Al Honorable Secretario General de las Naciones Unidas Sr. Kofi Annan y a la membresía de la Dirección Ejecutiva del Fondos para la Niñez de las Naciones Unidas. (UNICEF) El Movimiento de Salud para los Pueblos se alarmó al enterarse del nombramiento de la Sra. Ann Veneman, ex Secretaria del Departamento de Agricultura de los […]
Al Honorable Secretario General de las Naciones Unidas Sr. Kofi Annan y a la membresía de la Dirección Ejecutiva del Fondos para la Niñez de las Naciones Unidas. (UNICEF)
El Movimiento de Salud para los Pueblos se alarmó al enterarse del nombramiento de la Sra. Ann Veneman, ex Secretaria del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) como nueva Directora Ejecutiva de UNICEF. Es lamentable que el proceso de designación de la Directora Ejecutiva para UNICEF sea realizado en secreto, sin permitir la participación de las organizaciones no gubernamentales (ONG) cuyo campo de acción es el bienestar de la niñez, su salud y su derecho a participar. Asimismo, tampoco existe un foro para que los diversos candidatos den a conocer sus metas o planes para la agencia antes de ser designados a los respectivos puestos.
Aparentemente, el proceso de nombramiento permite que el gobierno de los Estados Unidos tenga la mayor parte en la toma de decisiones en cuanto a la selección de la Dirección Ejecutiva de UNICEF. Esto en sí debería ser causa de debate entre todos los observadores. Como es bien sabido, los Estados Unidos y Somalia son los dos únicos países que han rechazado afiliarse a los otros 189 gobiernos del mundo como firmantes de la Convención de los Derechos de la Niñez de las Naciones Unidas. Solamente podemos imaginar la presión que deberá sobrellevar el Secretario General para nombrar a la Sra. Veneman, dada la práctica estadounidense de suspender fondos a las agencias cuya dirección no aprueba (UNESCO, UNFPA, OMS, etc.)
Ante la ausencia de un proceso transparente e informado de selección a la Dirección Ejecutiva, la comunidad internacional de la salud se ve obligada a evaluar las habilidades de la Sra. Veneman para guiar a UNICEF. Esta evaluación se basa en el desempeño anterior de la Sra. Veneman sobre temas que afectan la salud de la niñez. Después de examinar la información pública disponible, el Movimiento de Salud para los Pueblos cree que sería un acto no perdonable permanecer pasivos ante la designación de la Sra. Veneman como administradora de la salud y el bienestar de los más vulnerables entre nosotros: la niñez.
El entrenamiento y la experiencia de la Sra. Veneman como abogada corporativa para el negocio agrícola no la califican para la esencial tarea de conducir la agencia responsable de los derechos de la niñez mundial. No hay evidencia alguna de su interés en el bienestar de la niñez mundial como de su salud, en el ejercicio de los diferentes puestos que ha ocupado. Al afirmar los diferentes puestos que ha ocupado nos referimos a su tarea tanto como Secretaria de Agricultura de los Estados Unidos, Secretaria del Departamento de Alimentos y Agricultura en California, o como Subsecretaria para los asuntos internacionales del USDA. De hecho, su desempeño en estos cargos ha estado caracterizado por la supremacía del beneficio corporativo en detrimento del derecho de las personas a alimentarse (Declaración Universal de los Derechos Humanos, artículo 25). Tal filosofía y práctica implicarían el retroceso de seis décadas de brillante historia humanitaria de UNICEF y resultaría desastroso para la niñez en el mundo.
Uno de los mayores desastres para la niñez de la década pasada han sido las sanciones estadounidenses contra Iraq, y la subsiguientes invasión y ocupación del país por los Estados Unidos. La Directora anterior de UNICEF, Sra. Bellamy, hizo un llamado para la eliminación de las sanciones responsables de las muertes de un estimado de 500,000 niños. La Sra. Veneman no expresado preocupación alguna, como lo hizo su predecesora. De hecho, como Secretaria de Agricultura de Estados Unidos, in 2003 nombró al Sr. Daniel Amstutz para dirigir el proceso de la reconstrucción agrícola de Iraq. Como ha expresado el ex director de políticas de OXFAM, Kevin Watkins, «designar a Dan Amstutz a cargo de la reconstrucción de la agricultura en Iraq es como colocar a Saddam Hussein en la dirección de la Comisión de los Derechos Humanos. Este individuo está ubicado de manera sin igual para velar por los intereses comerciales de las compañías Americanas de granos y abrirse al mercado Iraquí, pero particularmente débilmente equipado para dirigir un esfuerzo de reconstrucción en un país en vías de desarrollo». Esta designación por la Sra. Veneman no es un buen presagio para la niñez de Iraq, ni evidencia preocupación alguna por ellos de parte de la próxima Directora Ejecutiva de UNICEF.
Como participante activa en la elaboración del Tratado de Libre Comercio de Norte América (NAFTA), la Sra. Veneman ayudó a escribir las reglas que han sumergido a millones de niños y niñas mejicanos en la pobreza. NAFTA codificó las ásperas políticas económicas neoliberales que han eliminando las leyes y protecciones ganadas por trabajadores mejicanos durante décadas. La frontera de Estados Unidos y México está caracterizada las pobres y ásperas condiciones como por ejemplo, las pésimas condiciones de trabajo infantil en el Valle de Mexicali, las deplorables condiciones de las viviendas situadas en los alrededores de las fabricas, la creciente contaminación del medio ambiente, y falta de infraestructura educativa, de higiene y sanidad para las personas trabajadoras y sus familias, especialmente los niños y niñas pequeños.
La actitud de la Sra. Veneman hacia la niñez trabajadora cruza las fronteras para incluir los campos y huertas de su propio país. Cuando la organización de derechos humanos Human Rights Watch solicitó su ayuda para realizar las enmiendas pendientes en la legislación de Estados Unidos (acerca de las Leyes que establecen los Estándares Laborales Justos como asimismo de otros temas), en ese entonces la Secretaria de Agricultura de Estados Unidos Veneman rechazó las inquietudes del organismo de derechos humanos. Aparentemente, la futura Directora Ejecutivo de UNICEF no se conmovió por el futuro y los riesgos para la salud y seguridad de la niñez que trabaja en las granjas, riesgos que incluyen exposición rutinaria a plagacidas, falta de acceso adecuado a sanidad y agua potable, condiciones laborales peligrosas que causan lesiones o enfermedades relacionadas con el trabajo, salarios bajos y largas jornadas laborales, los efectos del trabajo agrícola en la educación, y especialmente el riesgo para las niñas, que incluye el acoso sexual.
El expediente de la Sra. Veneman en cuanto al respeto de los derechos de las minorías étnicas en los Estados Unidos, es pobre también. Cuando algunos agricultores afro- americanos ganaron un juicio contra el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) por el tratamiento injusto en la asignación de subsidios y préstamos, la USDA gasto más de 12 millones de dólares para minimizar este hecho histórico en los derechos civiles. Bajo el mandato de la Sra. Veneman, la USDA pagó menos del 25% de los fondos destinados para agricultores negros. El USDA nunca ha aceptado que sus políticas eran racistas, ni se han disculpado por ello, y continúa luchando contra los agricultores. Tales políticas racistas no pueden tolerarse en ningún gobierno, y podría causar estragos en un puesto internacional como las Naciones Unidas.
Las políticas lideradas por la Sra. Veneman en lo referente a la protección de la salud pública, especialmente ante el brote de la enfermedad de «la vaca loca» (bovine spongiform encephalopathy), han sido débiles. En vez de adoptar una política sanitaria basada en el principio preventivo de la salud, el enfoque del USDA se centró en minimizar las pérdidas financieras de las industrias de la crianza de ganado y embalaje de la carne. La Sra. Veneman aseguró a la población que no había ningún problema en consumir carne de vaca cuando en realidad las pruebas de seguridad fueron realizadas muy limitadamente, y asimismo hubo resistencia para etiquetar la carne y así poder identificar el país de origen. De hecho, el USDA le negó el acceso a los embaladores de carne de vaca a la realizar los exámenes correspondientes de acuerdo a los altos estándares internacionales de exportación. La razón de la negativa fue el miedo de las autoridades gubernamentales a que los consumidores de los Estados Unidos demandarían medidas más estrictas de protección. Dado que otro de los papeles del USDA es ser comprador de carne de vaca a gran escala para programas de almuerzos para las escuelas, la negativa para verificar la integridad del suplemento de carne de vaca para la nación, deja en evidencia la falta de preocupación por la salud de la niñez por el beneficio económico de la industria de carne de vaca.
Quizás el hecho mas relevante del apoyo de la Sra. Veneman a la industria agrícola por sobre la salud de las personas es su inequívoco apoyo a la industria de alimentos genéticamente modificados y a la industria de la biotecnológica. A pesar de toda la evidencia por el contrario, la Sra. Veneman declaró en una conferencia de las Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) que la biotecnología «reestimulará el crecimiento productivo de alimentos y la producción agrícola y hará a que la agricultura sea más sustentable ambientalmente». Anteriormente directora corporativa de Calgene, productor del primer tomate genéticamente modificado puesto al mercado, la Sra. Veneman continuó con la política del USDA de aprobación del uso de organismos genéticamente modificados en el campo. Los sitios otorgados fueron casi 40,000 entre 1987 y 2002, rechazando solamente 3.5 % de las solicitudes. La forma en que manejo las dos crisis de los organismos genéticamente modificados que ocurrieron durante su mandato, las que se refieren al maíz Starlink y ProdiGene, dio lugar a el pago de US$ 20 millones y US$ 3.5 millones respectivamente al sector corporativo, pero en ninguno de los casos se cumplieron los requisitos de etiquetado o las protecciones para los consumidores. Con el propósito de minimizar la oposición a un una diversidad de puntos de vista de los asociados en UNICEF, la Sra. Veneran formó en el 2003 el Comité consultivo de Biotecnología, excluyó intencionalmente en las designaciones realizadas a las organizaciones de agricultores opuestos a la biotecnología. Los comentarios de la Sra. Veneran que ejercen presión a la Unión Europea para retirar las prohibiciones sobre las importaciones de alimentos genéticamente modificados, y el hecho de haber llamado a los países africanos «mal agradecidos» por haber rechazado las donaciones de alimentos genéticamente modificados que no habían sido procesados se han divulgado extensamente. Tales comentarios demuestran la ineptitud para reconocer la validez de los asuntos culturales, siendo este un requisito central para ejercer un cargo internacional tan delicado como es la dirección UNICEF.
Cuando se fundó el Departamento de Agricultura de Estados Unidos hacia mediados del siglo XIX (19), el Presidente Abraham Lincoln lo llamó «El Ministerio del Pueblo» ya que le proporcionaba servicios a casi la mitad de la población de la nación, mitad que estaba dedicada a la agricultura. Ahora 150 años después, solamente una pequeña fracción de los estadounidenses se dedican a la agricultura y la USDA representa sobremanera a los intereses corporativos. El período de Veneman en esa agencia del gobierno de los Estados Unidos ha servido solamente para intensificar el control corporativo. En una agencia como UNICEF, donde su circunscripción infantil tiene capacidad limitadas para representarse, es urgente que aquellas personas designadas para hablar por la niñez y que representan sus intereses tengan una historia personal que les califique para desempeñar tal rol.
No deseamos afirmar injustamente que el futuro de la Sra. Veneman en UNICEF puede ser conocido simplemente repasando su historia en el ministerio de agricultura. Sin embargo, en la única declaración divulgada después de su nominación, la Sra. Veneman afirmó en una conferencia de prensa que la salud reproductiva y la educación «no eran relevantes para la misión de UNICEF». Como todo persona experta en salud infantil y bienestar sabe, el acceso de la madre a salud reproductiva y educación incluyendo espaciamiento entre hijos e hijas son factores determinantes en la salud de la niñez. Esta introducción es desfavorable para una nueva administración en UNICEF y hace sonar las campanas de alerta a todas aquellas personas dedicadas al bienestar de la niñez.
En el período entrante, UNICEF se enfrentará a desafíos en un sin número de áreas que demandan la fuerte defensa por la niñez y sus derechos. Existen enormes diferencias entre una gestión que intenta maximizar el beneficio corporativo y otro por otro lado, una gestión que maximice la salud de la niñez y su bienestar. Esta segunda manera de gestión queda de manifiesto en los siguientes puntos:
- Los derechos de la niñez a la alimentación, a la vivienda, a la educación, al cuidado de la salud y a su propia niñez.
- La comercialización de los sustitutos de la leche materna.
- El acceso de las mujeres a información sobre la salud reproductiva y servicios en espaciamiento de niños y niñas.
- Acceso a ARVs y otros productos farmacéuticos para niños y niñas con VIH y sus familias.
- La entrega de alimentos genéticamente modificados, suplementos y medicinas no examinados e insuficientemente analizados a la niñez.
- Los efectos en las familias y la niñez de las políticas neoliberal de comercio «libre»
- El acceso y privatización del agua, enfermedades diarreicas
- La contaminación industrial, sus efectos y consecuencias en el nacimiento y discapacidades.
Y muchos otros puntos a considerar.
En un mundo donde 11 millones de niños y niñas son menores de cinco años de edad mueren cada año, la mayoría por la carencia a medicinas simples, agua limpia, medio ambiente seguro, y una adecuada nutrición, asumir la defensa de la niñez significa exigir la responsabilidad y dedicación de los gobiernos y las corporaciones para la solución de esos problemas. En un mundo donde los expertos en salud estiman que seis millones de esos niños y niñas pueden salvarse a través del uso de intervenciones de baja tecnología que costarían US$ 7.5 billones (menos del dos por ciento del presupuesto anual militar de los Estados Unidos), asumir la defensa de la niñez implica oponerse a expansión dañina y derrochadora del gasto militar, y el uso de fuerzas militares para la solución de problemas.
Como defensores de la niñez, estamos obligados a expresar nuestra fuerte preocupación por el nombramiento de la Sra. Ann Veneman como Directora Ejecutiva de UNICEF. El Movimiento de Salud para los Pueblos y las ONGs con una larga historia de promoción del bienestar y derechos de la niñez no permitirán que la integridad del organismo internacional más respetado dedicado al bienestar de la niñez del mundo se vea comprometida. Mientras esperamos seguir trabajando de manera estrecha y productiva con el nuevo liderazgo de UNICEF, y continuar colaborando con el personal comprometido de las oficinas locales de UNICEF, no vacilaremos en oponernos activamente a la implementación de políticas que no contribuyen a evitar las 30,000 muertes infantiles prevenibles que ocurren diariamente y otras que amenazan el bienestar de la niñez.
Como defensores de la niñez, insistimos que el Secretario General substituya prácticas actuales, que recompensan a los países poderosos con la habilidad de hacer nombramientos políticos a puestos tan importantes, y que estas nuevas prácticas incluyan un proceso transparente y participativo que garantice un liderazgo profesional, comprometido y competente para UNICEF y otras agencias. El proceso actual debilita la democracia, mancha la imagen de las Naciones Unidas, y amenaza de manera más profundamente la existencia ya precaria de la ciudadanía mundial.
Firmado:
Ravi Narayan, Coordinador, Secretaría Global del Movimiento de Salud para los Pueblos (PHM)
Fran Baum PHM en el Pacífico, Australia y Nueva Zelandia.
B. Ekbal, PHM India.
Adelina De La Paz, PHM Sur Este Asia.
David Saunders, PHM Sur Africa.
Sarah Shannon y Lanny Smith, PHM Norte América.
Pam Zinkin, PHM Europa.
Prem John, Red de Acción de Salud de la Comunidad de Asia.
Zafrullah Chowdhury, Gonoshathaya Kendra (GK)
María Hamlin Zúniga, Consejo Internacional de Salud de los Pueblos (IPHC)
Nadia Van der Linde, Red Global de Mujeres para los Derechos de Reproductividad. WGNRR.