El pasado lunes falleció, en Málaga, Leopoldo del Prado, fundador del Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) y miembro de su Comité Central, que fue, además, teniente de alcalde de dicho municipio andaluz. Sirva la siguiente carta, escrita por Quim Boix, responsable del Área de Internacional del PCPE, como muestra del profundo […]
El pasado lunes falleció, en Málaga, Leopoldo del Prado, fundador del Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) y miembro de su Comité Central, que fue, además, teniente de alcalde de dicho municipio andaluz.
Sirva la siguiente carta, escrita por Quim Boix, responsable del Área de Internacional del PCPE, como muestra del profundo pesar que sienten todas las organizaciones territoriales del Partido por su pérdida; como símbolo del recuerdo que deja Leopoldo entre sus camaradas y sus lectores y, sobre todo como afirmación de la lucha que todos y todas nos disponemos a seguir librando contra la barbarie del capital y por la construcción del socialismo. Eso nos lo enseñó Leopoldo y lo hemos aprendido bien: luchar, siempre luchar, no importa el tiempo que nos lleve.
La carta que se reproduce aquí fue leída durante el sepelio de Leopoldo del Prado, ayer, en Málaga, su ciudad.
Leopoldo.
Te despedimos cuando ya no puedes oírnos, cuando terminó tu paso por la vida, cuando los médicos (y tu has tenido muchos como amigos y familiares) no han podido hacer nada más que no sea cumplir con tu voluntad y la de todos, la voluntad de que no sufrieras inútilmente.
Está claro que la medicina no tiene ni los avances ni los recursos que los humanos merecemos. Es evidente que si los gastos en guerras imperialistas se dedicaran a la salud, en todo el planeta tendríamos grandes progresos (el ejemplo de Cuba lo demuestra) y la medicina preventiva tendría los recursos que hubieran podido salvar tu vida y muchas otras vidas. Está clarísimo que tú fuiste de los que, desde muy joven, luchaste para que ésta y todas las injusticias de la Tierra desaparecieran. Por ello eras un consecuente comunista, un marxista-leninista, por ello afrontaste siempre con optimismo todas las dificultades de la larga lucha para hacer la revolución, para acabar con el capitalismo, que es la causa real de todos los males actuales de la Humanidad.
Es una lástima y una injusticia despedirte tan pronto, tú eras de los que mejoran con la edad, de los que saben ayudar al que lo necesita. Tus miles de defendidos ante las injusticias laborales lo saben bien, te han visto pelear para ganar contra los abusos de la patronal. El despacho laboralista que impulsaste y en el que trabajaste hasta que tu salud te lo impidió, ha sido un ejemplo del buen hacer de un dirigente comunista, de un defensor de la clase obrera, de un buen equipo profesional que tu y Emma ayudasteis a formar y a hacer funcionar.
Su coherencia lo llevó a complementar su entrega en la defensa de los derechos de los asalariados con una militancia sindical activa, primero en Comisiones Obreras, cuando eran un sindicato de clase. Ahora, cuando la cúpula de CCOO se ha cambiado de bando y se dedica a colaborar con los gobernantes y la patronal para que la paz social incremente los beneficios empresariales, Leopoldo estaba trabajando como dirigente del nuevo SAT, Sindicato Andaluz de los Trabajadores, y colaboraba estrechamente conmigo para enlazar el sindicalismo de clase en España con el sindicalismo de clase internacional, es decir con el sindicalismo de la Federación Sindical Mundial que coordina ya a 70 millones de trabajadores en todo el planeta.
Leopoldo, tu militancia política también ha sido un ejemplo que los camaradas del Partido Comunista de los Pueblos de España no olvidaremos, ni en Málaga, ni en Andalucía, ni en el estado español, ni en las reuniones internacionales de Partidos Comunistas y Obreros. Tú tenías el compromiso de representar a los comunistas españoles en la reunión anual que este año se hará, el próximo noviembre, en la India. Tu nos representaste también, y con gran éxito, en muchas otras reuniones por todas las partes del planeta, la última importante fue en Brasil. Los comunistas de todo el mundo están expresando ya su pesar por esta pérdida, que es una gran pérdida para todos.
Tampoco, como enseñante que has sido, entre otras de tus múltiples actividades, olvidaste a la juventud. Tus textos regulares en la prensa comunista, y en muchas publicaciones, se completaron con tu ayuda a la formación de jóvenes comunistas. Los Colectivos de Jóvenes Comunistas, la organización de jóvenes ligada al Partido Comunista de los Pueblos de España, recordarán siempre los aportes que hiciste en la tarea de formación ideológica de la juventud andaluza y española.
Evidentemente los que más sufrimos esta injusticia, que es tu desaparición definitiva de nuestro lado, somos tu familia y muy especialmente Emma Castro, la gran compañera implicada en todas tus actividades, y somos también tus amigos y camaradas.
Leopoldo, te recordaremos siempre. El camino que construiste nos ayudará a seguir la lucha, que, aunque larga, llevará a los seres humanos a vivir en mejores condiciones.
¡Que tus enseñanzas cundan, pues también diste muchas clases, y sean, seamos, muchos los que sigamos tu ejemplo, camarada y amigo!
Quim Boix i Lluch
Málaga julio de 2.009