«No hay terrorismo más abierto, no hay forma más repugnante de utilización del terror al servicio de la dominación que la tortura, y en la democrática España la tortura se practica de forma impune todos los días como estrategia política». Estas fueron las valientes palabras del escritor Carlo Frabetti, que recibieron el aplauso de los […]
«No hay terrorismo más abierto, no hay forma más repugnante de utilización del terror al servicio de la dominación que la tortura, y en la democrática España la tortura se practica de forma impune todos los días como estrategia política». Estas fueron las valientes palabras del escritor Carlo Frabetti, que recibieron el aplauso de los asistentes al Encuentro Internacional contra el terrorismo que se desarrolla en La Habana. Al término del discurso, el presidente de Cuba Fidel Castro se levantó de su asiento para darle la mano, algo que no hizo con ninguno de los ponentes del viernes 3 de junio.
Ganó solidez política la segunda jornada del «Encuentro Internacional contra el terrorismo, por la verdad y la justicia», que se celebra entre el 2 y el 4 de junio en la capital de Cuba y que ha reunido a cerca de 400 activistas sociales, líderes políticos y sindicales, defensores de los derechos humanos, académicos, periodistas, escritores, artistas y víctimas del terrorismo imperialista, procedentes de 67 países. Los emotivos e informativos discursos sobre el genocidio practicado por las dictaduras latinoamericanas en los años 70, patrocinados por el gobierno de EEUU, se combinaron con un enfoque político del problema.
Así, el joven sociólogo chileno Manuel Guerrero, hijo de un asesinado por la dictadura pinochetista, subrayó con dureza que «en el Plan Cóndor (operación represiva de las dictaduras sudamericanas para acabar con la disidencia política) no cayó del cielo, no masacraron a cualquiera. Masacraron a obreros, artistas, profesores, estudiantes… Por eso hay que dejar bien claro que el Plan Cóndor tiene un componente de clase. La contradicción no es dictadura/democracia; sino que es capital/trabajo, es capitalismo/socialismo. La represión no fue individual; fue colectiva porque la lucha por la revolución fue colectiva […]. Dejemos el llanto a un lado y sigamos trabajando por la libertad y la revolución. Mi padre no era una víctima, era un combatiente». El joven Guerrero puso en pie a los participantes del evento, que le ovacionaron al finalizar su ponencia.
Tras intervenciones de diversas personalidades de Argentina, Brasil, Guatemala, Uruguay y Chile, tomó la palabra el escritor y matemático, de origen italiano y residente en el estado español, Carlo Frabetti. Recalcó que «el único terrorismo con mayúsculas y verdaderamente digno de es enombre es el terrorismo de Estado. Los detentores del poder utilizan el terror desde ese poder para consolizarlo o para aumentarlo, y es por tanto el más devastador. Sin embargo cuando hablamos de terrorismo rara vez se piensa en los gobiernos. Yo soy italiano pero vivo en España, y cuando en España se habla de terrorismo nadie piensa en el sonriente Zapatero, que está ampliando las bases de Rota para bombardear mejor a los afganos y a los iraquíes después de haber hecho el paripé de retirar las tropas de Irak. Nadie piensa en la tortura policial, que en la democrática España es una práctica cotidiana e impune, y ese es el verdadero terrorismo».
«Se ha repetido aquí – apuntó- hasta la saciedad y yo quiero añadir mi voz a esta declaración: no hay terrorismo más abierto, no hay forma más repugnante de utilización del terror al servicio de la dominación que la tortura, y en la democrática España, insisto, la tortura se practica de forma impune todos los días como estrategia política». Continuó afirmando que «el hecho de que en Cuba los niños son objeto de una especial atención y un especial cuidado es un indicador social. Yo en Cuba veo a los niños sanos, bien alimentados, atendidos y contentos. Para mi eso es una de las pruebas más palpables y directas del triunfo de la revolución. Y digo ‘del triunfo’ porque ya ha triunfado: está viva en Venezuela, su semilla está en toda América y su ejemplo y su espíritu está en todas partes. Cuando decís ‘venceremos’o ‘hasta la victoria siempre’…, yo creo que estáis siendo excesivamente humildes. La revolución ya ha vencido». Las palabras llenas de compromiso de Frabetti recibieron el aplauso de los presentes y el comandante en jefe Fidel Castro se levantó de su asiento para estrecharle la mano.
Por la tarde, el videpresidente de la Republica Bolivariana de Venezuela, Jose Vicente Ragel, dio un largo discurso del que se pueden rescatar algunos aspectos interesantes. En un primer momento señalo que «los paises que estan amenzados por el imperialismo son aquellos que estan dispuestos a hacer la revolucion, como Venezuela y Cuba». Mas adelante profundizo en este punto recalcando que al pueblo venezolano «le damos comida subvencionada y siguen siendo pobres; le damos sanidad y siguen siendo pobres; le damos educacion y siguen siendo pobres. Es hora de pasar de la democracia participativa a la democracia socialista».
Con estas intervenciones, que muchos consideraron las mejores del evento hasta el momento, se ha profundizado el enfoque político y se ha enfrentado ideologicamente el problema del terrorismo. Se ha dado solidez a una definición propia de este termino, hasta el momento patentada por los medios de comunicación empresariales. Y además de relacionar el Plan Condor con la politica neoliberal actual, para bien de los que escuchábamos, se le ha dado a este espacio un enfoque de clase.