San Sebastián, 9 nov. (EFE).- La Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi (Asviamie) ha exigido hoy el reconocimiento del origen profesional del mesotelioma pleural que padece un extrabajador de CAF, al que el Instituto de la Seguridad Social rechazó incluir en el listado de afectados por esa sustancia. Con este propósito un grupo de […]
San Sebastián, 9 nov. (EFE).- La Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi (Asviamie) ha exigido hoy el reconocimiento del origen profesional del mesotelioma pleural que padece un extrabajador de CAF, al que el Instituto de la Seguridad Social rechazó incluir en el listado de afectados por esa sustancia.
Con este propósito un grupo de personas se ha concentrado hoy frente a la sede de los juzgados de San Sebastián donde se celebra el juicio por el que Mikel A.E, enfermo de mesioteloma, reclama compensaciones económicas derivadas de incapacidad absoluta como enfermedad profesional, ha señalado Asviamie.
El afectado trabajó en CAF entre los años 1961 y 2007 en tareas de control de calidad de materiales así como en otras secciones en las que manipuló amianto, según asegura Asviamie.
En junio de 2016, tras 45 años de trabajo en la empresa con sede en Beasain, fue diagnosticado en el hospital de Zumarraga de un mesotelioma pleural, una enfermedad asociada a la inhalación de esa sustancia.
Aunque CAF no incluyó al afectado en el listado de empleados expuestos al amianto, Osalan, en una investigación llevada a cabo mediante petición sindical en 2017, sí introdujo a este trabajador en ese catálogo de afectados.
Asviamie reclama la incapacidad absoluta como enfermedad profesional derivada de la exposición al amianto y considera «escandaloso» el rechazo por parte del Instituto de la Seguridad Social a que sea reconocido como enfermedad profesional ya que está «probada médicamente y científicamente» la «relación» entre el mesioteloma pleural y la exposición al amianto.
La asociación de víctimas de esa sustancia cree que en este caso «existen pocas dudas», ya que el trabajador pasó más de 45 años de vida laboral en una empresa que cuenta «con un amplio historial de uso de la fibra cancerígena y decenas de fallecidos por esta causa.