Los expertos alzan la voz de alarma ante la grave crisis sanitaria que está asolando a los yanomamis del norte de la Amazonia brasileña, un año después de una importante operación del Gobierno de Brasil para expulsar a los buscadores ilegales de oro de la región.
Las cifras del servicio sanitario oficial de la zona yanomami muestran que:
– La incidencia de la malaria aumentó un 61% en 2023, con al menos 25.000 casos.
– Los niveles de gripe también se dispararon pasando de 3.203 en 2022 a 20.524 en 2023, lo que supone un incremento del 640%.
– Entre enero y noviembre de 2023 murieron 308 indígenas, la mayoría niños menores de cinco años.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió recientemente una resolución sobre el grave deterioro de la situación en el territorio yanomami:
– Los servicios sanitarios de la zona apenas funcionan y nueve consultorios de salud que deberían haber reabierto permanecen cerrados.
– Apenas hay agua potable.
– Muchos campamentos mineros ilegales siguen activos.
– “La Comisión destacó la continuidad de la situación de extrema gravedad y urgencia de daños irreparables a la vida, integridad personal y salud de los pueblos indígenas”.
– “Hay grupos de mineros ilegales armados que forman parte de facciones del crimen organizado y permanecen en el Territorio Indígena Yanomami, distribuyendo armas a la población indígena y realizando acciones que buscan controlar [a los yanomamis]”.
Fotos y vídeos recientes del interior del territorio revelan la espantosa desnutrición que sufren niños y adultos yanomamis, así como la impunidad con la que operan los mineros ilegales en la zona.
Pista de aterrizaje ilegal construida por buscadores de oro, justo dentro de la frontera venezolana, en el corazón del territorio de los yanomamis. En la imagen se pueden ver nueve avionetas. © Globo TV
Por ejemplo, en una de las grabaciones se ve un incidente sobrecogedor en el que mineros inmovilizan y retienen a tres jóvenes yanomamis.
Darío Kopenawa Yanomami, vicepresidente de la asociación yanomami Hutukara, declaró:
“Incluso con el decreto de emergencia, el Gobierno no ha conseguido resolver la situación. Los mineros siguen en tierras yanomamis, y hoy la minería es más destructiva que en los años ochenta y noventa. Hoy hay una minería de facciones criminales, del crimen organizado, del PCC [Primer Comando Capital] y del Comando Vermelho [Comando Rojo] en el Territorio Yanomami. Es una situación muy, muy grave, muy vulnerable para los yanomamis. Los niños siguen muriendo de malaria, los niños muriendo de neumonía, los niños muriendo de parásitos y de tuberculosis. La tierra yanomami aún vive una situación de crisis humanitaria. Y vamos a seguir luchando y criticando a los Gobiernos federal y estatal”.
Para Fiona Watson, directora de investigación y campañas de Survival:
“A pesar de las promesas del presidente Lula cuando lanzó la operación para expulsar a los mineros hace un año, la situación actual en el territorio de los yanomamis es poco menos que catastrófica. Muchos mineros están regresando a la zona y se están restableciendo antiguas explotaciones mineras. Las fuerzas armadas, que participan en la operación para expulsarlos, siguen dando largas al asunto y muchos puestos de salud y servicios vitales que tan desesperadamente se necesitan no están funcionando.
La situación de miles de yanomamis que viven en el lado venezolano de la frontera es calamitosa y apenas recibe atención mediática. Allí, en Venezuela, los mineros están trabajando en nuevas zonas con el apoyo del ejército venezolano. Además actualmente hay una epidemia de malaria, muchos yanomamis han muerto.
Además, la situación de los yanomamis no contactados es especialmente preocupante: sabemos que los mineros siguen operando a pocos kilómetros de sus comunidades.
Si esta situación continúa, cientos de yanomamis más morirán y sus tierras quedarán inhabitables. Es absolutamente vital que las nuevas medidas que acaba de anunciar el presidente Lula se pongan en marcha de inmediato como parte de una operación sostenida e integral para expulsar a los mineros de forma permanente y proporcionar la asistencia sanitaria intensiva que tan desesperadamente se necesita. También es vital que esta actividad se mantenga, porque de lo contrario esta atroz historia se repetirá una y otra vez hasta que los yanomamis hayan sido diezmados. Ya es hora de que todos los que se benefician de la minería ilegal comparezcan ante la justicia por sus crímenes.”
Información adicional:
Las cifras aportadas en este comunicado de prensa representan casi con toda seguridad una subestimación de la situación real, ya que, por su propia seguridad, los equipos sanitarios no están visitando las zonas más remotas del territorio donde se encuentran los mineros.
El PCC (Primer Comando Capital) y el Comando Vermelho (Comando Rojo) son dos de las mayores bandas del crimen organizado de Brasil.