a las clases privilegiadas catalanas en momentos de déficits públicos), el desastre de las nóminas de los trabajadores de Administración del mes de diciembre (claro motivo de dimisión en circunstancias razonables) [4], la corresponsabilidad en la política privatizadora de la sanidad pública catalana (ibidem en el caso de la educación pública), la genial idea del «ticket moderador» de recetas médicas (1 euro por receta), las subidas en los transportes públicos (un 12% en la T-10, una de las tarjetas más usadas por la ciudadanía barcelonesa) y un largo etcétera. No hace falta indicar el sentido general de estas políticas de economía no teórica sino práctica. Como la vida misma.
Notas:
[1] Andreu Mas-Colell, «Les oportunitats d’aquesta crisi». Generalitat de Catalunya-Departament d’Economia i Coneixement.
[2] http://www.circuloeconomia.com/index.php?mod=historia
[3] http://www.econ.upf.edu/~mcolell/es/bio.html
[4] En la tarde del miércoles 28 de diciembre, el mismísimo día de los inocentes (¿ha sido una broma?), el conseller de Economía de la Generalitat ha realizado una conferencia de prensa, una de las intervenciones políticas más esperpénticas de las que he tenido noticias hasta el momento, acompañad del portavoz del gobierno de los mejores privatizadores. En ella, Mas-Colell ha asegurado que los trabajadores de la Administración cobrarán (cobraremos) todo su salario, sin posponer el 20% de la paga extra, los últimos días de este mes. La Generalitat ha conseguido créditos de bancos -el Sabadell en plano destacado- que, según el propio conseller, se pagarán con un interés del ¡6%! No es imposible que las cartas y papeles de protesta de los trabajadores públicos hayan contribuido lo suyo pero tal vez el cierre de todas las entradas, en la mañana del miércoles, en el hospital Can Ruti de Badalona, uno de los mayores hospitales públicos de Catalunya, y la descalificación del gobierno -en términos nada corteses- de los Mossos d’Esquadra del conseller Puig, hayan tenido consecuencias más directas.
Por lo demás, sin seguir ningún modelo corvino, vale la pena destacar un vértice lateral: el ambiente nacionalista catalán, en general, arremetió contra el expresident Montilla no, desde luego, porque realizara una política subordinada a los intereses del poder, de todos los poderes que cuentan en ese escenario, sino por su catalán de tercera regional (fue expresión usada a pesar de no serlo en absoluto) y su ineficacia e incompetencia. No creo que el «centimetru» de Mas-Colell, su incompetencia manifiesta y su hablar farfullando mejoren en un quark, todo lo contrario, el catalán de José Montilla. Nadie dirá nada sobre ello. Y será justo, claro está, pero no se obró así cuando se ridiculizó el habla del ex dirigente del PSC. «Polònia» destacó en esta infamia pueril.
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