El Congreso español ha aprobado definitivamente la Ley de Amnistía por mayoría, tras superar el último veto del PP. Los partidos independentistas y formaciones de izquierdas han advertido del riesgo de que no se aplique en el ámbito judicial. ERC y Junts auguran que la independencia también llegará.
El Congreso español ha dado luz verde definitiva a la proposición de Ley de Amnistía para la normalización institucional, política y social en Catalunya, tras sortear los obstáculos puestos por el PP en tanto en la Cámara baja como en el Senado y levantando el último veto que impuso el PP el pasado día 14. La norma ha cosechado 177 votos a favor –PSOE, Sumar, Podemos, ERC, Junts, EH Bildu, PNV, BNG y el exministro José Luis Ábalos– y 172 en contra –PP, Vox, CC y UPN–, y ninguna abstención.
La norma, pactada con ERC y Junts para apoyar la investidura de Pedro Sánchez, y que prevé el borrado de los delitos cometidos durante más de una década de proceso independentista catalán, desde el 1 de noviembre de 2011 hasta el 13 de noviembre de 2023, ha salido adelante seis meses después de que la proposición de ley fuera registrada por el PSOE bajo el trámite de urgencia y tras unas duras negociaciones con los independentistas sobre los delitos de «terrorismo».
El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, aseguró que la norma ampararía a 372 personas, mientras que el colectivo de abogados Alerta Solidaria habla de 419.
Varios de los dirigentes independentistas condenados por el procés como el líder de ERC, Oriol Junqueras; el secretario general de Junts, Jordi Turull; o la expresidenta del Parlament Carme Forcadell han seguido el debate desde la tribunal de invitados y han recibido los aplausos emocionados de los diputados de sus partidos al conocerse el resultado de la votación.
Debate bronco
Ha sido un debate en el que se han vivido momentos muy broncos entre Vox, Sumar y PSOE, y en el que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha tenido que llamar la atención varias veces a la ultraderecha. Durante la votación, varios miembros del Gobierno como Pedro Sánchez, Yolanda Díaz y Óscar Puente han tenido que oír gritos de «¡traidor, traidor!», mientras votaban.
Sánchez, que no ha participado en el debate y ha llegado justo para la votación, ha expresado su satisfacción por la aprobación definitiva de la norma y ha destacado que «la convivencia se abre camino».
«En política, como en la vida, el perdón es más poderoso que el rencor. España es más próspera y está más unida que en 2017», ha escrito en la red social X, sin hacer más declaraciones.
Desde la oposición, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha criticado su falta de valentía y la de los diputados del PSOE: «Hoy les decimos, desde la Constitución española, quédense ustedes con la ambición de un solo hombre, a nosotros no nos han elegido para mentir».
Ha advertido además de que hoy se asistía «al acta de defunción del PSOE» y ha asegurado de que «será cuestión de los tribunales la derrota de la ley».
En defensa de la norma, el portavoz del PSOE, Artemi Rallo, ha elogiado una ley que «Europa ha bendecido» y «Cataluña ha agradecido» y que servirá, junto a los indultos, para normalizar la política en esta comunidad, ha asegurado.
«Abre la puerta al acuerdo, al diálogo, con una meta única: la justicia y el bienestar para los catalanes», ha afirmado Rallo en un discurso en el que ha criticado el «bochornoso espectáculo» del PP para intentar parar la ley con «tretas» y ha advertido a Feijóo de que «será devorado por los suyos».
ERC y Junts: «Histórico»
ERC y Junts han calificado de «histórico» este día, pero han dejado claro que con esta medida no se acaba el independentismo y han avisado de que la independencia también llegará.
«Hoy es un día histórico. Hoy no se perdona, hoy se gana una batalla del conflicto que existe desde hace siglos entre la nación catalana y la nación española», ha proclamado la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, quien ha incidido en que la amnistía «no es perdón ni clemencia», sino «una victoria democrática y colectiva».
También ha dejado claro, que tras la aprobación de la amnistía, la lucha independentista continúa y que ahora en Junts están «más preparados» porque tienen el «arma de la razón» y han logrado esta ley y otras conquistas manteniéndose firmes en sus posiciones. A los jueces les ha dicho que ahora «tienen la oportunidad de situar la justicia española al carril de los estándares europeos» porque toda la cúpula judicial sabe que los independentistas no son «terroristas ni delincuentes».
También ha hablado de día «histórico» el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, quien interpreta la aprobación de la amnistía como una «victoria» pero también como la «primera derrota del régimen del 78».
Tras dar las gracias a los principales protagonistas condenados por el procés, incluyendo a Carles Puigdemont, por haber liderado «aquel gobierno tan valiente», ha reivindicado la unidad del independentismo.
«ERC no estaba equivocada, estaba muy sola. Y el resultado, lo que está pasando hoy aquí, es el resultado de todo un independentismo unido por una causa que trasciende nuestras batallas diarias, así de fuertes somos», ha enfatizado.
Recelos sobre su aplicación
Sin embargo, tanto desde los partidos independentistas como formaciones de izquierdas como Podemos han advertido del riesgo desde el ámbito judicial puedan retrasar su aplicación efectiva acudiendo al Tribunal Constitucional o al Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Así, Rufián ha dicho que a partir de hoy comienza la «vía judicial» de la ley, que augura que será «dura y complicada».
«Me preocupa que en un país aparentemente democrático los jueces digan abiertamente, o según que jueces, que no van a cumplir la ley», ha dicho a los medios en los pasillos del Congreso, citando el ejemplo del juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón. Por ello, ha pedido ser realistas porque la aprobación de la ley «no es un punto final» y ha mostrado su temor al «voto» del «partido judicial de los jueces».
Rufián ha apelado a todos los demócratas a no permitirlo porque «el ‘a por ellos’ era un ‘a por todos y a por todas’». «Siguiente parada, referéndum. Visca Catalunya justa y libre. Hasta la victoria siempre», ha resumido.
Por su parte, la líder de Podemos, Ione Belarra, ha comentado que la Ley de Amnistía es el mejor camino para «construir un proyecto común» y poder «terminar con una judicialización de un conflicto que nunca tenía que haber salido de la política».
«Aún así, no somos inocentes y somos conscientes de que la aplicación de esta ley va a exigir la unidad de todos los demócratas y yo desde aquí quiero pedir que el bloque plurinacional y progresista se mantenga unido, a diferencia de lo que pasó con la ley del solo sí es sí, frente a esa ofensiva judicial que sin duda va a llegar», ha añadido.
El portavoz de Sumar en el Congreso, Iñigo Errejón, también ha augurado que habrá un intento de obstaculizar la ley, aunque se ha mostrado más optimista porque, según ha subrayado, «España es un sistema democrático y las leyes se aplican».
Sin embargo, nada más aprobarse la norma, los fiscales del Tribunal Supremo que intervinieron en el juicio del procés han informado al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, que la orden de detención contra Carles Puigdemont no puede ser retirada por la amnistía y que no ven viable aplicar la norma al delito de malversación.
EH Bildu y PNV
Por parte de las formaciones vascas, el diputado de EH Bildu Jon Iñarritu ha subrayado que ha llegado a la hora de «desembarrar» y que, si bien la aprobación de la Ley de Amnistía no supone el fin del conflicto político, sí puede generar un «clima de confianza y respeto» para abordar la cuestión territorial del Estado.
«No hay que hacer un cálculo erróneo de que con esta ley se ha solventado el conflicto. El conflicto político sigue encima de la mesa, ahora bien, se crea un clima diferente, hay una oportunidad para abordarlo como se debe abordar en cualquier democracia, mediante el diálogo y la negociación», ha dicho.
Desde el PNV,Mikel Legarda ha afirmado que la amnistía supone afrontar «con un nuevo punto de vista la grave crisis constitucional» vivida en Catalunya. A su juicio, la ley tiene encaje en la Constitución, no quiebra la separación de poderes y limita su aplicación a unos hechos y tiempos, con lo que no rompe el principio de igualdad.
Néstor Rego, del BNG, ha asegurado que el Estado español «sufre un déficit democrático» derivado de la denominada Transición y cree que la Ley de Amnistía es «toda una lección de firmeza democrática frente al inmovilismo de la derecha» y supone «abrir una brecha de democratización en el Estado».
En contra de la ley, el diputado de UPN Alberto Catalán ha tachado la norma de «perversión» y «aberración: Judas traicionó sus principios por treinta monedas, ustedes por mantenerse en el poder a cualquier precio», ha proclamado.
Publicación en el BOE y dos meses para su aplicación
La Ley de Amnistía no será publicada de forma inmediata en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y la previsión es que pueda hacerse a partir de la próxima semana, según señala Efe de fuentes del Gobierno español. Según el procedimiento habitual, primero habrá que esperar a se publique previamente el Boletín Oficial de las Cortes.
La norma establece que una vez publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) se levantarán de inmediato medidas cautelares y órdenes de detención, y los jueces dispondrán de dos meses para aplicarla a cada caso concreto, pero los plazos pueden ser más inciertos.
Sin embargo, algunos de los destinatarios de la amnistía desconfían y los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), tanto del bloque conservador como del considerado progresista, avisaron de que el proceso puede no ser tan sencillo.
Primer recurso
El PP ha anunciado que los gobiernos autonómicos que lidera presentarán recursos de inconstitucionalidad contra la ley. La Junta de Andalucía, gobernada por PP y Vox, ha sido la primera.