Surgida a partir de unas jornadas del 15M, lanzada por el Ayuntamiento de Ahora Madrid y apagada con la corporación de Martínez-Almeida, la web sobre la Cárcel de Ventas ha vuelto a la vida por iniciativa de la fundación alemana Rosa Luxemburg.
Todo surgió a principios de 2012,
al calor de las asambleas de barrio del 15M. En el terreno sobre el que
hace décadas se levanta la urbanización Parque Residencial Isabel II, en
el barrio de La Guindalera, se esconde una parte de la historia: la
antigua cárcel de mujeres de Ventas, un recinto creado con la intención
de humanizar el sistema de prisiones, que pasaría después a albergar
algunos de los episodios más duros de la represión franquista y que,
finalmente, en 1972, tras 39 años de existencia, sería demolida y
olvidada, sin nada que señalara que alguna vez había existido. Hasta que
llegó el 15M y comenzó un proceso que llevaría a crear una web que hiciera de memoria virtual de la prisión y que posteriormente bloquearía el gobierno de José Luis Martínez-Almeida.
“A
principios de 2012 empezamos a trabajar con vistas al 8 de marzo de ese
año, la idea era recuperar espacios, plazas, pero también nos
planteamos recuperar un espacio totalmente olvidado, que es donde había
estado la cárcel de Ventas, donde ahora se levanta una urbanización de
lujo y donde no había ningún tipo de recuerdo u homenaje público a las
presas de esta cárcel ni al lugar en sí”. Quien habla es Paloma
Monleón, por entonces miembro de la Asamblea de Barrio Plaza Dalí, del
15M, un colectivo en el que se unieron vecinos de los barrios de La
Fuente del Berro y Goya participantes del 15M y que sumaba unas 50
personas.
La Cárcel de Ventas, olvidada desde su demolición, tenía un valor histórico como escenario de tres décadas en las que la II República, la guerra civil y la dictadura franquista marcaron al país. Ideada por Victoria Kent, abogada y política en la República, reformista que tuvo entre sus principales objetivos humanizar el sistema penitenciario, el nuevo edificio se levantaba como referencia en cuanto a la concepción de la cárcel como una herramienta de reinserción más que como castigo, con salas destinadas a la maternidad, con bibliotecas en lugar de capillas y azoteas para baños de sol, y 500 plazas, según recogen los estudios del historiador Fernando Hernández Holgado. “Mucho hotel y poca cárcel”, según criticaban los funcionarios de prisiones de la época, recogía entonces una publicación sectorial de la época rescatada por el historiador, que apunta en sus estudios cómo, cuando se colocó la primera piedra de la prisión, bajo esta se colocaron “monedas acuñadas el año 1870 y varios ejemplares de periódicos madrileños”, seguramente en alusión a la aparición, el 15 de marzo de 1870, de la publicación La Voz de la Caridad, órgano de denuncia de la situación de las prisiones fundado por otra pensadora de la época y referente para Kent, Concepción Arenal.
Manuela del Arco Palacios (1920-2006)
Detenida en 1939 y de nuevo en 1942 por su trabajo clandestino en el PCE. Fue condenada a muerte, pena conmutada por 30 años de cárcel, varios de ellos en la cárcel de Ventas, donde participó en la organización de una huelga de hambre colectiva en protesta por la pésima comida que les daban. Tras la legalización del PCE, colaboró activamente en las áreas de Internacional y de Sanidad de su partido. En la última etapa de su vida formó parte del colectivo feminista Sororidad, que la nombró presidenta de honor.
Con la guerra civil, las buenas intenciones reformistas con las que fue ideada se fueron a la basura. La prisión llegó a albergar a más de 2.000 personas que, hacinadas, sobrevivían allí como podían, y de las que muchas solo pasaron brevemente antes de ser ejecutadas por el régimen franquista. Tras varios años en los que el recinto se destinó a albergar a hombres, con nombres como los de Ramiro Ledesma y Ramiro de Guzmán, que pasaron por allí antes de ser ejecutados, o los clérigos que se opusieron al golpe y a la dictadura almacenados en los sçptaos donde inicialmente se localizaba la lavandería, en 1939 volvió a dedicarse a las mujeres presas y a sus hijos pequeños, pero tampoco con las condiciones más humanas con las que había sido pensada la cárcel. Llegó a albergar cerca de 3.000 reclusas a la vez, que vivían en pésimas condiciones y que muchas veces morían allí.
“Teníamos interés en recuperar, no solo la memoria de las presas políticas, también de las sociales; queríamos hacer un homenaje a todas las mujeres que estuvieron allí”, señala Monleón. Y se pusieron manos a la obra.
A principios de 2012, se pusieron
en contacto con el historiador Fernando Hernández Holgado,
especializado en la historia de la cárcel de Ventas. “Preparamos unas
jornadas de dos días, las primeras que se han hecho nunca sobre la
cárcel”, relata Monleón, que explica que prepararon el acto desde el
local que por entonces la Federación Regional de Asociaciones Vecinales
de Madrid (FRAVM) tenía en la calle Bocangel, a pocos minutos del lugar,
y en el espacio ocupado La Salamanquesa, donde organizaron una exposición. “Parece otra vida”, suspira Monleón.
A las jornadas acudieron mujeres que habían estado presas en Ventas, familiares, personas que militan en colectivos memorialistas. Durante el acto, pusieron una placa. Decía “por la memoria de las mujeres presas, justicia y reparación”, recuerda Monleón, sobre la placa, que sobrevivió pocos meses hasta que fue vandalizada.
Mercedes Núñez Targa (1911-1986)
Al comenzar la guerra civil, fue secretaria del Comité Central del PSUC de Barcelona. Detenida en noviembre de 1939, acusada de colaborar en una red clandestina para sacar al extranjero a cuadros perseguidos por el régimen. Puesta en libertad condicional a principios de 1942, se mudó a Cataluña, desde donde atravesó a pie los Pirineos hasta alcanzar Francia, en plena Segunda Guerra Mundial. Allí, fue encarcelada en la prisión de Perpiñán, bajo la acusación de “paso clandestino de frontera” y condenada a un mes de prisión. Excarcelada en octubre de 1942, fue internada en el campo de Argelès, de donde saldría al mes siguiente. Después se incorporó a las filas de la resistencia con el nombre de “Paquita Colomer”, en la V Agrupación de Guerrilleros Españoles del departamento de l’Aude, alcanzando el rango de sargento de los F.T.P.F. (Francs Tireurs et Partisans de France).
Por entonces no tenían en la cabeza el proyecto de página web, pero habían puesto los cimientos. Fue con la victoria de Ahora Madrid en las elecciones madrileñas cuando vieron la oportunidad. “Pensamos en hacer algo con más apoyo, más recursos, de una manera menos clandestina y más oficial, así que comenzamos a convocar a personas interesadas; fue un proceso muy bonito porque fue muy amplio, participaron vecinas del barrio, mujeres que habían sido presas, estudiosas del tema de prisiones, personas que nacieron en la cárcel, donde estaban presas sus madres…”, recuerda Monleón, que cifra en unas 200 personas las que, durante tres años trabajaron en distintas iniciativas para homenajear a las presas de Ventas, una de ellas un proyecto artístico en colaboración con la Escuela de Cerámica Francisco Alcántara, que finalmente no salió, el cambio de nombre del jardín que acompaña a la urbanización de lujo que se levanta sobre los terrenos de la antigua cárcel, antes denominada Isabel II y ahora Mujeres de Ventas, y, por último, la web como proyecto de memoria.
Y aquí entra, de nuevo, el historiador Fernando Hernández. “Le planteé a Pablo Carmona, entonces concejal de la Junta de Distrito del barrio de Salamanca, una idea que yo llevaba tiempo acariciando”, explica el historiador. Hernández venía de hacer una web sobre la cárcel de mujeres de Les Corts, en Barcelona, también derruida. La web, construida con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona y el Gobierno español, recogía la historia del edificio y testimonio de varias de las mujeres que habían estado presas entre sus paredes. Y se propuso hacer algo parecido con la cárcel de Ventas. “La idea era hacer una especie de lugar de memoria virtual, ya que no queda ningún resto del edificio, que recopilase fotografías antiguas, testimonios de presas, documentos y otros materiales”, detalla Hernández. Para ello comenzaron a organizarse en un grupo informal, llamado Patio de Ventas, en el que las personas de la asamblea del 15M que lanzaron las jornadas trabajaron, junto al historiador, en la futura web. También colaboró con el proyecto el pintor y escultor Manuel Calvo Abad, fallecido en 2018 y quien aportó el logo de la página web.
A principios de 2017, la web de la cárcel de Ventas estaba en funcionamiento. Tenía deficiencias, no obstante. Aunque estaba concebida para que pudiera ampliarse con la documentación enviada por familiares de las mujeres presas, pero no se podía hacer cambios sobre sus contenidos. “No sé a quién atribuir ese error”, afirma Hernández.
Juana Doña Jiménez (1918-2003)
En 1933, siendo adolescente, se afilió a las Juventudes Comunistas. Poco después ostentó la Secretaría Femenina del Sur de Madrid y fue nombrada responsable de la Agrupación de Mujeres Antifascistas, creada en 1934. Pasó en Madrid toda la guerra, colaborando en la retaguardia con la Juventud Socialista Unificada. En diciembre de 1939 fue detenida, sometida a tortura y encarcelada en Ventas durante dos años. En 1943 retomó su trabajo en la clandestinidad, entrando en el Comité Provincial del PCE al año siguiente, y en 1947 fue detenida de nuevo y condenada a muerte, pero le fue concedida la conmutación por treinta años de cárcel. Pasó en total cerca de veinte años encarcelada, pasando por las de Málaga, Guadalajara y Segovia, donde participó en la huelga de hambre de enero de 1949.
La web duró a lo sumo dos años, hasta que el Gobierno local volvió a cambiar. En junio de 2019 entraba en el ayuntamiento el equipo de José Luis Martínez-Almeida. No pasaron ni cinco meses hasta que la nueva Corporación municipal decidió desconectar la web de la cárcel de Ventas. “Estuve trabajando con los grupos municipales de la oposición, con Más Madrid, el PSOE y Recupera Madrid, y se aprobaron senda emociones para intentar que se reactivara la página, pero fue como darse de cabeza contra un muro”, lamenta el historiador. “Primero nos decían que la web se había hecho sin contrato, aunque evidentemente había contrato; cuando apareció el contrato comenzaron a lanzar acusaciones para escurrir el bulto”, continúa Hernández.
Pasó
prácticamente un año de intentos para que el Ayuntamiento recuperara la
web de la cárcel de Ventas hasta que el historiador tomó la decisión de
denunciar en prensa lo ocurrido, en concreto a Público,
que publicó a finales de junio un artículo en el que explicaba cómo el
PP incumplía el acuerdo alcanzado en el Pleno de la Junta del distrito
de Salamanca del 18 de enero, en el que se aprobó la reactivación de la
web. “Eso nos dio bastante repercusión”, subraya Hernández. Explica que
varias personas se pusieron en contacto con el grupo Patio de Ventas
para mostrar su apoyo, y entre esas personas se encontraba Amelia
Martínez-Lobo, delegada en España de la alemana Fundación Rosa
Luxemburgo, que se ofreció para realizar una nueva web, réplica de la
anterior realizada por el Ayuntamiento de Carmena, pero con mejoras.
“Renovamos todas las autorizaciones, el dominio, hicimos un nuevo código fuente y hemos sacado esa nueva web que sí podemos editar, que está viva”, afirma Hernández. “Esta web recoge el testigo de aquella primera web que resultó damnificada por la actuación de la Junta de distrito”, continúa.
“Desde Berlín se mira con preocupación que en España todavía exista lo que Olga Rodríguez llama de manera muy certera la anomalía española. Es una línea de trabajo fundamental”, explica a El Salto Amelia Martínez-Lobo. “Además, en el caso de las mujeres entendemos que hay una doble invisibilidad por republicanas y rojas, evidentemente, pero también por ser mujeres; nos parece fundamental visibilizar el rol de de las mujeres en la lucha por la democracia, en la lucha antifascista”, concluye tras citar otros proyectos en este sentido realizados en Portugal, como el museo virtual de las mujeres combatientes, al que apoyaron el pasado año, y subrayar lo grave que desde el Ayuntamiento madrileño se haya desconectado una web de memoria realizada con dinero público y hecha por las vecinas de Madrid.
Nieves Torres Serrano (1918-2013)
Durante la guerra, fue secretaria de Organización de la Comisión Provincial de la Juventud Socialista Unificada (JSU). En 1939 fue detenida y pasó un mes en la comisaría de la calle Almagro. En junio ingresó en la cárcel de Ventas. El expediente al que pertenecía Nieves era el mismo que el de las Trece Rosas. Fue enviada a la sala de Menores y condenada a muerte, pena que le sería conmutada.
La web de la cárcel de Ventas no es el único proyecto memorialista que ha sido bloqueado con la llegada de Martínez-Almeida al Ayuntamiento de Madrid. Hernández detalla cómo otro proyecto en el que participó, consistente en homenajear a las 2.936 personas que fueron fusiladas de La Almudena escribiendo sus nombres en un monumento en el cementerio, fue paralizado con el nuevo ayuntamiento. “A mi me encargaron la identificación de todas esas personas y me dejaron acceder con el equipo de historiadores al archivo del cementerio. Sacamos esos 2.936 nombres, el monumento se construyó y, cuando se estaban poniendo los nombres ganó las elecciones la actual corporación y mandó retirarlos; ahora mismo los muros están borrados, son muros desnudos, un memorial desmemoriado”, lamenta Hernández.