En el complejo fenómeno de la migración mundial, las mujeres son un sector cada vez más numeroso e importante que requiere de una atención especial. Coincidieron en afirmar representantes de distintos programas de Naciones Unidas, Organización Internacional del Trabajo (OIT), Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Secretaría de Relaciones Exteriores reunidos hoy […]
En el complejo fenómeno de la migración mundial, las mujeres son un sector cada vez más numeroso e importante que requiere de una atención especial.
Coincidieron en afirmar representantes de distintos programas de Naciones Unidas, Organización Internacional del Trabajo (OIT), Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Secretaría de Relaciones Exteriores reunidos hoy en el Congreso Internacional sobre los Derechos Humanos de las Mujeres Migrantes: Acciones para su Protección.
Para la OIM, la tendencia mundial reciente ha sido la feminización de los flujos migratorios, situación de la que no queda exenta América Latina. En 2005, el porcentaje de movimientos internacionales protagonizados por mujeres en la región osciló entre el 34 y 46 por ciento.
México fue el país que registró la mayor cantidad y Guatemala el porcentaje menor. Las niñas y adolescentes migrantes representan entre un 10 y un 15 por ciento, con excepción de Panamá donde las y los menores de edad alcanzan 29 por ciento.
La desigualdad entre hombres y mujeres en las comunidades de origen, continúa siendo una de las causas principales de la migración femenina y de sus efectos en la violación de sus derechos humanos en los lugares de destino, señaló en la inauguración del evento la embajadora María de Lourdes Aranda, subsecretaria de Relaciones Exteriores.
De ahí la importancia, agregó, de que las instituciones discutan como promover el diálogo entre los Estados para que los tratados internacionales que protegen a las mujeres migrantes se cumplan.
De acuerdo con un análisis del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), varios son los problemas visibles que requieren atención de los gobiernos en este tema y que todavía «son considerados sólo parcialmente por algunas instituciones y por organizaciones civiles».
Uno de ellos es la exclusión, discriminación y pérdida de derechos que sufren las y los que buscan un nuevo proyecto de vida, en un país diferente al de su origen.
De ahí, que para UNIFEM «ante los límites de la política, se requiere de mayor cooperación para que las mujeres que cruzan fronteras, en busca de un mejor destino, lo puedan hacer con pleno respeto a sus derechos, sin importar edad, tradiciones, costumbres, creencias religiosas o situación migratoria».