Aunque desde el PP se afanen en allanar la situación, y den salidas y explicaciones de lo más ridículas sobre el Caso Bárcenas a estas alturas, es evidente que sobre este asunto (y todos sus colaterales) se va cerrando el círculo. Creo que tenemos desde la ciudadanía en general la sensación de que todas las […]
Aunque desde el PP se afanen en allanar la situación, y den salidas y explicaciones de lo más ridículas sobre el Caso Bárcenas a estas alturas, es evidente que sobre este asunto (y todos sus colaterales) se va cerrando el círculo. Creo que tenemos desde la ciudadanía en general la sensación de que todas las piezas del puzzle comienzan a encajar,lo cual nos lleva a la segunda parte, es decir, desvelar todas las mentiras que el PP nos ha venido contando sobre este tema. Bien, recapitulemos brevemente lo acontecido hasta ahora, a ver si ponemos un poco de orden en el caos, y como decimos, hacemos encajar todas las piezas.
En primer lugar (cronológicamente hablando en cuanto al destape de delitos se refiere) tenemos a un Bárcenas al que se le descubre una cuenta con 22 millones de euros en Suiza. Después hemos venido comprobando cómo en realidad son mucho más de esos 22 millones (incluso el propio Bárcenas lo reconoció ante el juez), y que no están sólo en Suiza, sino bien repartidos por otros paraísos fiscales mundiales, quizá los últimos han sido Montevideo, y Nassau. La cifra descubierta en la actualidad ronda los 48 millones, y se ha procedido al bloqueo de varias de dichas cuentas. Con los indicios de que hoy disponemos, es evidente que dicho dinero ni proviene de operaciones bursátiles ni comerciales de Bárcenas (han sido inventadas para proteger al partido), ni es sólo de Bárcenas, sino que pertenece a las diversas operaciones de financiación ilegal que el partido ha realizado (aunque de paso, también el golfo de Bárcenas se haya aprovechado de la situación, dada su condición de tesorero).
En cuanto esto se supo, la primera reacción del PP (obviando incluso de que se trataba de quien había sido su gerente y tesorero durante más de dos décadas) fue echar balones fuera en cuanto a la pertenencia y abandono de Bárcenas en el PP, pudiéndose descubrir gran cantidad de contradicciones e incoherencias entre las declaraciones de todos los dirigentes que dieron su versión al respecto (Bárcenas ya no estaba en el partido, Bárcenas había sido expulsado en 2009, Bárcenas dejó el partido en 2010, Bárcenas seguía conservando despacho, Bárcenas tenía cajas en su poder con información del partido, Bárcenas tenía secretaria y coche oficial, Bárcenas había sido finiquitado «en diferido»), y un montón más de sandeces y mentiras que con el tiempo han sido descubiertas.
Después nos enteramos de la existencia de una práctica generalizada (y ya reconocida por muchos dirigentes y altos cargos) en cuanto a la percepción de sobresueldos en el partido, repartidos en sobres, por tanto en dinero negro, y registrados en una contabilidad «B», no fiscalizada, ni sometida a ningún control. Éstos son los famosos papeles de Bárcenas, que han publicado los diarios El Mundo y El País, y que el PP negaba rotundamente, basándose en el simple argumento de que eran fotocopias («apócrifas», como decían ellos). Se ha venido comprobando, enfrentando la contabilidad oficial con las anotaciones en dichos papeles, de que existían muchas coincidencias en fechas, entre supuestas donaciones de terceros (grandes empresarios), y adjudicaciones de obras y proyectos a dichas empresas. El argumento de las fotocopias ya se les ha esfumado, porque hace pocos días el diario El Mundo revelaba las anotaciones en la libreta original de Bárcenas.
Poco a poco se van descubriendo más detalles de la financiación ilegal del PP, y del sistema de remuneración por sobresueldos (que algunos cargaban a la partida de «gastos de representación»), y lo último que se ha publicado al respecto es que Rajoy, siendo Ministro de Administraciones Públicas con Aznar, recibió también dichos sobresueldos, siendo directamente responsable de velar por el cumplimiento de la Ley de Incompatibilidades, que prohibía ya que cualquier alto cargo tuviera otra remuneración extra. Y a todo esto Rajoy, lo único que ha hecho hasta ahora (hace varios meses) ha sido realizar una solemne declaración a través de una pantalla de plasma, sin permitir por tanto preguntas de la prensa, negándolo absolutamente todo («salvo alguna cosa», dijo en alguna rueda de prensa posterior), hablándonos de su honestidad y contándonos batallitas de cuando empezaba con su plaza de Registrador de la Propiedad. Nada de asunción de responsabilidades, nada de autocrítica, sólo la publicación de su Declaración de la Renta de varios años, como si eso fuera a probar sus afirmaciones. Por cierto, a esto lo llaman desde el PP «hacer un ejercicio de transparencia como nunca antes se ha hecho» (si esto es lo que ellos entienden por transparencia, estamos aviados).
Por último, y cuando aún no teníamos ninguna prueba de la connivencia de Rajoy con Bárcenas, de nuevo el diario El Mundo publica una serie de capturas de pantallas de móvil donde aparecen los textos de unos mensajes SMS que ambos habrían intercambiado, el último en enero de este año, cuando ya se conocía la existencia de las cuentas millonarias. Los mensajes, como no podía ser de otra manera, expresan el apoyo de Rajoy al extesorero, pidiéndole que «sea fuerte», diciéndole que «nada es fácil, pero estamos en ello», pidiéndole «ánimo», avisándole de que «mañana te llamaré», y mandándole «un abrazo». Cantidad de mensajes que expresan la complicidad del Presidente del Gobierno con Bárcenas, y que por tanto, y como decíamos al principio, ponen las cosas en su sitio. Bien, con todo ello, vamos a ver si somos capaces de dibujar lo que pudo haber pasado, el puzzle al completo, que por supuesto deberá ser demostrado en un juzgado en su momento, pero a la luz de las pruebas, estamos convencidos de ello.
Partimos como siempre, de la lucha de clases. La clase de los poderosos (banqueros, grandes empresarios, grandes fortunas) tiene muy claro que quien representa y lucha por sus intereses es el PP. Por tanto, se comienza a perfilar (al hilo de la permisividad social y legal ante la corrupción) una trama de financiación ilegal, donde por un lado esta gente de gran poderío social dona cantidades ingentes de dinero al PP para obtener a cambio cuando gobiernen sus favores políticos, y de otra parte, el PP los recibe, pero claro, ha de disfrazarlo de algún modo, y distribuirlo entre varias partidas, para que la situación parezca lo más legal posible. De tal forma, que el dinero que llega va por una parte a la financiación (ilegal, por superar los límites permitidos por la Ley) del partido, por otra parte a sobresueldos no declarados a sus dirigentes y altos cargos, y por otra parte, a desviación a paraísos fiscales, que es el origen de lo que se descubre sobre el Caso Bárcenas, pero que a su vez liga con el Caso Gürtel, y todos sus secuaces, que deben formar parte de piezas integradas en la misma trama.
Al momento de escribir este artículo, estamos a la espera de una nueva declaración de Bárcenas ante el Juez, que no sabemos por dónde puede ir, pero vaya en la línea de volver a desmentirlo todo, o en la línea de reconocerlo, atacar al PP y colaborar con la justicia, creo que la trama está ya bastante visible. Por supuesto, y como han planteado ya IU y PSOE, no cabe otra salida que la asunción de responsabilidades políticas, y la dimisión inmediata de Rajoy, pero no como propone el PSOE, para que otro cargo del PP tome su lugar, sino como plantea Izquierda Unida, para que dimita el Gobierno en bloque, y se convoquen Elecciones Generales anticipadas. Desde la izquierda pensamos que no puede existir otra salida, pues a la ilegitimidad de un Presidente, de un Gobierno y de un partido que gobierna aplicando un programa distinto a su programa electoral, por tanto gobierna en fraude de ley, se une la ilegalidad de un partido que ganó las elecciones también en fraude de ley, por haber sido financiado mediante mecanismos y cantidades que le proporcionaban ventajas sobre los demás.
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