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Los escritores cubanos en Liber 2008

Apuntes en una carpeta de fotos

Fuentes: Rebelión

Habituados a unas Ferias del Libro donde el Autor y el Lector son lo primero y su presencia física regocija y pesa en cada una de las jornadas de ese febrero habitualmente enardecido y fresco de La Habana, la escasa presencia de escritores y público frente a los libros en Liber 2008 desconcierta y contraría […]

Habituados a unas Ferias del Libro donde el Autor y el Lector son lo primero y su presencia física regocija y pesa en cada una de las jornadas de ese febrero habitualmente enardecido y fresco de La Habana, la escasa presencia de escritores y público frente a los libros en Liber 2008 desconcierta y contraría a más de uno de los escritores cubanos que asisten a la Feria Internacional del Libro 2008, en el recinto de la Gran Vía.

Por más que sabíamos y comentábamos que Liber es una Feria de editores, distribuidores y agentes literarios, que alterna cada año entre Barcelona y Madrid, y donde los grandes números se expresan en las cifras de los contratos: más de 700 editoriales y empresas de 16 países muestran sus perfiles, unos 12.000 visitantes profesionales elevan en un 8 % la asistencia del 2007, y alrededor de 600 compradores invitados de 60 países cierran negocios, hay cierto desasosiego íntimo frente a los grandes espacios vacíos que uno encuentra en el nuevo recinto ferial: un programa de actividades que a duras penas sobrepasa las 50 actividades y una población que no se siente tentada a asistir, componen el panorama de lo no negociable.

Pero Barcelona es siempre Barcelona, una ciudad inquietante, que se deja ser y se permite estar más allá de la ley del valor: cuna también de grandes aventuras culturales, literarias y editoriales de las letras y el alma iberoamericanas, eterna en su aliento mediterráneo y mestizo: más que la suma y diversidad de culturas que alimentan al pasar, es ciudad abierta y resistente, como pueden ser Buenos Aires o La Habana −ciudades que ha visto pasar desde siempre/ en el tiempo de la meditación que impone una casa apagada/ (ni demasiado suyas, ni demasiado ajenas, ni demasiado iguales)/ invitándolo a vivir una vida distinta/ en calles trazadas para el ejercicio y el goce de la libertad) Un escenario así, deja espacio franco a la acción y permite tomar distancia, meditar también en profundidad.

En Liber sesiona la Asamblea del GIE (Grupo Iberoamericano de Editores) que traspasa presidencia: termina D. Gonzalo Arboleda, quien presenta su informe final, y entra Oswaldo Siciliano, con una nueva directiva. Se conversa sobre libre circulación del libro y creación de espacios culturales, que no comprometan y si faciliten la ganancia. El Centro Regional del Libro de America Latina y el Caribe (CERLALC) tiene su espacio: preocupación esencial es cómo entrar al mercado ibérico y europeo, a partir de la reciente experiencia de la Feria del Retiro de Madrid. Se habla de la difícil situación del libro en varias zonas de América. Cuba, discreta, distribuye convocatorias y propone la experiencia de su Feria del Libro de febrero, de cara al Lector.

Es 8 de octubre y en Badalona, ciudad colindante, el Casal de Amistad con Cuba y su presidenta Ana Ruiz Alonso, centra en otras direcciones su esfuerzo, bien acompañada, por compañeros de otras Casas, entre ellos Juan y Maria Esther, los Caramasa, del Casal de Amistad de Santa Coloma, y Carlés y Tere y Washington, que viene de Uruguay, y la Revé, que es de Cuba siempre. Importa a los amigos como hacer que la Plaza Ernesto Che Guevara, que han logrado establecer en la ciudad, vibre bien en esta tarde lluviosa. Fuegos y bailes y ofrendas florales y conversación animada, con policía de tráfico controlando los vehículos por la manifestación, copan la rotonda de La Salud, donde por primer año el homenaje al Che tiene un monumento que exhibir con orgullo, obra de un holguinero que no desmerece en la tradición catalana. Cuando termina esa parte del festejo-celebración, vamos al Centro Cívico Cultural, con sala habilitada de urgencia por la lluvia, para la charla que queremos amena y vital, con participación de un público diverso y ávido, y la presencia del Cónsul General de Cuba en Barcelona, Carlos M. Castillo.

Lugar intenso, con gente inquieta y amiga, Badalona acoge también, el 10 de octubre, la mesa Globalización, literatura y consumo, y el encuentro entre escritores cubanos y catalanes en el Espai Betulia, lugar amable, con biblioteca y sala de exposiciones, miembro de la Red de Casas de Escritores. Participan en la mesa Anna Aguilar-Amat, Francesc Serés, Anna Lidia Vega Serova y Alberto Edel Morales Fuentes, modera la escritora y directora del Espai Isabel Graña i Zapata. El tema da para mucho, pero las preguntas van dirigidas a lo esencial: la creación artística ante la avalancha de los poderes mediatizadores; la interrelación de las artes; la circulación del libro; y en medio de la crisis, también la literatura está en crisis; bilingüismo en la expresión catalana que nos permite seguir el discurso y aportar lo nuestro, sin estridencias; una mayoría de coincidencias de fondo entre miradas bien individuales; público abundante que inquiere con precisión. Ameno intercambio de pasillo y tapas. Confianza en continuar y profundizar la relación entre unas literaturas y unas instituciones que se asemejan en lo hondo.

Y en Liber, en nuestra sala del Programa Profesional, presentamos la XVIII Feria Internacional del Libro de La Habana 2009 e imaginamos la literatura cubana, o la isla desde su literatura, o a nosotros mismos desde la literatura que se hace o hacemos en la Isla. Algo más de veinte personas en el acto, todo un éxito según los habituales; una pequeña, inquieta, entre eslava y latina. Escritores de aquí y allá, estudiosos, lectores. Gente que está porque quiere, enterados algunos por la noticia en Rebelión. La mesa redonda La isla imaginada: literatura cubana actual, cuenta con la participación de Gleyvis Coro Montanet y Jorge Enrique Lage, Anna Lidia Vega Serova y Guillermo Rodríguez Rivera, modera Alberto Edel Morales Fuentes. Gleyvis trae texto escrito y se lanza de lleno, abre y asegura que «la mayor fortaleza del escritor nacido en Cuba, radicado en Cuba, descansa sobre la saludable circunstancia de tener mucho de qué escribir y poder hacerlo con el mayor desprejuicio del mundo, todo esto unido a la moda-obsesión de buscar a toda costa la gracia de estamparlo de la más inusitada forma, lo que, amén de lucir esperpéntico, no deja de ser saludable y provechoso«. Y otras cosas que dan pie a la polémica y a preguntas del público que se dejarán para el final. Pues Jorge Enrique, que también se disciplinó y escribió su texto, insiste en «que se trata de una literatura difícil de leer, por llamarlo de alguna manera: una literatura entrelíneas. Y aunque por supuesto ignoro qué vamos a leer en el futuro, tengo para mí que una literatura cubana saludable, de ruptura, de despegue en vez de aterrizaje, de apuesta y riesgo y 100% siglo XXI, tendrá que ser, necesariamente (como lo han intuido siempre los mejores escritores de ciencia-ficción), una literatura política«, lo cual pone a público y ponentes a punto de caramelo. Anna Lidia nos regresa a la realidad, a su realidad, marcada línea en la literatura que escribe, y a tono con el lugar, habla de la dicotomía entre el ruso originario de su poesía y el castellano definitivo de su narrativa en la lengua literaria elegida. Guillermo aporta elementos de alcance histórico para entender un proceso ya largo, de liberación de la escritura: el ser o no ser de nosotros, los cubanos, la unicidad de la cultura y el discurso de la confrontación, tan caro, que tiene su momento, también acá, pero sobrepasamos con precisión y elegancia, para entrar en lo literario profundo: la elección de una tradición, el Caribe y su literatura, el ser latinoamericano, lo literario y lo político asumido en su sustancia humana.

En el día a día la Agencia Literaria Latinoamericana, bien representada por Lidia Margarita Jiménez, se mueve sin fatiga de un stand a otro, en citas concertadas o imprevistas. Habla, trabaja, anima, opina, ayuda a sus autores a adentrase en un mundo que fascina, y va junto a ellos también a la calle: a la ciudad de Gaudí y Barral, la de las inmigraciones y los asesinatos, de la resistencia y la aventura imaginativa, una ciudad capitalizada, despiadada o solidaria, la ciudad condal, estremecida por la crisis financiera de este octubre negro del 2008, pero donde hay mucha gente que sueña y ríe y continúa y no duerme, para que luego de la frialdad del alba, la luz se libere y exista.