Los atentados terroristas son el «efecto boomerang» de las políticas exteriores practicadas por países occidentales, como España. Mientras no se asocie la relación causa-efecto de los atentados yihadistas en nuestro país y en el resto de Europa, con las guerras desestabilizadoras promovidas por Estados Unidos y los países de la OTAN en el norte de […]
Los atentados terroristas son el «efecto boomerang» de las políticas exteriores practicadas por países occidentales, como España.
Mientras no se asocie la relación causa-efecto de los atentados yihadistas en nuestro país y en el resto de Europa, con las guerras desestabilizadoras promovidas por Estados Unidos y los países de la OTAN en el norte de África, Oriente Medio y Lejano Oriente, se estará favoreciendo la manipulación de la opinión pública, orientándola hacia posturas islamofóbicas, racistas y xenófobas, aprovechando la acción terrorista para militarizar nuestra sociedad, recortando las libertades públicas -de forma pretendidamente irreversible-, en nombre de la seguridad colectiva.
La política exterior española, (diplomática, económica y militar), no puede continuar estando subordinada al servicio de intereses geopolíticos, ajenos a nuestros intereses nacionales, so pena de continuar siendo objetivo preferente de un terrorismo, que termine por justificar el final de nuestra sociedad democrática.
Floren Dimas es Oficial del Ejército del Aire (RT). Miembro del colectivo de militares demócratas ANEMOI y vocal de la Asociación Civil Milicia y República (ACMYR)
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.