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Buscan vida y Europa les da muerte

Fuentes: Rebelión

Más muertes de inmigrantes subsaharianos en las alambradas de Melilla y Ceuta. Nos llegan las noticias sin nombres, como si no fueran nadie, como si alguien quisiera borrar su sangre. Todo queda en números que sumados a las vidas anónimas, hundidas en las aguas del Estrecho y Canarias, van a quedar pronto en nuestro olvido. […]

Más muertes de inmigrantes subsaharianos en las alambradas de Melilla y Ceuta. Nos llegan las noticias sin nombres, como si no fueran nadie, como si alguien quisiera borrar su sangre. Todo queda en números que sumados a las vidas anónimas, hundidas en las aguas del Estrecho y Canarias, van a quedar pronto en nuestro olvido. Sin embargo son personas. Personas como nosotros, pero inocentes. Su sangre inocente clama y desde las alambradas nos grita ¿ por qué ? Nos dicen los medios de comunicación qué es lo que ocurrió y hasta cómo ocurrieron los hechos, pero pocos se plantean el porqué. Es la gran pregunta que todos deberíamos escuchar y a la que los responsables deberían contestar. Nadie quiere responsabilizarse, pero hay responsables y culpables.

No existía un ejército enemigo que viniera armado para matar. Eran grupos de personas de distintos países debilitadas por el hambre, rotas por la injusticia y sin otro haber que la responsabilidad de la familia que dejaron y una fuerte esperanza de llegar a un mundo en que se respetaran los derechos humanos.

Sólo salieron de su país los mejor dotados y sólo uno de cada tres, los más fuertes física y psíquicamente, fueron los que después de varios meses o varios años llegaron a Marruecos. Traían las manos abiertas y el ánimo encendido deseando trabajar. Además, les habían robado la riqueza que les daba la vida y estaban en su derecho de acudir a donde se la hubieran llevado. Sin embargo se les ha recibido como a un ejército lanzado a la agresión o como a animales salvajes dispuestos a atacar. Palizas, vejaciones de todo tipo, alambradas de espinos y armas de fuego, cortaron toda esperanza.

La muerte de estos inocentes sólo admite el calificativo de crimen. Como en otros crímenes, la participación en el mismo puede darse de distinta manera. Puede haber inductores, colaboradores y ejecutores

La fuerzas represoras de los dos lados de las alambradas dicen haber actuado cumpliendo ordenes. Los gobiernos de los que dependían las han respaldado diciendo que se han ajustado a su cometido, aunque sabemos que además de matar han hostigado, golpeado, insultado y pateado a los inmigrantes. Ninguna detención ni investigación consta que se haya producido entre guardias civiles o gendarmes marroquíes. No obstante, nadie puede negar que hayan sido las fuerzas represoras de España y Marruecos las que han ejecutado la violación de los derechos humanos de los inmigrantes.

Los gobiernos de España y Marruecos están en el punto de mira de los medios de comunicación, apuntando hacia ellos la suprema responsabilidad. Por supuesto que no están libres de responsabilidad, pero también ellos cumplen órdenes de más alto nivel. La Unión Europea tiene dispuesto llevar a los países del norte de África el muro de contención del flujo migratorio y que sean éstos los que asuman el trabajo sucio que hasta ahora ha correspondido al sur de Europa. Por supuesto, Marruecos no asume gratuitamente el papel de gendarme de Europa y exige compensaciones generosas, algunas en detrimento de los derechos del Pueblo Saharaui. La reciente Cumbre Hispano-Marroquí de Sevilla no tenía otra finalidad que dar cumplimiento a los deberes impuestos a ambos gobiernos desde Bruselas. El aumento de la represión en Marruecos que ha ocasionado seis muertes mas y la admisi&oac ute;n de los inmigrantes entregados por España para abandonarlos en el desierto, son prueba de la eficacia del buen entendimiento en Sevilla. Si bien las responsabilidades principales apuntan más arriba de dichos gobiernos, las que les corresponden son muy graves. Nos duele pero no nos extraña que en Marruecos se atropellen los derechos humanos por un Gobierno sometido a una monarquía totalitaria. No llegamos a comprender y nos indigna que el Gobierno de España, incumpliendo las leyes de su propio Estado, rechace a estas personas inocentes y débiles, pasando de la alambrada y la muerte, a la entrega a un poder marroquí que arrolla los derechos humanos sin escrúpulo alguno.

Tampoco es admisible que el Sr. Presidente de Gobierno se repliegue en su impotencia. Los inmigrantes están ahí y no debe mirar para otro lado. Debe exigir actuaciones en Bruselas y en todas las instancias internacionales. Por supuesto, nunca le perdonaremos su complicidad en las violaciones de derechos que el Gobierno de la monarquía marroquí haga sufrir a los intentaron acceder a Europa.

Aunque a Europa le es cada día más necesaria la inmigración, ha decidido parapetarse tras una muralla de contención que cierra especialmente el paso al África Subsahariana. La Europa que empobreció a África con la colonización y la neocolonización está desarrollando una política de rechazo y abandono de aquellos pueblos a los que debió haber devuelto sus riquezas. En lugar de ello ha venido realizando una política al dictado de los organismos internacionales que tienen su causa o respaldo en las multinacionales europeas y estadounidenses. Los políticos de la Unión Europea vienen cumpliendo perfectamente el papel asignado por el neoliberalismo globalizador: orquestar todos lo instrumentos del poder político para facilitar la concentración de la riqueza y del poder económico en una minoría, a costa del empobrecimiento de una mayor&iac ute;a. Esta política, tradicional en Europa, es responsable de que África se ahogue en pobreza, enfermedades, conflictos bélicos y corrupción . Toda persona tiene derecho a emigrar, pero también toda persona tiene derecho a vivir dignamente en el país al que pertenece. Si la política de la Unión Europea se hubiera desarrollado teniendo como principio la justicia y como objetivo el bien común de todas las personas, sin distinción de raza, país o condición económica, no existiría el actual flujo migratorio, como tampoco existirían en el Norte de África las alambradas y la gravísima conculcación de derechos humanos. De las muertes de inmigrantes subsaharianos, la Unión Europea es responsable y culpable por ser fiel colaboradora de los grandes poderes económicos.

Es propio de los grandes poderes económicos, mover los hilos de la suerte de los pueblos, llevándola a una deriva incontrolable, sin que aparentemente se note. No se hacen notar y la gente no se entera que es traía y llevada por su fuerza. Operan desde la trastienda y cuentan con poderosos organismos que mediatizan a los poderes políticos como: Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Organización Mundial del Comercio, Banco Central Europeo, etc. En los análisis del fenómeno migratorio africano pocos parecen responsabilizar a las empresas multinacionales y sólo parece que, en general, se dé importancia a las consecuencias y a las medidas de los políticos de turno. Sin querer ser simplistas admitimos que son múltiples las causas de la pobreza de África. Sin embargo afirmamos que a pesar de su prolongado empobrecimiento, África no es pobre. Son pobres los africanos mientras sus riquezas están controladas y expoliadas por empresas multinacionales mayoritariamente e uropeas y estadounidenses. Es cuestión de analizar país por país y comprobar qué empresas son las que extraen y exportan materias primas, petróleo, madera, etc., las que introducen semillas, abonos e insecticidas, las que provocan o alimentan conflictos bélicos, las que fabrican y venden armas con las que se matan y endeudan, y las que promueven la corrupción de los gobernantes. En manos de estas multinacionales está la trágica realidad de África. La globalización, en la reasignación de papeles asignados a los distintos países ha dejado al África Subsahariana, a excepción de Sudáfrica, fuera de los objetivos del desarrollo. Ante este futuro las multinacionales se dedican a extraer la riqueza para sin dificultad alguna hacerla emigrar a donde mejor pueda multiplicarse. El resultado es empobrecimiento y emigración. Los políticos mientras tanto ser&aacu te;n instrumentalizados para el mejor logro de los objetivos económicos y se les obligará a tomar las medidas que a su cartera interes en. No importa que no estén ajustadas a ley, justicia o respeto a los derechos humanos.

Ahí están los responsables y culpables principales, causantes por inducción, de las muertes de inmigrantes ocurridas en el tránsito de África a Europa. Ahí está la respuesta al porqué del inmigrante desangrado junto a la alambrada.

El caos producido por las multinacionales está llevando a África hacia el genocidio. Hubo ocasión de considerarlo en la reciente Asamblea General de las Naciones Unidas. Políticos como G. Bush, con carrera pagada por multinacionales que operan en África hicieron fracasar todo intento de afrontar con radicalidad el creciente problema de la pobreza.

Ahí tenemos a los mayores responsables y culpables. Solo falta ponerles nombre. Lo tienen.

* Jesús Roiz Corcuera. Sevilla.