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Calentamiento global: limitaciones de la energía solar y eólica

Fuentes: Ecoportal.net

La gente que acudió a las celebraciones del Día de la Tierra en todo Estados Unidos pudo ver casetas y escuchar a conferenciantes ensalzando las virtudes de la energía solar y eólica. Lo que los participantes seguramente no escucharon fue que las energías renovables no pueden frenar el calentamiento global sin ir acompañadas de grandes […]

La gente que acudió a las celebraciones del Día de la Tierra en todo Estados Unidos pudo ver casetas y escuchar a conferenciantes ensalzando las virtudes de la energía solar y eólica. Lo que los participantes seguramente no escucharon fue que las energías renovables no pueden frenar el calentamiento global sin ir acompañadas de grandes cambios sociales, de los que los organizadores del Día de la Tierra casi nunca hablan.

Tenemos que tener en cuenta la diferencia entre las palabras «necesario» y «suficiente». Sí, la expansión de la energía solar y eólica es absolutamente necesaria para impedir que los niveles de CO2 sigan subiendo, que las ciudades costeras se inunden y que las especies se extingan. Pero las energías solar y eólica por sí solas no son suficientes para conseguir un uso de la energía sostenible.

¿Nueve millones por ciento?

La mayoría de los expertos en clima aceptan que, para evitar los efectos catastróficos del calentamiento global, las emisiones de gases de efecto invernadero (principalmente CO2) deben disminuir en un 60-80% para el 2050 (aunque en EE.UU. se necesitaría un recorte de un 95%). La creencia de que con la sustitución de los combustibles fósiles por tecnología solar y eólica se puede conseguir esta reducción tiende a pasar por alto varios factores:

* Las grandes empresas bombardean al mundo con el mensaje de que todos deberían consumir como lo hacen los estadounidenses
* Las grandes empresas les dicen a los estadounidenses que deberían imitar a los ricos
* La población crece
* La economía de mercado obliga a una expansión patológica y
* La energía solar y eólica constituye una fracción mínima de la energía actual.

Combinemos estos factores para hacernos una idea de cuánta energía solar y eólica se necesitaría en 2005 para reemplazar al carbón, al petróleo, a la energía nuclear y al gas.

Primero, EE.UU. consume alrededor de un 25% de la energía mundial aunque sólo tengan un 5% de la población mundial del planeta. Para que el resto del mundo consuma al ritmo de EE.UU. se necesitaría multiplicar la producción mundial por 6,33.

Los estadounidenses reciben el mensaje constante de que no consumen lo suficiente. El resto del mundo considera marginal su modelo de consumo y también toma como modelo a los más ricos de EE.UU. Si tomamos al 5% más rico como media para la comparación, el valor de 6,33 se debería ajustar hasta un 40,0 como el total en que debería subir la producción mundial para que todo el mundo consumiera al mismo nivel que los más ricos en EE.UU.

Se espera que la población desacelere su nivel de crecimiento pero todavía crecerá en un 50% entre 2007 y 2050. Teniendo en cuenta el crecimiento de la población, para el 2050, la producción debería multiplicarse por 40 x 1,5 = 60.

La economía de mercado debe crecer o desaparecer. Una opinión ampliamente compartida es que la economía mundial continuará creciendo un 2-3% anual durante el resto del siglo. Un 2,5% de crecimiento triplicaría la producción para 2005. Esto significa que la producción debería crecer en 60 x 3 = 180.

Durante este tiempo, la energía solar y eólica debería reemplazar a otras fuentes de energía. Según la Administración de Información para la Energía de EE.UU., las energías renovables supusieron un 6% de la energía total en 2003, y de ese 6% sólo un 1% era energía solar y un 2% energía eólica (el resto provenía de la biomasa, energía geotérmica e hidroeléctrica). Esto significa que la energía solar y eólica suponen un 0,06 x (0,01 + 0,02) = 0,0018 de la energía en EE.UU. Siendo menos que un 0,2% de la energía, la energía solar y eólica deberían multiplicarse por un índice superior a 500 para reemplazar a otras energías. Multiplicando el aumento de 500 en energía solar/eólica por el aumento de 180 en producción significa que la energía solar / eólica debería multiplicarse por 90.000 en 2050 para que la gente de todo el mundo pudiese consumir al mismo nivel que el 5% más rico de EE.UU.

Si se acepta que EE.UU. sea el modelo de consumismo, debería haber, más o menos, un aumento de nueve millones por ciento en la energía solar / eólica para que puedan reemplazar otras formas de energía en 43 años.

No hay soluciones milagrosas

No es muy posible que se dé dicho aumento. Uno de los problemas para comprender lo que las energías renovables realmente pueden hacer es que aquellos que son sus fervorosos seguidores tienden a decir cosas que no se ajustan a la realidad.

Es su nuevo libro, Heat (Calor), George Monbiot cita a un entusiasta de la energía solar que escribía: «Incluso en la nublada Gran Bretaña, se puede generar más electricidad de la que se gasta actualmente en el país, colocando placas de PV (energía solar fotovoltaica) en todos los tejados apropiados.» (p.125). Monbiot hizo algunas cuentas y calculó que la potencia real de las placas solares es 1/800 de la energía que se emplea en Gran Bretaña.

La obtención de energía en placas solares es un componente importante en la estrategia de la energía solar. Una casa de una altura sería la más eficiente. Desafortunadamente esto contradice otro principio de ahorro de energía: Cuanto más grande es el edificio más aislante será. Los bloques de pisos o apartamentos multi-familiares necesitan menos energía para calentar una habitación que la que necesitaría una casa independiente del mismo tamaño.

De la misma manera, se pueden colocar paneles solares en las paredes de los edificios. Un edificio que no esté rodeado de árboles u otros edificios sería genial para esa clase de paneles solares. Pero los árboles son necesarios, tanto para dar sombra como para captar el CO2 de la atmósfera. Construir bloques de pisos juntos es necesario para la gran densidad necesaria para un sistema de transporte público urbano, pero no es apropiado para conseguir una superficie soleada para la obtención de energía solar.

Con aproximadamente la mitad de la energía que en EE.UU. se destina para el control de la temperatura en los edificios, estos factores limitan la cantidad de energía que los paneles solares pueden suministrar a las áreas urbanas. La tecnología fotovoltaica funciona mejor en las áreas rurales.

El principal problema al que se enfrentan los sistemas independientes es el almacenamiento de energía para los momentos en los que no brilla el sol. Un equipo de baterías puede llegar a costar más de $20.000. Es más barato si los usuarios pueden conectar sus paneles a la red principal y vender el exceso de energía a la compañía eléctrica local. Pero si los consumidores venden energía fotovoltaica a la red, lo estarán haciendo en momentos en los que la demanda y por tanto, los precios serán más bajos y comprarán energía cuando la demanda y los precios sean altos.

El precio de la energía solar esta bajando, pero sería necesario que cayese en picado para sustituir a los combustibles fósiles. Aunque las placas fotovoltaicas se amortizan en 25-35 años, su vida útil es solamente de 20 a 30 años.

La energía eólica tiene sus propias limitaciones. Sólo es posible producir grandes cantidades de energía con viento fuerte y regular. Ya que los edificios urbanos suelen tener viento débil o esporádico, los molinos eólicos no son muy útiles en las ciudades. Los vientos son normalmente más fuertes en los puertos de montaña y a lo largo de las costas.

Una rápida expansión de la energía eólica supondría algo más que los generadores eólicos. Se necesitaría una nueva capacidad de red y de líneas de transmisión desde los parques eólicos a los lugares de consumo. La energía eólica necesita 1,1 años de funcionamiento para generar tanta energía como la consumida para su fabricación, y ese periodo para la energía solar es de 2 a 4 años.

¿Son las energías renovables realmente renovables?

Las energías renovales se consideran fuentes de energía que no «disminuyen» con su uso. Pero no se tienen en cuenta los materiales utilizados para aprovecharla o sus efectos medioambientales. Si la fuente de energía es infinita, pero la tierra y los materiales que se utilizan para capturarla no son infinitos ¿es ese tipo de energía realmente «renovable»?

La Sociedad para la Energía Solar Americana (ASES – siglas en inglés) tiene un evidente interés financiero en la rápida expansión de la energía solar. Sin embargo, en su reciente publicación alegando que las energías renovables pueden suplir a los combustibles fósiles, ASES admite que las tecnologías fotovoltaicas avanzadas, como las finas películas fotovoltaicas, utilizan materiales poco frecuentes como el indio, selenio, y telurio y que el agotamiento de su suministro podría dificultar su desarrollo.

Una de las propuestas más prometedoras en energía fotovoltaica son las células sensibles de tinte de titanio. Aunque la mayor parte de la producción requiere materiales comunes, las células solares deben estar cubiertas de un plástico transparente. Y ¿de qué está hecho el plástico? De petróleo, la más infame de las sustancias no renovables. Aunque la cantidad de petróleo utilizado para cubrir el planeta con células solares sería muy pequeña comparada con llenar al mundo de coches, indica lo importante que es centrarnos en una política energética sensata para conservar el petróleo en previsión de las verdaderas necesidades de las generaciones futuras.

Un asunto incluso más preocupante con la «renovabilidad» de las energías renovables es el terreno que usarán cuando se conviertan en las fuentes dominantes de energía. ¿Realmente queremos cubrir cada montaña, área costera y valle con generadores eólicos? ASES asume que «…no será necesario destinar superficies exclusivamente para la generación de energía fotovoltaica hasta que esta tecnología suministre una gran parte (quizá más del 25%) del total de la electricidad nacional.» (p. 95). Mirándolo desde el otro lado, una vez que la energía fotovoltaica reemplace a los combustibles fósiles, usurpará los hábitats de la fauna salvaje.

La razón más importante por la que la energía renovable puede que no sea verdaderamente renovable es que depende de los combustibles fósiles para reemplazar a los combustibles fósiles.

El total de energía consumida en la actualidad en EE.UU. es de aproximadamente 100 quads. Un quad equivale a mil billones (un uno seguido de 15 ceros) Btu (unidad térmica británica). En su clásico The party´s over (La fiesta ha terminado), Richard Heinberg observa que «para producir 18 quads de energía eólica en EE.UU. para el 2030 se necesitaría una instalación de algo así como medio millón de turbinas de última tecnología… lo que es cinco veces la actual capacidad de producción mundial para turbinas…la mayor parte de la energía necesaria para dicha empresa provendría de los menguados combustibles fósiles.»

La gente estaría consumiendo vorazmente mientras que al mismo tiempo se estaría construyendo una gigantesca infraestructura energética nueva. ¿De donde provendrá la energía necesaria para esta descomunal orgía de consumo / construcción? ¿Implicará extraer hasta la última gota de petróleo para trasladar el nuevo equipamiento por todo el mundo? ¿Implicará volar la cima de cada montaña que tenga carbón? ¿Será necesario extraer el suficiente uranio para fundir las armas nucleares en todo el mundo? ¿Implicará extraer cada metro cúbico de gas natural existente y ya no quedará nada para calefacción para el 2050?

Cambiar a la energía solar / eólica para el 2050 puede implicar la utilización más masiva de combustibles fósiles y nucleares que el mundo haya visto jamás. Esta no es una buena manera de evitar el calentamiento global.

La verdadera cuestión

Calcular el aumento de producción necesario en energía solar y eólica solamente ha tenido en cuenta unos pocos factores cuantificables. No ha considerado en qué manera su fabricación agravará la falta de agua que ya está menguando debido a la agricultura industrial. No ha incluido la invasión de los últimos acres de hábitat animal con la resultante extinción de especies. Tampoco ha tenido en cuenta el enorme aumento de producción de toxinas que pueden causar más daños a la humanidad que el cambio de las condiciones climáticas.

El problema radica en que la economía de mercado empuja a las grandes empresas a fomentar el despilfarro de energía más rápido posible. Aunque se dispusiera de doble o triple de energía o se produjera un aumento de energía solar o eólica de nueve millones por ciento, todavía habría escasez.

Con esto no se niega que los paneles solares sean totalmente esenciales para una política energética sostenible. Quiere decir que el fanatismo hacia la energía solar no deja ver a la gente sus limitaciones y tampoco les deja ver la necesidad de reducir la cantidad total de energía producida en los países occidentales.

El calentamiento global no es un problema tecnológico y un aumento en la producción de energía solar y eólica y de aparatos ecológicos no puede solucionarlo. La crisis energética y el aumento de los niveles de CO2 son crisis de la economía de mercado y la pregunta que debemos hacer es ¿Cómo cambiamos la sociedad para hacerla sostenible?

No hay escasez de energía

Consideremos las dos afirmaciones siguientes:

Ya hay más energía de la que necesitamos.

No importa cuanta energía se produzca, nunca será suficiente.

Estas dos afirmaciones parecen completamente contradictorias. Sin embargo, ambas son ciertas.

Es parecido a lo que ocurre con los alimentos y al hambre. Hay suficientes alimentos para alimentar a todo el planeta. Sin embargo el hambre está creciendo. La industria agropecuaria dice que se necesita luchar contra el hambre aumentando la producción de alimentos con otra «Revolución Verde» con pesticidas, herbicidas, ingeniería genética y talando selvas vírgenes para plantar cosechas y venderlas en tierras lejanas. Nada de esto es necesario y, con toda probabilidad, agravará el problema del hambre.

La gente muere de hambre no porque no haya suficientes alimentos, sino porque los alimentos disponibles no se distribuyen entre aquellos que los necesitan. Produce más beneficios procesar los alimentos y enviarlos a quienes consumen de más en los países ricos que vendérselos a la gente de países pobres que pueden pagar menos por ellos.

La producción local de alimentos para las necesidades básicas, combinada con ayuda durante tiempos de crisis, podría alimentar a todo el mundo. Pero un aumento del control de los alimentos por parte de las grandes empresas significa más producción para el mercado internacional desviándola de quienes más lo necesitan. El maíz para alimentar a la gente localmente se transforma en maíz para alimentar al ganado para las cadenas de hamburguesas internacionales. Hay menos maíz disponible para solucionar el problema del hambre mientras la obesidad en EE.UU. se dispara. Miles de materias primas y la diabetes siguen el mismo camino.

Igual que un aumento en la cantidad de alimentos puede comportar un aumento en el hambre, un aumento en la cantidad de energía disponible puede ser compatible con escasez de energía. Si la gente controlase la energía localmente, podría decidir cuánto producir y, algo más importante todavía, qué clase de actividades despilfarradoras de energía podrían limitarse.

Pero el aumento de la producción de energía se produce al mismo tiempo que el control por parte de las grandes compañías energéticas. Cuanta más energía se produce más energía se vende para actividades derrochadoras. ¿Propondrán las grandes compañías energéticas acabar con los acontecimientos deportivos nocturnos con grandes iluminaciones? ¿Exigirán que sólo se produzcan fluorescentes? ¿Recomendarán que los centros urbanos estén libres de coches particulares? De ninguna manera.

En una economía de mercado, el objetivo de las grandes compañías energéticas es conseguir beneficios inmediatos al vender cuanta más energía mejor y la energía para las necesidades reales que se vaya al infierno. Las grandes compañías suministran alegremente electricidad para propósitos triviales en el mundo superdesarrollado mientras los pueblos pobres cortan los árboles que les quedan para combustible.

Incluso aunque las máquinas de movimiento perpetuo o réplicas de Star Trek aumentarían la producción de energía solar y eólica en nueve millones por ciento, todavía tendríamos escasez de energía. En una clase de Maltusianismo pervertido, el mercado crea deseos artificiales más rápido de lo que los ecosistemas del planeta los pueden sostener.

El otro lado de la moneda es que lo mismo que hay ya más que suficientes alimentos, hay abundancia de energía. La humanidad puede vivir mejor, más sana y durante más tiempo cambiando los hábitos de producción de alimentos, cambiando los modos de transporte, construyendo casas autosuficientes energéticamente, limitando la fabricación de cacharros innecesarios y poniendo fin a la matanza de personas para robar su petróleo. Si hacemos esto, podría haber una transición suave del carbón, petróleo, energía nuclear y gas a la energía solar, eólica y otras renovables. Sin estos cambios, cualquier cantidad de energía renovable nunca será suficiente.

* Don Fitz es editor de Synthesis/Regeneration: A Magazine of Green Social Thought (Síntesis/Regeneración: Una Revista para el Pensamiento Social Verde) que se envía a los miembros de Los Verdes/El Partido Verde de EE.UU. El título original del articulo es Global Warming: Limits of Solar and Wind Power y fue publicado por ZNet en abril 2007 – Traducido por Eva Calleja y revisado por Felisa Sastre

Fuentes
– Heinberg, R. The party’s over (La fiesta ha terminado). New Society Publishers, 2003, p. 153.
– Kutscher, C.F. (Ed.) Tackling Climate Change in the U.S.: Potential Carbon Emissions Reduction from Energy Efficiency and Renewable Energy by 2030 (Abordar el Cambio Climático en EE.UU.: Reducción Potencial de las Emisiones de Carbono, de la Eficiencia Energética a la Energía Renovable para el 2030). American Solar Energy Society, 2007. www.ases.org/climatechange
Monbiot, G. Heat: How to stop the planet from burning (Calor: Cómo evitar que el planeta se queme). South End Press, 2007., p. 52
– Sexton, S., Hildyard, N., & Lohmann, L. Food? Health? Hope? Genetic Engineering and World Hunger (¿Alimentos? ¿Salud?¿Esperanza? Ingeniería Genética y el Hambre en el Mundo). Corner House Briefing 10. October, 1998.http://www.thecornerhouse.org.uk/item.shtml?x=51965
Stix, G., A climate repair manual (Un manual de reparación del clima). Scientific American, September 2006, p. 47
– Información sobre la Población Mundial. http://www.census.gov/ipc/www/world.html