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Propuesta de diálogo

Batasuna presenta «con una rama de olivo» su oferta para la superación del conflicto

Fuentes: Gara

Ante un Velódromo abarrotado, Arnaldo Otegi reiteró que la paz es la prioridad de Batasuna y que la misma debe ser fruto de un proceso de diálogo entre todos. En ese camino, Batasuna asume el compromiso de que las diferencias durante el mismo se diriman de manera pacífica y democrática. Marca dos ámbitos de acuerdo. […]

Ante un Velódromo abarrotado, Arnaldo Otegi reiteró que la paz es la prioridad de Batasuna y que la misma debe ser fruto de un proceso de diálogo entre todos. En ese camino, Batasuna asume el compromiso de que las diferencias durante el mismo se diriman de manera pacífica y democrática. Marca dos ámbitos de acuerdo. Uno entre los agentes vascos para, partiendo de la realidad actual, llegar al escenario que decida la ciudadanía. Otro entre ETA y los Estados español y francés sobre la desmilitarización del conflicto, sobre presos, deportados y refugiados y sobre víctimas.

El recuerdo a Yaser Arafat estuvo ayer presente en el Velódromo de Anoeta. Y con un pañuelo palestino colocado en el atril, Arnaldo Otegi recordó las palabras del líder de la OLP ante la ONU hace treinta años y aseguró que la izquierda abertzale se presenta ahora ante su militancia, ante la ciudadanía vasca y ante la de los estados español y francés con una rama de olivo en la mano. Nada dijo de un fusil en la otra. Sólo pidió, como también lo hiciera Arafat ante los representantes de todo el mundo, que no dejaran que la rama cayera al suelo.

Como se recoge en el documento «Orain herria, orain pakea», el dirigente de Batasuna afirmó que es el momento de que, si existe una voluntad mayoritaria de cambiar los actuales estatus político, se haga ese cambio entre todos, de manera consensuada y acordada, para llegar a un escenario de paz y democracia y respeto de todos los derechos.

Tras hacer el balance político de los últimos veinticinco años, Batasuna considera que en estos momentos la prioridad política es conseguir la paz y que la fórmula para lograrlo es el diálogo. La formación independentista muestra su total voluntad de participar en dicho proceso y lo hace, según afirmó Arnaldo Otegi, «sabiendo que no tiene la razón al cien por cien y que el proceso requerirá hacer concesiones multilaterales».

El portavoz abertzale reiteró que todos los partidos hablan de diálogo, por lo que Batasuna quiere ir algo más lejos y pretende, además, adoptar una serie de compromisos.

Los compromisos que se recogen en el documento presentado son siete. Arnaldo Otegi los sintentizó en cuatro. El primero de ellos, «el respeto a la voluntad popular, cualquiera que sea su decisión».

El segundo, «la aceptación de la pluralidad de Euskal Herria», no sólo la pluralidad como país sino también entre sus ciudadanas y ciudadanos. En este punto, resaltó que todo acuerdo «tendrá que contar con la adhesión y el respeto de las distintas sensibilidades existentes en el pueblo vasco».

El tercer compromiso solemnemente adoptado por Batasuna es que «durante el proceso las diferencias se diriman de forma pacífica y democrática».

El cuarto de los compromisos destacados por Arnaldo Otegi fue el de «ir a las raíces del conflicto, superarlo e incorporar al acuerdo todos los derechos recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en los Pactos por los Derechos Económicos, Civiles y Políticos de la ONU».

Arnaldo Otegi, arropado por miembros de anteriores direcciones abertzales, añadió que estos compromisos son plenamente asumidos por Batasuna y «el conjunto de la izquierda abertzale, en este proceso que quiere estabilizar un escenario diferente de paz, democracia y justicia».

Dos ámbitos de acuerdo

La oferta política renovada hecha pública ayer recoge además que «debe haber dos espacios diferenciados para el diálogo y el acuerdo»

Un primer acuerdo entre los agentes políticos, sociales y sindicales de Euskal Herria, para acordar «el tránsito, el camino que nos conduzca de la actual realidad del país hasta una realidad donde sea posible que vascos y vascas, de manera pacífica y democrática, decidamos libremente nuestro futuro». Recalcó que «hablamos de un tránsito gradual, de la actual situación a otra en la que todos y cada uno de los derechos civiles y políticos sean respetados».

Batasuna plantea también, «de manera nítida e inéquivoca», un segundo espacio para la negociación y el acuerdo, que corresponde «a la organización armada ETA y los gobiernos de los dos estados». El contenido del acuerdo, que se considera necesario para «superar definitivamente el conflicto político y armado, se circunscribirá ­según afirmó textualmente Otegi­ a superar las consecuencias del conflicto armado. Se circuscribirá, pues, en exclusiva, a acordar un proceso de desmilitarización del conflicto y a acordar el proceso de superaciónde las consecuencias del conflicto en lo que se refiere a presos, refugiados y víctimas multilarerales del conflicto».

Arando Otegi, por último, llamó a los congregados a acoger con paciencia las reacciones que se den a esta propuesta, puesto que habrá quien «diga una cosa en público y otra en privado» y quienes intenten «restarle importancia». Estos intentos se deben a que «cualquiera que nos haya escuchado aquí sabe que la izquierda abertzale mueve ficha. Pero reconocerlo, obligaría también a todos a moverla, y quizá algunos tengan todavía problemas con eso».

A esto añadió que «quien intente desactivar este planteamieto se va a equivocar. Sé por qué lo digo». Y como conclusión Arnaldo Otegi hizo un emplazamiento «a todos y cada uno de los agentes nombrados en la propuesta, a que cada uno desde su soberanía, sea capaz de mover también ficha, como decida. Porque si todos movemos ficha, el proceso de paz está plenamente garantizado».

Arnaldo Otegi aseguró que la lucha de estos veinticinco años ha desgastado los marcos autonómicos, ha derrotado la estrategia de la ilegalización, ha forzado a que ahora se hable de reformas constitucionales, en definitiva, ha permitido que la izquierda abertzale «haya ganado la oportunidad de ganar». Aseguró que no han llegado hasta ese punto «para desaprovechar esta oportunidad histórica, sino para ganar un escenario de paz y democracia».