Érase una vez tres villanos que cabalgaban juntos y juntos organizaban sus fechorías. En una de esas atacaron a un comerciante desvalido y a su sirviente. Para hacerse con su botín el primer villano mató de un tiro al caballo, el segundo villano clavó un puñal al sirviente y el tercero cortó de un tajo […]
Érase una vez tres villanos que cabalgaban juntos y juntos organizaban sus fechorías. En una de esas atacaron a un comerciante desvalido y a su sirviente. Para hacerse con su botín el primer villano mató de un tiro al caballo, el segundo villano clavó un puñal al sirviente y el tercero cortó de un tajo la cabeza del comerciante. Una vez fueron capturados, los tres villanos alegaron: no todo fue culpa mía.
Las empresas de agrocombustibles están ofendidas por las informaciones que les responsabilizan de una parte de la crisis alimentaria. La española Abengoa publicó el pasado 28 de mayo un anuncio donde querían exculparse de la subida de precios de alimentos y vaya mala suerte, dos días después el titular de la prensa recogió los resultados de la FAO y la OCDE: «los biocarburantes causan un tercio del alza del precio de los alimentos». En un segundo anuncio, el 2 de junio, explicó que el cultivo de agrocombustibles no provocará desaparición de tierras … en Europa para la alimentación humana. No, claro, de Europa no, se nutren de tierras de Brasil o Indonesia dónde ya es evidente que los monocultivos de caña o palma están sustituyendo a los cultivos tradicionales, expulsando millones de campesinos y deforestando la selva.
Seguiremos atentos a ver con que nuevas biomanipulaciones les oímos gimotear: no todo es culpa mía
Gustavo Duch Guillot
Director de Veterinarios Sin Fronteras