La Reforma al Poder Judicial está pensada desde la perspectiva de género, asegura un ambiente libre de violencia para las mujeres y garantiza la paridad en magistraturas, en los juzgados y en la Carrera Judicial tomando en cuenta que apenas el 23 por ciento de quienes juzgan son mujeres.
Se anunció como una  Reforma que busca acabar con las redes de corrupción, nepotismo e  impunidad entre los juzgadores y entre magistrados y magistradas, es  «autocrítica» porque reconoce la desesperanza en la sociedad mexicana  que sabe no accede a la justicia y vive la impericia y la desesperanza.  Será gradual, dijo el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la  Nación (SCJN).
Así lo dijeron el presidente de la SCJN, Arturo  Záldivar Lelo de Larrea; la presidenta del Senado, Mónica Fernández  Balboa, y el jefe de la junta de Coordinación Política de esa cámara,  Ricardo Monreal Ávila, durante la reunión en la que se explicó y se  entregó el texto de la iniciativa, enviado ya a la cámara alta.
Según  esos funcionarios, se trata de realizar cambios funcionales, de  operación en todo el aparato de justicia que ha caído en el descrédito y  la desconfianza por la creciente impunidad, corrupción e inoperancia.
La  iniciativa firmada por el Presidente de la República y el presidente de  la SCJN, reforma siete artículos de la Constitución, la expedición de  dos leyes federales y reformas a cinco ordenamientos legales, para crear  la carrera judicial, modifica la Ley Orgánica del Poder Judicial de la  Federación y hace cambios a la ley de amparo, la de procedimientos  penales y la de Defensoría Pública, señalada esta como esencial para que  quienes viven con desesperanza por no obtener justicia, como las y los  pobres, las y los indígenas, logren tener una verdadera defensa ante  tanta estulticia, se dijo.
Al explicar los puntos fundamentales de la  Reforma, Saldívar Lelo de Larrea dijo que se establece que el Poder  Judicial incorporará la perspectiva de género de forma transversal y  progresiva a todas sus decisiones, y se adiciona a la paridad de género  como principio de la Carrera Judicial, como criterio de desempate en los  concursos y como política para el otorgamiento de nombramientos.
Además,  afirmó que la Reforma está comprometida con un ambiente laboral libre  de violencia y discriminación, en el que las mujeres se sientan seguras,  «dejamos claro en la ley que el acoso, el hostigamiento y toda conducta  de naturaleza sexual, sin el consentimiento de la mujer, constituyen  faltas graves y serán sancionadas con energía».
Luego relató que en  el último año en la SCJN se inició una seria transformación del Poder  Judicial de la Federación, en el combate a la corrupción, el nepotismo y  la impunidad, en la formación de un nuevo perfil de juzgador y la  juzgadora federal, en la consolidación de un Instituto Federal de  Defensoría Pública más eficiente y cercano a la gente, que sirva a los  más pobres y necesitados.
También, afirmó, se avanza en la paridad de  género para que esta sea una realidad y «tengamos más y mejores mujeres  en más y mejores puestos, así como en el uso más eficiente de recursos  públicos entre muchos otros avances».
Indicó que una de las grandes  deudas del Poder Judicial es con las mujeres. «Estamos muy lejos de  lograr la paridad de género y de proveer un entorno laboral igualitario.  Para ello, una de las mayores apuestas de esta reforma, es alcanzar la  paridad en todas las categorías».
Principales propuestas
La  iniciativa tiende a profundizar y consolidar un Poder Judicial más  fuerte, más independiente, más cercano a la gente, pero, sobre todo, que  imparta justicia para todas las personas, con estándares de excelencia y  de honestidad.
La reforma plantea cambios profundos, que toquen el  meollo del Poder Judicial, que ataca los problemas de raíz. No de forma,  no está orientada a los reflectores, sino a los resultados.
Se propone reformar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
La  Ley de Amparo y la Ley Reglamentaria del Artículo 105 Constitucional,  para reforzar a la Suprema Corte como Tribunal Constitucional, con la  finalidad de generar una doctrina constitucional y de derechos humanos,  que guíe la actuación de todo el Estado Mexicano hacia el pleno respeto  de todas y de todos.
Busca revolucionar el sistema de Jurisprudencia  en México, para dotar de mayor coherencia, uniformidad y fuerza, a la  doctrina de la Suprema Corte.
Un avance a un sistema de precedentes en el que todas y cada una de sus sentencias tengan un impacto en la vida pública.
Se  propone que las razones que justifiquen las decisiones de las  sentencias aprobadas por una mayoría calificada sean obligatorias para  todos los órganos jurisdiccionales del país, sin necesidad de  reiteración.
Todas las sentencias de la Suprema Corte serán  relevantes y los justiciables podrán exigir que sean observadas por  todos los tribunales. Un sistema de precedentes implica también explicar  de mejor manera el contenido de las decisiones.
La Ley de Amparo se  transforma el concepto de tesis para que en ella se expongan los hechos  relevantes del caso, el criterio jurídico y los argumentos que  justificaron la decisión, para que los operadores jurídicos y la  ciudadanía puedan conocer cómo, a través de las decisiones judiciales,  se va construyendo el derecho.
Reforma las reglas de procedencia de  la controversia constitucional y del amparo directo en revisión, para  permitir que la Corte se enfoque a resolver sólo aquellos casos que  entrañen violaciones directas a la Constitución y aquellos que revistan  un interés excepcional en materia constitucional o de derechos humanos.  Ello para que la Corte resuelva los asuntos más complejos y los que  tengan el potencial de transformar vidas.
Se crean plenos regionales,  como órganos permanentes del Poder Judicial, encargados de unificar los  criterios de los tribunales colegiados de su región, con la finalidad  de dar certeza jurídica y coherencia a la doctrina judicial a nivel  federal y descargar el trabajo del Tribunal Constitucional.
Se  propone expedir ley de carrera judicial en el Poder Judicial de la  Federación que reglamenta un servicio profesional de carrera que  garantice que sólo personas honestas, capaces y comprometidas con los  derechos, impartan justicia. Así el Instituto de la Judicatura Federal  se convierte en Escuela Federal de Formación Judicial, como agente  fundamental en el desarrollo de la carrera judicial, encargado de llevar  a cabo concursos de oposición para todos los cargos de la función  jurisdiccional.
La Escuela Judicial será una institución académica  seria, moderna, de excelencia, en sintonía con los avances de la ciencia  jurídica. Su misión será la de formar jueces con pensamiento crítico y  con herramientas argumentativas sofisticadas, que les permitan dar  soluciones sencillas, claras y justas.
Asimismo, mediante convenios  de colaboración con las entidades federativas, la Escuela Judicial podrá  capacitar a los impartidores de justicia en el ámbito local, para que  el nuevo perfil del juzgador llegue a todos los rincones del país.
Se  reestructura el trabajo de la defensoría pública, donde están los  abogados de los pobres y para que los pobres puedan tener justicia,  necesitan una defensa técnica, sensible y de calidad. La escuela  judicial capacitará a los defensores públicos y realizará los concursos  para el ingreso y promoción en la carrera del defensor público.
Esta  defensoría pública, además debe brindar representación y asesoría en  materia de amparo familiar, y en cualquier otra materia de amparo que  determine el Consejo de la Judicatura Federal, además de las materias  penal y laboral.
Considera también la expedición de una nueva Ley  Orgánica del Poder Judicial de la Federación, que dote de herramientas  para combatir la corrupción y el nepotismo.
Deja en claro como causa  de responsabilidad, el influir en el nombramiento de algún familiar en  el Poder Judicial Federal, y se prevé que queden sin efectos los  nombramientos que se lleguen a otorgar en violación a esta prohibición.
Se  eleva a rango de ley la política de adscripciones que ha permitido  desarticular las redes familiares en los distintos circuitos judiciales.
En  materia anticorrupción, se reforma todo el procedimiento de  responsabilidades administrativas para garantizar un proceso efectivo de  investigación y sanción para los servidores públicos que cometan actos  de corrupción.
Se le otorgan al Consejo de la Judicatura facultades  para dictar medidas cautelares que eviten que actos de corrupción causen  más daños, hasta en tanto se concluyen las investigaciones  correspondientes.
Se propone reformar los artículos 94, 97, 99, 100,  103, 105 y 107 de la Constitución; expedición de dos nuevas leyes  federales: Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación y la Ley de  Carrera Judicial del Poder Judicial de la Federación.
Reformas a  cinco ordenamientos: Ley de Amparo, Reglamentaria del artículo 103 y 107  de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; Ley  Reglamentaria de las fracciones I y II del artículo 105 de la  Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; Ley Federal de  Defensoría Pública; el Código Federal de Procedimientos Civiles y Ley  Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, Reglamentaria de  apartado B) del artículo 123 constitucional.


