Recomiendo:
0

Pronunciamiento de la Mesa de Cambio Climático de El Salvador

Ante las manifestaciones e impactos de las sequías en un entorno de clima cambiante

Fuentes:

Comprendiendo que las sequías son cada vez más intensas y recurrentes – Las manifestaciones actuales y las proyecciones a futuro del cambio climático en El Salvador se expresan en una reducción de la lluvia media anual y una tendencia ascendente marcada de la temperatura media anual; sumado a la incidencia de eventos climáticos extremos, entre […]

Comprendiendo que las sequías son cada vez más intensas y recurrentes

– Las manifestaciones actuales y las proyecciones a futuro del cambio climático en El Salvador se expresan en una reducción de la lluvia media anual y una tendencia ascendente marcada de la temperatura media anual; sumado a la incidencia de eventos climáticos extremos, entre los cuales se destacan mayor probabilidad de ocurrencia de sequías, mayor duración de los períodos con varios días secos consecutivos y menor duración de temporales

– En el caso de las sequías, la canícula se estaría intensificando con reducciones de las lluvias especialmente en julio y agosto, y habría reducción sustancial del volumen mensual de las lluvias durante la temporada lluviosa. Se proyecta que el patrón bimodal histórico de comportamiento de la lluvia podría cambiar: un falso inicio en abril y un retraso en el inicio de la época lluviosa en mayo; disminución de la lluvia en mayo, precipitaciones máximas de todo el año en octubre, y desfase del final de la temporada lluviosa hasta diciembre

– La década reciente que ha sido más lluviosa como resultado de la variación inter-decadal en la región, podría estar ocultando reducciones mayores en la precipitación en el país y la región. Además, la intensificación observada y las proyecciones futuras del Fenómeno de El Niño, podrían estar siendo reforzadas o estar encubriendo las manifestaciones del cambio climático que se asemejan a las condiciones propias de El Niño. Los impactos causados por la prolongación de las sequías, reducción del volumen y cambio de patrón de lluvias, serían efectos de El Niño en línea con las proyecciones del cambio climático

– El clima ha cambiado en condiciones de alta vulnerabilidad de los recursos hídricos en el país, la cual se explica principalmente por la alteración del ciclo hidrológico; bajo nivel de aprovechamiento de la oferta hídrica, distribución y abastecimiento; altos niveles de contaminación de aguas superficiales y subterráneas; sobre-explotación de los principales acuíferos, y ausencia de un marco normativo para la conservación y manejo sustentable del agua

Ver y compartir pronunciamiento en línea:

https://www.facebook.com/notes/mesa-de-cambio-clim%C3%A1tico-de-el-salvador/pronunciamiento-ante-las-manifestaciones-e-impactos-de-las-sequ%C3%ADas-en-un-entorno/712151775597677

Considerando los impactos crecientes y acumulativos de las sequías

– Al igual que en 2014, las sequías más intensas y la reducción de las lluvias en 2015, han provocado severos impactos en diferentes sectores socio-económicos y sistemas naturales y humanos del país; principalmente en la agricultura, actividades pecuarias y de pesca, biodiversidad, generación hidroeléctrica, salud, saneamiento, abastecimiento de agua potable y turismo rural. Dichos impactos se han asociado no solamente a las variaciones extremas de lluvias y temperaturas, como sequías, olas de calor y tormentas intensas en un entorno de El Niño moderado; sino a cambios en los valores medios de los parámetros climáticos.

– Es de esperar que haya impactos futuros crecientes y acumulativos asociados a ambos tipos de manifestaciones, de no tomarse las medidas de reducción de vulnerabilidad y de adaptación correspondientes a cada uno de dichos sectores socio-económicos y sistemas naturales y humanos, o si estas son tomadas de manera inapropiada o inoportuna

– El nivel alcanzado y proyectado de las sequías de 2015 comprende los siguientes impactos: reducción del rendimiento de los principales cultivos; pérdidas crecientes en las cosechas de granos básicos, hortalizas y frutales, ganadería, acuicultura y pesca especialmente de las familias productoras de granos básicos que tienen acceso a menor cantidad de tierra y producen la mayor cantidad de alimentos a nivel nacional, particularmente resaltando los pueblos indígenas y poblaciones despojadas de tierras ; pérdidas consecutivas de reservas alimentarias y genéticas para el próximo ciclo; pérdida de aptitud de las tierras y abandono de cultivos; mayor frecuencia e incidencia de brotes de plagas y enfermedades; marchitez y aumento de la susceptibilidad de los cultivos; pérdida de biodiversidad terrestre y marina; cambios en la composición, estructura y función de los ecosistemas; y conversión de ecosistemas y agro-ecosistemas a áreas emisoras netas de dióxido de carbono. Lo anterior se asocia a cambios en los ambientes rurales especialmente en cuanto a condiciones de inseguridad alimentaria y falta de soberanía alimentaria; reducción de los ingresos económicos; deterioro de la salud por desnutrición y enfermedades; abandono de áreas rurales y medios de sobrevivencia actuales; mayor emigración e intensificación de crisis sociales locales por la competencia por recursos y servicios básicos especialmente el agua

– El país ha contado con apoyo financiero, asesoría técnica y desarrollo de capacidades suficientes para desarrollar las herramientas técnico-metodológicas para enfrentar la sequía de manera apropiada y oportuna, aunque aún carece de ellas de manera sistematizada, apropiada y aplicable a los diferentes sectores socio-económicos y sistemas naturales y humanos del país. Dichas herramientas deberían haber sustentado e integrado instrumentos de implementación de las políticas públicas, como son: el Plan Quinquenal de Desarrollo 2014-2019; la Estrategia Nacional de Medio Ambiente y la Estrategia Nacional de Cambio Climático; el Plan Nacional de Cambio Climático; la Estrategia Ambiental de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático del Sector Agropecuario, Forestal y Acuícola; el Plan de Agricultura Familiar y Emprendedurismo Rural para la Seguridad Alimentaria Nutricional, entre otros

– El conocimiento de la magnitud y amplitud de los impactos de la sequía no es nuevo en El Salvador; sobre todo desde hace algunos años, por ejemplo durante las sequías de 2012 y 2014, cuando un déficit de lluvias y estrés hídrico produjeron cuantiosas pérdidas en el sector agropecuario. Las manifestaciones, efectos e impactos de las sequías ocurridas, así como las proyecciones futuras de dichos eventos en el contexto del cambio climático, han sido abordadas por diversos estudios generados a nivel nacional y regional. Sin embargo, dicha información no ha sido utilizada, sistematizada ni actualizada, por parte de los gobiernos sucesivos, para sustentar y reorientar los enfoques de las políticas públicas y de los modelos económicos

– En el tema específico de las sequías y reducciones de las lluvias, tampoco existe un sistema nacional de información efectivo, confiable, transparente y accesible al público; el cual recopile, analice y divulgue oportunamente la información sobre los efectos e impactos de dichas variaciones del clima en un entorno de clima cambiante. La información oficial relativa a los efectos, impactos y pérdidas provocadas por las sequías y reducción de las lluvias, en términos de volumen, valor económico, área y extensión geográfica y número de personas afectadas por tipo de actividad agropecuaria acuícola y forestal, diverge de manera significativa de la información que manejan cámaras, gremiales o asociaciones agropecuarias del país

– El estado actual de impactos podría estar llevando a una eventual crisis humanitaria en el país, pudiéndose requerir niveles atípicamente altos de ayuda humanitaria y de asistencia alimentaria, probablemente más altos que en otros eventos extremos lluviosos, como temporales, lluvias intensas o ciclones

Ver y compartir el pronunciamiento en línea:

https://es.scribd.com/doc/274557546/Pronunciamiento-de-La-MeCC-SLV-Ante-La-Sequia-en-El-Salvador-14Ago2015

Exhortamos a que el marco de políticas sobre cambio climático, sea fortalecido y sustentado apropiadamente para enfrentar la sequía de manera efectiva en el país

– De manera ineludible, El Salvador debe transitar hacia un modelo económico y de sociedad que fomente y vele por la sustentabilidad ambiental, en el cual los sectores socio-económicos y sistemas naturales y humanos vean reducida su vulnerabilidad y beneficiarse de políticas públicas y privadas que fortalezcan su capacidad de adaptación; más allá del enfoque de «resiliencia», pues los umbrales críticos de los rangos de tolerancia de los sistemas naturales y humanos ya están siendo y probablemente serían sobrepasados por el cambio climático y su variabilidad asociada

– El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales y las instituciones que integran el «Gabinete de Gestión de la Sustentabilidad y Vulnerabilidad» deberá velar por que el enfoque y orientación del marco de políticas para la adaptación al cambio climático, y sus instrumentos de implementación y monitoreo incluido el Plan Nacional de Adaptación, como también el marco normativo sobre recursos hídricos, se base en un enfoque de «resiliencia» y «capacidad de adaptación», y se sustenten en los criterios, directrices y metodologías emanados del proceso multilateral; considerando para tal efecto y como mínimo: las manifestaciones actuales y proyecciones futuras del cambio climático, referidas a las sequías, reducción de las lluvias, olas de calor y aumentos de las temperaturas del aire y de la superficie del mar entre otras ; desarrollar exhaustivamente las evaluaciones de impactos, vulnerabilidad y adaptación; y hacerlo de manera sistematizada, apropiada y aplicable a los diferentes sectores socio-económicos, sistemas naturales y poblaciones humanas más afectados por las sequías, con base en su vulnerabilidad

– Los conocimientos ancestrales y tradicionales sobre las dinámicas naturales, bioindicadores y sistemas, tecnologías y buenas prácticas de producción agropecuaria ambientalmente sostenibles; deben recuperarse, equipararse y divulgarse según sea apropiado, para la adaptación en los diferentes sistemas naturales, sectores y poblaciones, como para la gestión de los riesgos climáticos a escala local y nacional

– En complemento a las medidas de adaptación concebidas e implementadas para prevenir o reducir los impactos de las sequías, el marco de políticas deberá incorporar un componente de gestión para la atención de la emergencia o desastre ocasionados por las manifestaciones del cambio climático incluyendo los eventos secos extremos, como las sequías, olas de calor e incendios. El «Sistema Nacional de Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres» debería activarse en atención a los impactos provocados por eventos secos extremos, al igual que lo hace más comúnmente para otros eventos húmedos extremos (lluvias intensas, ciclones y temporales). Así mismo, la declaración de alertas y el decreto de estado de emergencia ante las sequías se basarían en un sistema de información para el monitoreo ágil y la evaluación transparente y sustentada de la gravedad del impacto, con base en una planificación territorial apropiada; y permitirían la provisión de recursos humanos, técnicos y económicos nacionales, y la activación de las entidades y equipos humanitarios de la cooperación internacional

– El «Sistema Nacional de Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres» debería vincularse al recién establecido «Mecanismo Internacional de Varsovia para las Pérdidas y Daños relacionados con las repercusiones del cambio climático», una vez dicho mecanismo facilitador se vuelva operativo, en el Marco de Adaptación adoptado en Cancún. Dicho mecanismo podría facilitar la movilización y obtención de conocimientos especializados, y aumentar el apoyo para reforzar los enfoques existentes, a fin de poder sustentar que los impactos, como los causados por sequías, se derivan del cambio climático

– Las estrategias y medidas de adaptación que se planifiquen e implementen en el país para enfrentar, de manera inmediata o a corto plazo, las sequías, no deberán aumentar las vulnerabilidades o provocar desadaptación climática en el mediano o largo plazo. Tal es el caso del mecanismo de REDD-plus y sus variantes, los cultivos genéticamente modificados, la sustitución de cultivos alimentarios por plantaciones orientadas a la fabricación de biocombustibles, la deforestación por sustitución del bosque natural a favor de plantaciones mono-específicas, y la incorporación de alimentos de organismos transgénicos en la asistencia alimentaria durante emergencias

– El sistema nacional de observación hidrometeorológica deberá fortalecerse e incorporar el seguimiento a la señal del cambio climático, a fin de trascender los métodos tradicionales de pronóstico del tiempo y predicción climática a corto plazo; debiendo establecerse paulatinamente un sistema nacional de observación del clima, de carácter interdisciplinario e interinstitucional, cuyo propósito sería el seguimiento, medición, análisis, verificación y divulgación de las manifestaciones y efectos del cambio climático, incluyendo el desarrollo y aplicación de los parámetros de cambio del clima relacionados con la sequía, a escalas apropiadas, usando la información y herramientas metodológicas actualizadas

– El gobierno salvadoreño deberá cumplir con el plazo perentorio acordado por la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático en Lima a finales de 2014 (COP-20), de comunicar oficialmente, antes del 1 de octubre de 2015, la información sobre las Contribuciones Previstas Determinadas a nivel Nacional (INDC) del Estado salvadoreño. Además de las medidas nacionales para contribuir a la meta mundial de reducción de emisiones, las INDC deben incluir las medidas de adaptación ante la sequía, y los recursos y capacidades requeridos para su implementación. El cumplimiento apropiado y oportuno de dicha obligación internacional, posicionaría al país favorablemente para movilizar recursos financieros y apoyo técnico desde el ámbito multilateral para abordar las causas, efectos e impactos del cambio climático; habilitándole para enfrentar los impactos acumulados de las sequías de manera preventiva, eficaz y sostenida en los próximos años y décadas

El Salvador, 14 de agosto de 2015

Apoya el llamado de la Mesa de Cambio Climático de El Salvador a los sectores y actores no gubernamentales a dar seguimiento y apoyar activamente en la preparación de las contribuciones de nuestros Estados para propiciar la legitimación social de un Acuerdo global sobre cambio climático en 2015, asegurando que se oriente a la mitigación real y efectiva del cambio climático, y se habilite la adaptación oportuna y apropiada. Firma nuestro llamado en el siguiente vínculo, y decida si quiere visibilizar su firma o no.

https://www.change.org/p/personas-y-organizaciones-y-sectores-no-gubernamentales-people-and-non-governmental-organizations-and-sectors-peuple-secteurs-et-acteurs-non-gouvernementaux-firma-para-apoyar-nuestro-llamado-sign-to-support-our-call-ferme-pour-soutenir-notre-appel?just_created=true