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Tren de Alta Velocidad

Cada clase despliega sus estrategias

Fuentes: Askapena

La confrontación social en torno al trazado del TAV está agudizándose por momentos. Los Gobiernos de Madrid, Vitoria y Pamplona se han convertido en gestores y garantes de los intereses capitalistas. Los sectores de izquierda han asumido la defensa de los intereses populares. Los primeros, daban por hecho que neutralizarían sin dificultad al movimiento popular […]

La confrontación social en torno al trazado del TAV está agudizándose por momentos. Los Gobiernos de Madrid, Vitoria y Pamplona se han convertido en gestores y garantes de los intereses capitalistas. Los sectores de izquierda han asumido la defensa de los intereses populares. Los primeros, daban por hecho que neutralizarían sin dificultad al movimiento popular que se opone al demoledor proyecto. La preocupación gubernamental va en aumento a medida que los sectores populares incrementan su grado de organización y de respuesta.

Las armas del movimiento popular

El movimiento popular contrario al TAV se ha constituido en una plataforma amplia y plural conocida como AHT Gelditu (Detengamos el TAV). Es el organismo que, de forma democrática y participativa recoge las iniciativas y las canaliza conformando un tejido asociativo entre todos los agentes que se van incorporando al movimiento. La formación y la información. De acuerdo a una concepción democrática de su trabajo, el movimiento popular reitera la exigencia de que la ciudadanía conozca con precisión los detalles del proyecto. Acusan a las administraciones de oscurantismo ya que están llevando adelante el proyecto mientras niegan la información necesaria respecto al mismo. Para contrarrestar esta actitud sigilosa, la plataforma ha organizado encuentros, acampadas, espacios de reflexión colectiva y abierta; en dichos encuentros se han organizados charlas, mesas redondas, debates para que los participantes adquieran un nivel de información amplio respecto a la problemática que se aborda. Con la finalidad de trasladar a toda la ciudadanía una información detallada del proyecto, la Coordinadora ha puesto en marcha (21.11.07) una web que facilite información a quienes quieran recabarla: www.ahtgelditu.org. Pretende ser espejo y voz de la oposición a la que las instituciones pretenden acallar. Aportación de alternativas. La Coordinadora no se limita a cuestionar la gigantesca macro estructura que se está construyendo. Es consciente de que el transporte público es una necesidad de vital importancia en nuestra sociedad. Por eso motivo, reitera su apuesta por un tren social: se trataría de un modelo de transporte menos costoso, menos agresivo con el entorno y más ajustado a las necesidades reales de la ciudadanía. La movilización. Coordinadas por AHT Gelditu, son muchas las iniciativas locales que se están poniendo en marcha: marchas montañeras, colocación de propaganda en sitios visibles (paredes, puentes sobre los viaductos, carreteras…) conferencias, encarteladas, concentraciones… Los miembros del movimiento están centrando estas concentraciones delante de las sedes de las empresas que participan en el macroproyecto, también delante de los domicilios de algunos de los responsables políticos más significados. Se trata de concentraciones pacíficas. Esta dinámica de permanente movilización, está creando conciencia en la ciudadanía. Lo que, inicialmente, era un movimiento que concentraba a unos cientos de personas, ha tenido una expresión mucho más concurrida. El día 15 de noviembre, fueron ya más de 15.000 personas las que se movilizaron contra el TAV. Las consultas populares Manteniendo esta dinámica eminentemente democrática, se ha creado una corriente a favor de las consultas populares promovidas por los ayuntamientos. Hasta la fecha de hoy, son varias las instituciones municipales que han impulsado estas consultas dando como resultado un rechazo masivo al proyecto allá donde la ciudadanía se ha podido expresar abiertamente. Sabotajes En los últimos meses debido a que en diferentes puntos, y siguiendo una política de hechos consumados, han comenzado las obras, se estám produciendo numerosas obras de sabotaje de la maquinaria e infraestructuras necesarias para la construción del TAV.

Como ya se ha dicho, están llevando una política obscurantista, difundiendo propaganda del proyecto pero negando la información. Las estrategias que están utilizando son las siguientes:

Política de hechos consumados. Las fuerzas que han apostado por el TAV ignoran al movimiento social y a la ciudadanía que se opone al proyecto. Intentan desarrollarlo a marchas forzadas para que el TAV sea una realidad que no admite contestación. Acoso al ejercicio democrático. Las autoridades gubernamentales del Estado español están persiguiendo las iniciativas municipales que promueven consultas populares. En unos casos, recurren las resoluciones adoptadas por los ayuntamientos; en otros casos, prohíben el ejercicio de la consulta. En Elorrio, ante la prohibición expresa del Delegado de Gobierno español respecto a la iniciativa municipal, la consulta tuvo que realizarse impulsada por un colectivo de vecinos de la localidad. La represión y criminalización del movimiento. Una estrategia perfectamente diseñada por los sectores capitalistas, está haciendo una dura campaña para deslegitimar al movimiento social. Están utilizando todos sus medios para difundir estos mensajes: el movimiento social es minoritario y no tiene representatividad, la verdadera representatividad está en las instituciones; el movimiento social contra el TAV agrupa a sectores radicales (¡palabra maldita!) de la sociedad cuya única obsesión es oponerse por sistema a las mejoras que las instituciones promueven; el movimiento anti TAV es violento en sus métodos (consideran inaceptable que se concentren pacíficamente con una pancarta en la mano delante de las sedes de las empresas constructoras); detrás del movimiento está ETA (no hay constancia de que ETA haya actuado ni haya anunciado su actuación en este frente), tienen verdadera obsesión en convertir la lucha contra la ciudadanía y el entorno en una lucha contra ETA. Son bastantes las detenciones de activistas que se han producido hasta la fecha.

Cada cual toma partido

El Gobierno español (PSOE), el vasco (PNV-EA-IU)) y el navarro (UPN-PP), gestores decididos de los intereses neoliberales, han hecho una apuesta total por el macroproyecto; han dedicado a él una ingente cantidad de recursos económicos que serán sustraídos de partidas para mejoras sociales. Las élites empresariales del PSOE, PNV y PP apoyan sin fisuras el proyecto. Izquierda Unida (EB) se mueve en continuas contradicciones. Dice estar en contra del TAV pero, como miembro del Gobierno Vasco, lo defiende y financia. Dio su voto favorable a los presupuestos del macroproyecto. Nafarroa Bai se mueve en la mayor de las ambigüedades: mientras alguno de sus miembros pone reservas, casi todos sus integrantes apuestan por el TAV del capitalismo. Dentro de las fuerzas políticas la izquierda vasca es la única que se opone abiertamente al TAV. Los sindicatos ELA y LAB (mayoritarios en Euskal Herria), aunque con un grado de implicación muy desigual, también se oponen al proyecto. Además una larga serie de organismos sectoriales y movimientos populares ecologistas, juveniles, baserritarras (pequeños campesinos), gaztetxes (casas ocupadas)…

La batalla está ya en la calle.