Aprueban 127 millones de dólares que benefician 220.000 personas
Las sequías, un dilema del cambio climático (foto: Ansa)
(ANSA) – SANTIAGO DE CHILE, 20 OCT – El Fondo Verde para el Clima aprobó Reclima, un proyecto de 127 millones de dólares destinado al Corredor Seco de El Salvador, informó la oficina regional de la FAO para América Latina y el Caribe.
La iniciativa apunta a mejorar la resiliencia frente al cambio climático y beneficiará a 225.000 personas, de las cuales 20.000 pertenecen a comunidades indígenas y el 38% corresponde a hogares encabezados por mujeres.
El proyecto diseñado por la FAO recibirá 91,8 millones de dólares del gobierno de El Salvador y del Fondo de la Iniciativa para las Américas.
La decisión fue adoptada por la Junta del Fondo Verde para el Clima en su reunión en Manama, Bahréin, que concluyó hoy.
El proyecto incluye a un tercio de la población más vulnerable al cambio climático en el Corredor Seco de El Salvador, área que sufre sequías severas, inundaciones y tormentas tropicales. «Se trata de un proyecto decisivo para adaptar el país a los efectos del cambio climático. La propuesta apunta a una nueva forma de practicar la agricultura en El Salvador», aseguró Lina Pohl, ministra salvadoreña de Medio Ambiente y Recursos Naturales. «Al centrarse en los pequeños campesinos, a menudo en la primera línea de los impactos climáticos, este proyecto no solo ayudará a crear resiliencia, sino también crea eficiencias que permitirán a comunidades enteras avanzar en un entorno de cambio climático», aseveró por su parte Maria Helena Semedo, directora general adjunta de la FAO para Clima y Recursos Naturales. El proyecto promoverá un cambio profundo en los sistemas alimentarios del Corredor Seco de El Salvador para ayudar a erradicar el hambre, la pobreza y abordar los desafíos del cambio climático. Se incluye la intención de reducir y/o capturar más de 4 millones de toneladas de carbono en un período de cinco años. Incentivará que los agricultores familiares puedan transformar sus prácticas productivas, mejorando su infraestructura básica y conocimientos técnicos con el objetivo de lograr sistemas alimentarios plenamente sostenibles y resilientes. En particular, el proyecto está orientado a aumentar la resiliencia en los sistemas productivos agrícolas que abarcan más de 56.000 hectáreas, promoviendo la adopción de medidas de adaptación, como el uso de semillas tolerantes a la sequía. Mejorar también los sistemas de extensión agrícola, promoviendo un enfoque del paisaje para restaurar los servicios ecosistémicos, mediante la recuperación de 17.000 hectáreas degradadas. Además, cerca de 4.000 familias se beneficiarán de un mejor acceso al agua a través de la captura, almacenamiento y distribución de agua de lluvia.
Con su foco en el Corredor Seco, el proyecto reducirá una de las principales causas de migración originada en las áreas rurales de El Salvador: shocks climáticos como sequías e inundaciones. El pequeño país centroamericano es uno de los más vulnerables a los riesgos climáticos en el mundo. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), el aumento de las temperaturas puede reducir los rendimientos de los principales cultivos del país en un 20% para 2050, debido sobre todo a la sequía. En el área del Corredor Seco de El Salvador, 2,2 millones de personas viven en una situación de pobreza y vulnerabilidad climática, y el 54% de ellas depende de la producción de cereales básicos como principal medio de subsistencia. El proyecto RECLIMA fue formulado por los Ministerios salvadoreños de Medio Ambiente y Recursos Naturales; Agricultura y Ganadería y Relaciones Exteriores, junto al Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal Enrique Álvarez Córdova y con el apoyo de la FAO. Su elaboración incluyó consultas inclusivas a los pueblos indígenas, sociedad civil y el sector privado. (ANSA).
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