La petrolera británica BP registró en el segundo trimestre nuevas pérdidas provocadas por los costes de la marea negra de 2010 en el Golfo de México, pero asegura que el caso quedó ahora definitivamente saldado. El ejercicio abril-junio terminó con pérdidas netas de 1.419 millones de dólares (1.300 millones de euros), muy inferiores pese a […]
La petrolera británica BP registró en el segundo trimestre nuevas pérdidas provocadas por los costes de la marea negra de 2010 en el Golfo de México, pero asegura que el caso quedó ahora definitivamente saldado.
El ejercicio abril-junio terminó con pérdidas netas de 1.419 millones de dólares (1.300 millones de euros), muy inferiores pese a todo a las del mismo periodo de 2015, de 5.800 millones de dólares.
Las pérdidas no operativas después de impuestos totalizaron 2.800 millones de dólares (5.200 millones antes de impuestos).
Ese renglón se halla relacionado principalmente con los costes de la peor catástrofe ambiental de la historia de Estados Unidos, provocada en abril de 2010 por la explosión de la plataforma petrolera Deepwater Horizon frente a las costas de Luisiana.
El grupo ya había anunciado a mediados de mes esa salida de dinero, que lleva a 61.600 millones de dólares antes de impuestos las sumas pagadas en concepto de multas y de daños y perjuicios por la muerte de once personas y el vertido de 507 millones de litros de petróleo en el mar.
Se requirieron 87 días para obturar el escape, situado a 1.500 metros bajo el nivel del mar. La marea negra cubrió una superficie equivalente a la del estado de Virginia y contaminó el litoral de cinco estados norteamericanos, con impacto directo en las actividades pesqueras.
Según BP, ese será el coste total de la operación.
«Nos complace sobremanera haber puesto fin a los pasivos de Deepwater Horizon», indicó en un comunicado el jefe ejecutivo de BP, Bob Dudley.
«Siempre tendremos presente lo que hemos aprendido de este trágico accidente. BP es hoy en día una compañía más fuerte, más centrada y más disciplinada», agregó.
«Podemos imaginarnos los suspiros de alivio en la sede de BP, ahora que la marea negra entra en los libros de historia», afirmó Richard Hunter, analista de la consultora Wilson King Investment Management.
«Pero eso no significa que [BP] haya superado todos los desafíos, sobre todo con los precios del petróleo claramente por debajo del nivel que le permitiría estar en una posición confortable», agregó.
Los resultados trimestrales se vieron, efectivamente, afectados por las persistentes dificultades del sector petrolero, tras el derrumbe de los precios desde hace dos años.
BP estima que en el segundo semestre de este año el barril de Brent de Mar del Norte, el crudo de referencia en Europa, se negociará a un promedio de 46 dólares, un poco más que en el primer trimestre (34 dólares) pero aún muy por debajo de los 62 dólares en los que se situaba en el segundo trimestre de 2015.
El beneficio ajustado (un índice que excluye elementos excepcionales y variaciones del valor de los stocks) fue en el segundo trimestre de 720 millones de dólares, en baja de 45% respecto al mismo periodo del año anterior.
BP inició el año pasado un severo plan de ajuste para mitigar el impacto del derrumbe del barril, abandonando proyectos costosos, cediendo activos y suprimiendo empleos.
Para este año prevé inversiones por 17.000 millones de dólares en bienes de capital, frente a 23.000 millones en 2014 y 19.000 millones en 2015.
Para 2017, prevé proyectos que incrementarán su producción en tan solo 500.000 barriles diarios, y en 800.000 barriles diarios hasta 2020.
La acción de BP caía a media tarde 2,82% en la Bolsa de Londres, que operaba con ganancias de 0,32%.