Hace unos días un cachalote moría varado en el Cabo de Palos, en Cartagena. Gracias a la autopsia se supo que el animal tenía en su aparato digestivo la nada desdeñable cantidad de 29 (¡!) kg de plásticos. Incluso hemos leído el detalle de muchos de los objetos que tragó: bolsas, bidones, redes de nylon… […]
Hace unos días un cachalote moría varado en el Cabo de Palos, en Cartagena. Gracias a la autopsia se supo que el animal tenía en su aparato digestivo la nada desdeñable cantidad de 29 (¡!) kg de plásticos. Incluso hemos leído el detalle de muchos de los objetos que tragó: bolsas, bidones, redes de nylon… Este hecho me provocó la reflexión de que no podemos seguir pasivos ante los plásticos que ahogan nuestros mares: nosotros nos bañamos en el mar algunos días en verano, pero muchos seres viven en él.
La situación de los mares es ya insostenible. Los plásticos tardan décadas en degradarse, y cuando lo hacen se acaban convirtiendo en partículas de microplásticos, y acaban siendo ingerido por los mismos peces que terminan en nuestros platos. El plástico ahoga los océanos y a las criaturas que viven en él.
Hasta tal punto hemos llegado, que la acumulación de basuras en los mares está haciendo que se creen islas en distintos puntos de los océanos, que en algunos casos conforman ya enormes superficies. En concreto en el Pacífico se habla ya de un continente de basuras flotantes cuya superficie supera ya la de España, Francia e Italia juntas. Así de mal están las cosas.
El problema es global, pero como en tantos otros casos, todos debemos aportar para dar la vuelta a este desastre. En España la gestión de residuos está estancada. De los millones de toneladas de residuos de envases que se comercializan, sólo se recicla una pequeña parte. Los datos de Eurostat han puesto las cosas en su justo lugar: España escasamente alcanza el 30% del reciclaje de los residuos de envases que se generan, una cifra muy alejada del objetivo europeo. Por ello es imprescindible y urgente ser mucho más ambiciosos: la actual política de residuos lleva años sin avanzar. Es imprescindible poner en marcha nuevas iniciativas como el sistema de devolución y retorno (SDDR), y muchas otras. Así no podemos seguir.
Pero hay que actuar antes de llegar al residuo. Es imprescindible empezar a avanzar en materia de prevención, y de reutilización. El martes mismo el Congreso aprobó una Proposición No de Ley del Grupo Parlamentario Unidos Podemos, instando al Gobierno a prohibir los productos plásticos desechables. Es un primer paso, aunque con el actual Gobierno es difícil ser optimistas, y creer que vayan a ponerlo en marcha. En todo caso es sólo una primera iniciativa, pero no nos vamos a parar.
Imagino una conversación entre ballenas, quejándose de la intensa contaminación marina y diciendo con razón: «¡aquí no hay quien viva!».
Juan López de Uralde es coportavoz federal de EQUO y diputado del Grupo Parlamentario Confederal Unidos Podemos – En Comú Podem – En Marea