La Sección Primera de lo Penal de la Audiencia Nacional española ha absuelto a Martxelo Otamendi, Xabier Oleaga, Txema Auzmendi, Iñaki Uria y Joan Mari Torrealdai, los cinco trabajadores de Euskaldunon Egunkaria que fueron procesados por presunta pertenencia a ETA, reconocidos periodistas que hasta entonces trabajaban en un diario escrito íntegramente en euskera, una publicación […]
La Sección Primera de lo Penal de la Audiencia Nacional española ha absuelto a Martxelo Otamendi, Xabier Oleaga, Txema Auzmendi, Iñaki Uria y Joan Mari Torrealdai, los cinco trabajadores de Euskaldunon Egunkaria que fueron procesados por presunta pertenencia a ETA, reconocidos periodistas que hasta entonces trabajaban en un diario escrito íntegramente en euskera, una publicación defensora de la cultura vasca que llegó a contar con 40.000 lectores diarios.
Cabe que la infamia no finalice en este punto. Pero ya es necesario recordar algunas declaraciones efectuadas en los alrededores del 20 de febrero de 2003, el día en que el juez Juan del Olmo tomó sus sabias, liberales y democráticas decisiones sobre la edición del diario, trece años después de su lanzamiento, y la suerte de los encausados.
La segunda legislatura del PP de José María Aznar, ya al servil servicio del poder imperial de Bush II y ese infame ministro laborista llamado Tony Blair, gozaba de mayoría absoluta y contaba, entre los miembros del gobierno de aquel año, con los nombres de José María Michavilla, ministro de Justicia, y Ángel Acebes, ministro del Interior, el mismo del intento de engaño criminal del 11-M, además del propio comandante en Jefe, el señor José Maria Aznar. Veamos sus observaciones en torno a Egunkaria [1]:
José María Michavila: «Es un instrumento de la acción terrorista […] Las detenciones se han hecho con fundamento.»
Ángel Acebes: «El gobierno vasco va a tener que dar muchas explicaciones por las subvenciones del diario.»
José María Aznar: «La lucha antiterrorista no debe distinguir entre las banderas de conveniencia que pueda usar ETA».
Tres más para completar la antología:
Jaime Mayor Oreja: «Sí que hay relación con ETA, al menos de algunos miembros del consejo de administración»
Carlos Iturgaiz: «El diario Egunkaria es una tapadera de ETA disfrazada de periódico».
Javier Arenas: «Una cosa es la libertad de expresión y otra un medio de comunicación al servicio de ETA».
Tapadera de ETA, instrumento de la acción terrorista, detenciones realizadas con fundamento, bandera de conveniencia de ETA. Acierto pleno.
Aparte de asesorar a Shakira, supongo que en la evasión de impuestos y en asuntos afines, desconozco la ubicación política actual de José María Michavila. Ibidem respecto a aquel Ministro del Interior, pieza destacada en toda la historia universal del ridículo y de la infamia, de tan ingrato recuerdo. Pero, obsérvese, aparte del poder aléfico de José María Aznar en el PP y en sus alrededores, dos de los tres restantes son eurodiputados en activo y Javier Arenas es el candidato del PP a la presidencia de Andalucía, además de ejercer mando en plazo en la dirección actual del PP:
Todas tan tranquilos, sin nada que decir. Tal como eran, tal como siguen siendo.
PS: Por lo demás, como ha señalado Escolar [2] que un argumento…, perdón, que una falacia evidente para cualquier estudiante de un curso básico elemental de introducción a la teoría de la argumentación como la siguiente: «La lengua vasca es un instrumento primordial para ETA en su estrategia; Egunkaria es el único diario íntegramente editado en lengua vasca; ergo, Egunkaria tuvo que nacer porque ETA así lo quiso», haya estado implícita, cuando no explícita, en todo este proceso-montaje judicial, dice mucho de la España plural que se está construyendo y del respeto a las culturas y lenguas de todas las ciudadanías ibéricas.
El terreno sigue yermo, desde luego, como en otras épocas. Que la tercera autoridad del Estado, dejemos para otra ocasión hablar de la primera y segunda, además de acumular patrimonio con ayuda de su familia mediante diversas estratagemas jurídicas y diversas complicidades políticas, siga prohibiendo el uso del catalán, del euskera y del gallego en el Congreso de Diputados, en la cámara representativa de la voluntad popular, de todas las ciudadanías españolas, dice mucho de lo que está en la mente de numerosas autoridades políticas: hablar castellano da puntos para el currículum; los otros idiomas están destinados a la intimidad y a las fiestas de guardar, y sirven de activa gasolina para cuando que hay que agitar ánimos que permitan ganar votos y elecciones.
Notas:
[1] Tomo la información de Público, edición del 13 de abril de 2010.
[2] Ignacio Escolar, «Sólo los etarras hablan euskera», Ibidem, p. 56.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.