Nacido hace 75 años en Santa Rosa, California, el norteamericano Harold Mooney ha sido uno de los investigadores que más ha estudiado cómo algunas alteraciones de los ecosistemas pueden afectar de forma global al planeta. Ocupa la cátedra Paul Achilles de Biología Ambiental en la Universidad de Stanford, y fue uno de los autores principales […]
Nacido hace 75 años en Santa Rosa, California, el norteamericano Harold Mooney ha sido uno de los investigadores que más ha estudiado cómo algunas alteraciones de los ecosistemas pueden afectar de forma global al planeta. Ocupa la cátedra Paul Achilles de Biología Ambiental en la Universidad de Stanford, y fue uno de los autores principales de la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio de la ONU. Este ecólogo pasó por Madrid, invitado por la Fundación BBVA, y hoy en Barcelona recibirá de la Generalitat de Cataluña el Premio Ramón Margalef de Ecología 2007, dotado con 100.000 euros, con el que dice estar «muy complacido».
Pregunta. ¿Cómo han cambiado los ecosistemas del planeta en los últimos 50 años?
Respuesta. Se están degradando más de lo que deberían. Hemos estado desperdiciando recursos, utilizándolos con poca consideración, lo que está destruyendo el capital natural, que es diferente del capital económico o del capital social. El capital natural permite los movimientos de agua, los movimientos de los nutrientes, la propagación de insectos para la polinización. Dependemos de estos recursos, pero no pagamos por ellos, no hay un mercado, lo que lleva a que se desperdicien. El 60% de los servicios aportados por los ecosistemas que hemos estudiado se está degradando, como las pesquerías o los combustibles.
P. ¿Qué ecosistemas están más en peligro?
R. Pues uno de los sitios más amenazados es aquí donde viven. Los ecosistemas de tipo mediterráneo están sufriendo un gran impacto en el mundo. El clima es muy bueno, el crecimiento demográfico muy alto y las costas, maravillosas para casas de verano.
P. ¿Cómo cree que debería revertirse esta tendencia?
R. Tenemos una gran población a la que alimentar, y al mismo tiempo recursos naturales que proteger. Así que debemos hacer las cosas de forma más eficiente. Vamos a ser más eficientes en el uso de la energía, y eso es fantástico. Pero debemos conseguir también una reducción en la utilización de recursos. Las naciones ricas están consumiendo demasiado por individuo.
P. Afirma que en los próximos años habrá más cambios no lineales. ¿Qué significa esto?
R. Éste es uno de los aspectos que más asusta con vistas al futuro. Un ecosistema puede haber sido degradado, pero de alguna forma no deja de ser el mismo ecosistema. Sin embargo, de pronto se produce un cambio de régimen que lo cambia por completo. Justo porque lo has empujado por encima de su límite.
P. ¿Por qué es tan importante cuando desaparece una especie?
R. La biodiversidad está en la base de todos estos servicios, es el principio de la fábrica. Si no tienes especies, no tienes fábrica, pues son los componentes básicos. Un ejemplo muy claro es el de las pesquerías. Toda la economía de una región se asienta sobre una industria como la del siluro, cuando de pronto todos los pescadores se encuentran en el paro.
P. ¿Cómo está evolucionado la distribución de las especies?
R. Si pudiésemos coger una lista de las plantas y animales que hay hoy en España y compararla con la de hace varios siglos, probablemente encontraríamos que hoy existen más especies. Esto ocurre porque muchas no son de aquí, sino que vienen de lugares como California o quién sabe de dónde. Intercambiamos tanto cosas que queremos como otras que no deseamos. Por eso la distribución de las especies se está homogeneizando. Estamos rompiendo las barreras biogeográficas y cambiando las estructuras alrededor del mundo.