España apuesta a América Latina en el mercado de carbono, con la esperanza de abatir sus emisiones de gases de efecto invernadero que continúan irrefrenables. Empresas españolas ya están instalando en varios países de la región plantas de generación de energías limpias, lo que les permitirá «comprar» bonos equivalentes a la cantidad de dióxido de […]
España apuesta a América Latina en el mercado de carbono, con la esperanza de abatir sus emisiones de gases de efecto invernadero que continúan irrefrenables.
Empresas españolas ya están instalando en varios países de la región plantas de generación de energías limpias, lo que les permitirá «comprar» bonos equivalentes a la cantidad de dióxido de carbono que hubieran liberado mediante combustibles fósiles, deducibles de las emisiones de sus centrales térmicas de España.
El dióxido de carbono (CO2) es el principal de los gases invernadero que provocan el calentamiento global.
Con emisiones de CO2 al alza (sólo en 2004 aumentaron 45 por ciento), España espera adquirir al menos unos 60 millones de toneladas equivalentes de CO2 a través del mercado de carbono.
Unos nueve millones de toneladas de CO2 provendrán de la Iniciativa Iberoamericana de Carbono (IIC) que, establecida el 10 de octubre, está enfocada a proyectos de energía renovable en América Latina y el Caribe.
El gobierno español aportará 8,5 millones de euros (10,2 millones de dólares) para la IIC en 2006 y sumará hasta 47,4 millones de euros (57 millones de dólares) en 2010.
Los proyectos se enmarcan en el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) del Protocolo de Kyoto sobre cambio climático (1997), que permite a las naciones industriales invertir en proyectos limpios en el Sur para cumplir sus compromisos de reducir los gases de efecto invernadero.
La IIC será gestionada por la Corporación Andina de Fomento (CAF), brazo financiero de la Comunidad Andina de Naciones (a la que pertenecen Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela).
«Para la CAF, así como para el gobierno de España es importante que se beneficien principalmente proyectos de energías renovables, por lo cual este será un filtro fundamental en la evaluación de proyectos», dijo a Tierramérica María Teresa Szauer, directora de medio ambiente de la CAF.
En opinión del ambientalista Domingo Jiménez Beltrán, ex director de la Agencia Europea de Medio Ambiente y asesor del presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, la IIC «pondrá en valor los inmensos recursos naturales de América Latina, con visión de futuro».
El canje de dióxido de carbono se debe integrar en acciones de gran envergadura para producir energías con recursos renovables que abundan en América. De esa manera se consumirán menos combustibles fósiles, añadió Jiménez en diálogo con Tierramérica.
La mayoría de científicos atribuye el cambio climático actual a la contaminación industrial, y en particular a la producida por el uso de combustibles fósiles (gas, petróleo, carbón).
El Protocolo de Kyoto, en vigor desde febrero, obliga a todas las naciones industriales (excepto Estados Unidos y Australia, que no lo ratificaron) a abatir sus emisiones a volúmenes 5,2 por ciento inferiores a los de 1990, con plazo en 2012.
España está lejos de reducir su contaminación. Sus emisiones de dióxido de carbono aumentaron 39 por ciento en 2000, 41 por ciento en 2003 y 45 por ciento en 2004. Aunque los datos de 2005 no se conocen aún, se prevé otra expansión, por la sequía que redujo la generación hidroeléctrica y elevó la térmica, mientras el consumo eléctrico subía seis por ciento.
Uno de los primeros proyectos españoles dentro del MDL está ubicado en Guatemala. Se trata de la central hidroeléctrica de Las Vacas, propuesto por la transnacional española Iberdrola, que logrará acreditar una reducción anual de 90.000 toneladas de dióxido de carbono.
Las Vacas, en funcionamiento desde mayo de 2002, es parte de una estrategia de la compañía, según la cual 74 por ciento de la energía generada está libre de gases invernadero, dijo a Tierramérica un portavoz de Iberdrola.
La firma estudia instalar otra central hidroeléctrica en Guatemala, y plantas eólicas en Brasil (Rio do Gofo) y México (La Venta II).
El complejo La Venta II constará de 98 aerogeneradores en el meridional istmo de Tehuantepec, con una capacidad de 200 megavatios. Comenzará a funcionar en 2006.
Madrid ya autorizó los trámites para que el proyecto fuera aceptado dentro del MDL. La firma asegura que, cuando entre en funciones, efectuará pagos a los campesinos de la zona por el uso de los terrenos en los que se instalarán los aerogeneradores.
El gobierno español también dio su conformidad para otra iniciativa de MDL en México, destinada a la mejora del sistema de transporte público con autobuses de gran tamaño, y motores eficientes y menos contaminantes, que circularán por carriles exclusivos, dijo a Tierramérica el secretario general para la Prevención de la Contaminación y del Cambio Climático de España, Arturo Gonzalo Aizpiri.
Otra de las empresas energéticas de España, Endesa, con fuertes inversiones en América Latina, negocia en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú proyectos para adquirir derechos de emisión por 15 millones de toneladas hasta 2012, parte de ellos dentro de la IIC, informó el director de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de esa compañía, Jesús Abadía.
Además, la compañía está invirtiendo en tecnologías menos contaminantes, «como ciclos combinados, energías renovables y mejora de eficiencia de las plantas existentes», aseveró.
* El autor es corresponsal de IPS. Este artículo fue publicado originalmente el 24 de diciembre por la red latinoamericana de Tierramérica.